Para Autopartistas, régimen impositivo desincentiva la inversión local

Retenciones de 8% y baja de reintegros del 6,5% al 2% generaron una pérdida de competitividad sectorial del 12,5% en los últimos cuatro meses. Por el mayor costo de autopartes locales, algunas terminales desactivaron proyectos de inversión en el país.

La teoría de la frazada corta está poniendo en una encrucijada a la industria automotriz. El Ministerio de Hacienda que conduce Nicolás Dujovne, ha optado por defender la caja, puesto a elegir entre la necesidad de recaudación y los incentivos a sectores específicos para apuntalar el nivel de actividad.

Para los fabricantes locales de autopartes la situación ya venía con altibajos, producto de la caída en la producción de las terminales. Pero el punto de inflexión fue la reinstauración de derechos de exportación a los productos industriales, sumado a la reducción a un tercio de reintegros a los bienes vendidos al exterior.

Desde el sector autopartista señalan que este nuevo escenario que se dibujó en agosto pasado, condiciona las posibilidades de expansión de la producción local de autopartes, con una pérdida de competitividad en el sector, que en los últimos cuatro meses llega al 12,5%. Como resultado las terminales están evaluando la radicación de nuevos proyectos, en función del impacto de los derechos en la producción local.

“Ya hubo casos concretos de empresas que estaban en proceso de localización para proyectos que fueron lanzados recientemente y que fueron suspendidas por parte de las terminales , aseguró Juan Cantarella, director Ejecutivo de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC).

El directivo recordó que “el argumento que les dieron (las automotrices) a las empresas de autopartes es que les conviene mantener un mayor contenido importado, porque de esta forma pagan menos derechos de exportación .

Uno de los aspectos que incide es que a diferencia de otros sectores que utilizan el sistema de Admisión Temporaria para los insumos importados, las terminales realizan casi todas las importaciones de autopartes bajo el Régimen de Aduana en Factoría, que excluye estos bienes importados de la base de cálculo de reintegros y derechos de exportación.

Indirectamente, esto termina perjudicando a la producción nacional, justamente lo contrario de lo buscado con la sanción de la Ley 27.263 (Desarrollo y Fortalecimiento del Autopartismo Argentino) cuyo objetivo es compensar una serie de factores que limitan la integración de autopartes nacionales.

“Las autopartes locales, de una situación en donde recibían una devolución parcial de impuestos del 6,5%, pasan a una penalidad del 6% frente a las autopartes importadas, dando como resultado, con respecto a la situación inicial, una pérdida de competitividad de 12,5 puntos porcentuales , señala en un comunicado la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC).

La entidad denunció que existe “una estructura de alícuotas de reintegros descoordinada de las alícuotas efectivas de derechos de exportación , por lo que no sólo se pierden oportunidades de exportaciones, sino que también se incentiva la reducción del valor agregado de las mismas. “Tal es el caso actual de las exportaciones de vehículos, en donde los incentivos han quedado orientados a reducir el valor agregado local, generado por las autopartes fabricadas en el país , apuntó AFAC.

Hasta la modificación de la estructura impositiva hace unos meses, las autopartes tenían reintegros de 6,5% y no pagaban derechos de exportación. Pero el decreto 767 del 21 de agosto pasado redujo a un tercio el porcentaje de reintegros a los productos industriales. Así, las autopartes pasaron de un reintegro de 6,5% a 2%.

Por su parte, el decreto 793 de principios de septiembre, determinó derechos de exportación de $3 para bienes industriales, y $4 para productos primarios. En el caso de las autopartes, las retenciones pasaron de 0% a 8%. Con esto el impacto neto en el valor agregado local de los vehículos tuvo un efecto de 12,5% sobre la competitividad.

“Es imprescindible que el esquema de derechos de exportación sea revisado y corregido. Para ello urge extender la base de cálculo también a las autopartes importadas, pero reduciendo el valor nominal del derecho de exportación, a fin de no terminar aumentando aún más la altísima presión fiscal sobre las ventas al exterior , reclama AFAC.

El diálogo con las autoridades del Ministerio de Producción es frecuente, pero por el momento no hay soluciones sobre la mesa. Mandan las necesidades de caja.

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