Nace un nuevo sindicato: de los trabajadores de las low cost aéreas

En medio de las discusiones con el Frente Aeronáutico que llevaron a que se dictara una conciliación obligatoria, en los próximos días el Gobierno habilitará la inscripción al gremio para las aéreas de bajo costo.

Las low cost son el pilar fundamental de la denominada "Revolución de los Aviones" que lleva adelante el Gobierno. Audiencias públicas y habilitaciones a nuevas compañías que operan en todo el país hicieron que desde diciembre de 2015 a la fecha se incrementara la cantidad de empresas y aviones que cruzan los cielos argentinos.

Sin embargo, esto también tensó la relación con los gremios que señalan que la apertura a nuevos jugadores es "indiscriminada" y que hay competencia desleal porque la llegada de las aéreas low cost propone "flexibilización laboral y problemas de seguridad. Esta situación estalló este año con varias medidas de fuerzas y un fuerte enfrentamiento entre el Frente Aeronáutico que agrupa a los gremios APLA, UALA, APTA –técnicos–, APA –personal aeronáutico– y ATCPEA –tripulantes de cabina– con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

En el medio, en los despachos del ya desaparecido Ministerio de Trabajo se está terminando de redactar la resolución por la que se aprobaría la inscripción al Sindicato de Trabajadores Dependientes de Empresas Aéreas Denominadas de Bajo Costo del Interior del País, una nueva entidad gremial más afín a la política de apertura a estas compañías.

El pedido de la entidad ingresó en junio pasado, luego de una reunión en el aeropuerto Ingeniero Taravella de Córdoba (el nuevo hub para las compañías low cost) y mediante un acta firmada por 24 personas se propuso la constitución de una "entidad de bien público, sin fines de lucro -sindicato- que agrupe a la totalidad de los trabajadores dependientes de las empresas aéreas de bajo costo".

Fernando Granelli, uno de los firmantes del acta, es quien sería el titular del nuevo Sindicato. Granelli figura en la red social laboral Linkedin como comandante/instructor de MacAir Jet, la compañía que era propiedad de la familia presidencial. Pero ahora estaría trabajando para la compañía Flybondi. Lo mismo que otro de los firmantes del acta: Matías Miret, el piloto privado que estuvo dos años preso en España por pilotear un avión que en 2011 llegó a Barcelona con 900 kilos de cocaína a bordo.

Gran parte de los que estarían en el nuevo sindicatos son trabajadores de Flybondi, la compañía que llegó al país en 2016 con el anuncio de inversión de u$s 75 millones en las que incluía la remodelación de la base aérea de El Palomar. Sin embargo, esto último no ocurrió y la inversión corrió por cuenta del Estado nacional.

Esta línea es también la que inauguró la idea de sumar a su nómina a pilotos extranjeros lo que, junto a una resolución en la que el Gobierno asegura que agiliza sacar la licencia de pilotos y los sindicatos que desecha la exclusividad de volar en la argentina con pilotos argentinos, generó la última medida de fuerza.

Los gremios lanzaron la semana pasada un paro de 48 horas de pilotos y el Gobierno dictó la conciliación obligatoria. Hoy a las 11 de la mañana ambas partes se verán la cara la secretaría de Trabajo en la primera audiencia en busca de una solución.

Fuentes oficiales confiaron a El Cronista que propondrán modificar la resolución "total el espíritu de la norma siempre fue para instructores extranjeros o para argentinos que regresan al país. Si los gremios necesitan que la resolución sea mas precisa puede ser mas precisa. Buscamos lo mismo que es que haya mas pilotos argentinos".

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