"Mantener una economía dependiente y abierta es una posición ideológica"

Corina Rodríguez Enríquez es economista, doctora en Ciencias Sociales y titular de cátedra de 'Economía y Géneros' en la Facultad de Ciencias económicas de la UBA. En diálogo con El Cronista analizó la coyuntura económica y aseguró que la política de ajuste impacta más en las mujeres.

Las últimas semanas, con el equipo económico apremiado por una corrida cambiaria que no puede frenar, fueron las más complicadas para el gobierno de Mauricio Macri desde que asumió en diciembre de 2015. La explicación que dieron es que debido al déficit fiscal se necesita financiamiento externo, lo que vuelve a la Argentina más vulnerable a los movimientos internacionales.

Corina Rodríguez Enríquez, economista y doctora en Ciencias Sociales, asegura que esta explicación es "cuanto menos incompleta". Según entiende, una de las claves que deberían tenerse en cuenta es el rojo comercial externo que la Argentina, ya que importa más de lo que exporta. 

En diálogo con El Cronista, la titular de cátedra de "Economía y Géneros" que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA (la primera con este contenido en toda América latina), asegura además que el ajuste fiscal que recomienda el FMI entre sus condiciones tiene un impacto diferenciado entre varones y mujeres.  

 

- ¿Por qué esta viviendo la Argentina esta corrida cambiaria?

- Yo creo que la corrida es una expresión de los problemas estructurales que la economía argentina tiene, en particular con su déficit permanente de generación de divisas. ¿Por qué la corrida sucede ahora, por qué con esta velocidad y por qué con esta intensidad? Eso es algo que yo no puedo responder, pero sí entiendo que es una manifestación de una economía que es dependiente del ingreso de divisas, que exporta menos de lo que importa, que tiene totalmente abierta su economía al flujo de capitales y que entonces permite que los dólares entren y salgan con absoluta facilidad.

- El Gobierno nunca menciona la restricción externa sino que explica el problema con el déficit fiscal. ¿Qué lectura hacés de esa explicación?

- Yo creo que son afirmaciones cuanto menos incompletas. Creo que es cierto que Argentina gasta más que los ingresos que tiene. El país viene padeciendo déficit fiscales recurrentes. La pregunta es por qué y cómo ese déficit puede reducirse. Una cosa es el déficit fiscal y otra cosa es el déficit de cuenta corriente. 

La corrida cambiaria tiene mucho más que ver con el financiamiento de la fuga de capitales que con el financiamiento del déficit primario. La culpa de la aceleración del tipo de cambio no es de la extensión de la cobertura del sistema previsional ni de lo elevado del monto de las jubilaciones.

- O sea, vos decís que no es el gasto social...

- Lo que digo es que no hay una relación directa y unívoca. Sí es cierto que una situación de déficit fiscal recurrente requiere de financiamiento pero ese financiamiento no tiene por qué ser externo. La aceleración del tipo de cambio lo que está mostrando es una necesidad de la economía de ingreso de divisas. Y eso tiene mucho más que ver el financiamiento del déficit de cuenta corriente. Con que Argentina necesita más dólares de los que percibe. La fuente de ingreso de dólares en esta economía y en cualquiera son las exportaciones o el endeudamiento externo, y la salida tiene que ver con el pago de las importaciones pero también con el pago de las cuentas de capital que básicamente en la Argentina se trata de lo que vulgarmente llamamos fuga de divisas, que es retiro de divisas de la circulación en la economía. Que son desde los dólares que tenemos en el colchón hasta (y centralmente) los miles y millones de dólares que los argentinos (y lo digo a propósito en masculino) que tienen en el exterior. 

- Incluso una parte del gabinete tiene su dinero afuera

- Exactamente. Reconocen que tienen parte de su dinero afuera y que por ahora no lo van a traer. También reconocen que la economía argentina es insegura para eso y mantienen habilitadas todas las estructuras que permiten esta entrada y salida de dólares absolutamente volátil. Yo creo que no se puede afirmar que no hay ninguna relación entre déficit fiscal y política monetaria, pero que no es una relación unívoca y que en esa explicación me parece que se está perdiendo la explicación central, que es el déficit de cuenta corriente.

- Ayer leía una crítica de un economista que decía que gran parte del Gabinete económico había sido formado en EE.UU. pensando en cómo funciona la economía norteamericana, con una sola moneda de referencia, y que en la Argentina no hay una sola moneda de referencia. ¿Vos coincidís con esto y en que puede haber una mala lectura económica del Gobierno?

- Yo creo que es desvalorizar la capacidad intelectual de los funcionarios decir que no entienden el funcionamiento de la economía porque se educaron en una universidad de otro país donde no existe este problema cambiario. Yo creo que los funcionarios del gobierno son absolutamente conscientes de la forma en la que funciona la economía argentina. Si hubieran estudiado en la Universidad de Buenos Aires les hubieran enseñado lo mismo. Yo me formé en esa facultad, que tiene una formación absolutamente ortodoxa y creo que no pasa por ahí. Creo que los funcionarios del gobierno tienen cierta ideología y que las medidas que están llevando adelante tienen que ver con esa ideología. Mantener una economía dependiente y absolutamente abierta es una posición ideológica. Y es eso lo que explica la situación que estamos viendo ahora.

- Con la decisión de recurrir al FMI, el Gobierno hizo mucho hincapié en que no es el mismo organismo que hace 20 años. ¿Pensás que es así? ¿Cambió el Fondo?

- Yo supongo que los funcionarios (y las funcionarias, en este caso sí vale aclararlo) deben haber aprendido de sus errores. Entiendo que han adaptado su discurso y parte de su práctica a esos aprendizajes. Pero también creo que tienen una forma de concebir el funcionamiento del mundo y de la economía desde una ideología y consideran que las economías tienen que ajustarse fiscalmente, que tienen que mantenerse alineadas con cierta regla fiscal y que no van a, entiendo yo, a conceder préstamos a países que no se alineen en esa perspectiva. Supongo que deben estar más hábiles que en el pasado en cómo transmitir esto, en qué tan explícitas hacer sus exigencias y tal vez enmarcar la distribución de responsabilidades entre ellos y los gobiernos a los que asisten. 

- Además de las consecuencias sociales de las condiciones que puede poner el FMI para liberar la asistencia financiera, si miramos el impacto con perspectiva de género, las políticas de ajuste tienen una influencia diferenciada entre varones y mujeres. ¿Cuál es tu lectura?

- Lo primero que quisiera resaltar es que la política de ajuste no empieza con la asistencia del Fondo. Este gobierno ya viene implementando una política de ajuste y pedir una asistencia al Fondo Monetario (que implica ciertas condiciones) lo que puede hacer es acelerar ese ajuste, profundizarlo u orientarlo a ciertas áreas específicas, que eso es lo que todavía me parece no sabemos. No sabemos si el Fondo va a exigir una aceleración de la reforma previsional, que es un claro ejemplo de algo que va a impactar muchísimo más en las mujeres que en los varones. Argentina viene de una trayectoria de los últimos años de ampliación del sistema previsional, de recuperación de la administración de ese sistema por parte del Estado y había conseguido llegar a una situación de cobertura prácticamente universal. Esto implicó permitirle la entrada al sistema , por ciertas ventanas de oportunidad, de quienes estaban mayormente excluidas que eran las mujeres, porque el sistema previsional es un sistema contributivo. La posibilidad de acceder al beneficio depende de tu desempeño en el mercado laboral y las mujeres seguimos padeciendo las brechas estructurales de género en el mercado laboral: participamos menos, lo hacemos en mayor medida en empleos informales o no registrados, ganamos menos salarios, entonces todo eso repercute en que accedemos menos a los beneficios y accedemos a beneficios peores, más modestos en su monto. Si por ese lado viene una insistencia en que se avance en una reforma del sistema previsional, que ataque elementos como la edad para jubilarse, los requerimientos contributivos, es probable que haya un impacto muy directo y muy evidente para las mujeres mayor que para los varones. 

- ¿En qué otro ámbito pueden ampliarse las brechas?

- Bueno, la reforma laboral ya se venía discutiendo antes de esta reactualización de la relación con el Fondo Monetario y creo que ahí las cartas ya están un poco echadas sobre la mesa. La reforma lo que busca es reducir los costos laborales, facilitar la contratación y el despido, y reducir las contribuciones a la seguridad social como parte de los costos. Esto último hace que se desfinancie la seguridad social, lo cual afecta más a las poblaciones más vulnerables entre las que las mujeres estamos sobrerepresentadas. La reforma también promueve instituciones legales de precariedad laboral,  y las mujeres de nuevo estamos sobrerepresentadas en estas manifestaciones.

Y en términos más amplios, el ajuste fiscal. Que el Estado busque sobrecumplir sus metas de déficit fiscal lo que va a implicar es recorte en distintas dimensiones del gasto público que pueden implicar volver a expulsar hacia el ámbito privado de los hogares responsabilidades de cuidado que el Estado estaba asumiendo. Y si hay algo que ha cambiado poco y lentamente es la distribución de las responsabilidades de cuidado entre varones y mujeres.

- Claro, sigue siendo responsabilidad casi exclusivamente de mujeres

- Sí, yo no lo afirmaría tan tajante. Creo que ha habido cambios. Pero si vemos los resultados de los pocos instrumentos que tenemos en la Argentina para conocer el uso diferente del tiempo de varones y mujeres, las mujeres destinados al trabajo doméstico y de cuidado el doble de tiempo que los varones. Si se deteriora la provisión de servicios de cuidado, esa brecha va a aumentar. Si el Estado se retira de alguna de sus responsabilidades básicas, si la calidad de los servicios se deteriora, eso tiene como consecuencia un aumento en el trabajo no remunerado de los hogares que es fundamentalmente trabajo no remunerado de las mujeres. Y eso a su tiempo también va a implicar mayores obstáculos para el desempeño de las mujeres en el mercado laboral, entonces es ese círculo de reproducción de la subordinación económica de las mujeres. 

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