La decisión unilateral adoptada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de imponer sobretasas a las exportaciones argentinas de acero y aluminio sorprendió a Mauricio Macri en el mediodía de Madrid, donde este lunes participó de la apertura de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, y más aún al equipo de transición que encabeza el presidente electo, Alberto Fernández.
A ocho días de dejar el poder, y cuando su mente está puesta en defender sus cuatro años de gestión y mantener su vigencia "desde el llano", el todavía jefe de Estado enfrenta un nuevo reto en el plano comercial. Lejos de desentenderse del intríngulis, Macri dio órdenes de activar todos los mecanismos posibles para rever los aranceles que afectan, sobre todo, los envíos al mercado del norte de Tenaris y Ternium, empresas del grupo Techint, y Aluar.
Este martes, el presidente podría abordar la cuestión suscitada apenas por un tuit del magnate republicano durante un encuentro previamente pautado con el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el brasileño Roberto Azevedo, en la sede de este organismo multilateral en Ginebra. De agotarse las instancias de diálogo político y resolución en jurisdicción estadounidense, la Argentina podría eventualmente evaluar la intervención de la OMC para zanjar una disputa que afecta ventas por u$s 700 millones, pero para eso aún falta un largo trecho.
A la par, la Cancillería en Buenos Aires y la embajada argentina en Washington pusieron en marcha los habituales mecanismos de consulta con las autoridades del Departamento de Comercio y el Departamento de Estado, en Washington, para comprender los alcances de una medida que ningún organismo del gobierno federal, bajo las órdenes de Trump, detalló a lo largo de la jornada.
El lunes, el ministerio de Producción, a cargo de Dante Sica, y la Cancillería, con Jorge Faurie a la cabeza, informaron que solicitaron entrevistas con sus homólogos estadounidenses para abordar el tema, a sabiendas que la gestión recaerá en las figuras que asuman a partir del 10 de diciembre.
La cabeza de esa negociación recaerá en Felipe Solá, que se presentó este lunes ante el Council of the Americas como el virtual canciller de Alberto Fernández, y confirmó que la política comercial volverá a depender de la burocracia diplomática, a la vez que advirtió las tensiones comerciales habidas entre China y Estados Unidos, a quienes denominó como "dos mastodontes respetables".
Macri podría traer el tema del acero y aluminio a colación en los márgenes de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur que tendrá lugar entre el jueves y viernes en Bento Gonçalves, al sur del Brasil, con Bolsonaro como protagonista y anfitrión, ya que las tasas punitorias también recayeron sobre Brasil.
Apenas conocida la noticia, el ex embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello, quien se perfila para volver a la sede diplomática, se hizo eco del anuncio en Twitter y resaltó que la Argentina "representa apenas el 0,6% de las importaciones estadounidenses de aluminio y el 2,3% del acero" traído de afuera.
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