Macri enfrenta el dilema de meter mano en la Corte o respetar la institucionalidad

¿Gradualismo o shock judicial? Una parte del oficialismo considera que es necesario ampliar los miembros de la Corte. Otra parte piensa darle tiempo al presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz

En 1937, cuando comenzó su segundo mandato, el demócrata Franklin Roosevelt se cansó de los fallos en contra de los jueces de la Corte Suprema y presionó para ampliar el máximo tribunal, que estaba dominado por republicanos conservadores. Sin llegar a cambiar la Corte, la amenaza surgió efecto y los magistrados dejaron de trabar las políticas del presidente estadounidense. Esa misma amenaza está cocinando la Casa Rosada, en caso de que Mauricio Macri gane un segundo mandato. "Ahora la Corte es un problema institucional gravísimo… como le pasó a Roosevelt antes de la reelección", comparó una fuente del Gobierno, tras señalar que deberían ampliar el máximo tribunal a 7 o 9 miembros.

¿Por qué? La principal causa es la sucesión de fallos de la Corte en contra de los intereses de la Casa Rosada. En especial porque implican gastos cuando Macri se comprometió con un severo ajuste fiscal. Dos fallos sirven de ejemplo: la inconstitucionalidad del impuesto a las ganancias a jubilados y pensionados; y el caso Blanco, que rechaza que el reajuste de haberes se haga por el índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), que pretendía el Gobierno. En ambos, el presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, votó en minoría, sólo, a contramano de los otros cuatro magistrados. Lo mismo ocurrió esta semana con el fallo que avaló la Ley de Glaciares, que atemoriza al Ejecutivo porque podría afectar las inversiones de empresas en la actividad minera.

"La Corte está atomizada y Rosenkrantz no construye mayorías", se quejan en el Gobierno. Suele darse la situación en la que el presidente de la Corte falla en disidencia con su antecesor Ricardo Lorenzetti y los otros ministros: Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco.  La Casa Rosada esperaba que con la designación de Rosatti y Rosenkrantz iban a tener una relación distinta, luego de que la Corte fuera comandada por Lorenzetti. "Ahora nos sorprenden con su agenda… Ponen temas sobre la mesa y con fallos que pegan en todo. Justo en momentos de ajuste y déficit sacan resoluciones que complican esas metas", cuestionan en el oficialisimo.

De ahí, que están pensando en aplicar una solución "política" durante un segundo mandato. Eso sería ampliar la Corte a 7 o 9 miembros, con mayor participación femenina. "Para eso necesitamos que lo pida el peronismo. Ya hay gobernadores y otros referentes que lo hacen", comentan.

En caso de ganar un segundo mandato, entonces Macri se enfrentará otra vez al dilema "shock o gradualismo"; pero esta vez en el plano judicial. El Presidente está encorsetado en un programa con el FMI (por u$s 57 mil millones) en el que promete llevar a cabo reformas estructurales. Para eso, tal como dijo el senador peronista 
Miguel Pichetto este martes durante un evento del Colegio de Abogados, Cambiemos necesitará construir mayorías para tener gobernabilidad De hecho, para ampliar la Corte, necesitará el apoyo del peronismo para que se apruebe ese paso en el parlamento, tras la negociación por la selección de los nuevos miembros.

El otro camino, comentan en el oficialismo, sería el "institucional". Es decir, no retocar la Corte, pero con la esperanza de que el presidente de la Corte negocie con sus pares para que los fallos sean más moderados. "Rosenkrantz está aprendiendo… Ya le hicieron las mil y una en la Corte… Ahora va a trabajar más en busca de consensos dentro del tribunal", comentaron en el Gobierno. Pero Macri no tendría paciencia, según comentan, a pesar de que le digan que "es el costo del aprendizaje". En Casa Rosada lamentan haber elegido a Rosenkrantz al frente de la Corte, tal como le propusieron a Macri sus asesores más cercanos.

El dilema de Macri, en caso de ganar, pasará por aplicar una solución "institucional" o "política" a la relación del Poder Ejecutivo con el Judicial. Según las declaraciones públicas de Cambiemos, se esperaría que mantenga a la Corte tal como está. Pero, de cara a un segundo mandato, también Cambiemos está mutando y piensa construir mayorías para llevar a cabo reformas. La decisión de Macri y sus asesores dependerá de si los próximos fallos Rosenkrantz siguen en minoría.

En los 10 puntos que difundió la Casa Rosada a la oposición, los empresarios y los gremios, Macri ya adelantó que apunta hacia una reforma laboral, tributaria y previsional. Esta última llegó a poner contra las cuerdas al Gobierno, en medio de protestas violentas en la puerta del Congreso, cuando se trató el ajuste de haberes en diciembre de 2017. Ante esta experiencia, la Casa Rosada apunta a ir a fondo con estas medidas y necesita tener consenso de los actores políticos. Según dijo este lunes en La Nación+ el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se viene una etapa de "mayor convocatoria y apertura general". De ahí que pareciera que más que Rosenkrantz, es la Casa Rosada la "que está aprendiendo" y que adoptaría en un segundo mandato su costado más pragmático para llegar a sus objetivos.

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