IMPEDIR EL INGRESO AL PA S DE FUNCIONARIOS BOLIVARIANOS

Macri desconoce a Maduro, pero mantendrá el canal diplomático

El Gobierno endurece las sanciones y traslada el diálogo al parlamento, bajo control opositor. Impulsarán sanciones regionales y una causa por violar los DD.HH.

El presidente Mauricio Macri desconoció ayer al nuevo gobierno de Nicolás Maduro, que juró por otros seis años al frente del poder ejecutivo de Venezuela. El jefe de Estado calificó al líder bolivariano como "un victimario que se victimiza" y consideró que "su investidura como presidente ahora carece de la autoridad de las urnas y también de credibilidad internacional".

Desde la casa de verano que ocupa en el country Cumelén, en Villa La Angostura, Macri también definió que "Venezuela vive bajo una dictadura" y desconoció por tanto el mandato que el sucesor de Hugo Chávez juró frente al Superior Tribunal de Justicia, en Caracas.

A pesar de haber tensado la cuerda en sucesivas oportunidades, el Gobierno descarta de momento dar el mayor paso en una confrontación en aumento con Venezuela, como lo sería romper relaciones diplomáticas. Ayer, inmediatamente concluida la jura, el vecino Paraguay, donde gobierna Mario Abdo Benítez, tomó esa drástica decisión.

La representación diplomática en la capital está vacante desde octubre de 2015 . El diplomático Eduardo Porretti, encargado de negocios, fue mandatado a atender, principalmente, la situación de los argentinos radicados, así como los intereses de las empresas nacionales con base en el país, y las solicitudes de migración de ciudadanos venezolanos interesados en radicarse en la Argentina, que ya ascienden a 130.000.

Al tiempo de condenar la ruptura del orden constitucional y el estado de derecho en Venezuela, el Gobierno ratificó como único órgano democráticamente electo a la Asamblea Nacional, con cuyo presidente, Juan Guaidó, se comunicó días atrás el canciller Jorge Faurie. Y como nueva medida sancionatoria, el Gobierno definió suspender el acuerdo de exención de visas en pasaportes diplomáticos y oficiales con dicho país, prohibiendo el ingreso de integrantes de alto nivel de la administración Maduro, pero sin afectar al plantel diplomático de la embajada en Buenos Aires.

A su vez, la Unidad de Información Financiera (UIF) fue mandatada a emitir alertas al sector financiero y bancario sobre los riesgos de realizar operaciones con empresas públicas venezolanas o controladas por el Estado.

En agosto de 2017, tras frustrados intentos de diálogo bilateral y concertación en diversos foros multilaterales, la Argentina impulsó y concretó la suspensión por tiempo indefinido del gobierno venezolano en el Mercosur, el único bloque regional que ha emitido una sanción efectiva contra Maduro.

Con la salida de Susana Malcorra del Ministerio de Relaciones Exteriores, que tenía diferencias respecto a la Casa Rosada sobre el tenor de la confrontación con Maduro, el Gobierno impulsó nuevas acciones y propició la creación de una plataforma ad hoc, bendecida por Estados Unidos, para impulsar acciones frente a la imposibilidad de condenar a Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA).

En el marco del Grupo de Lima, la Argentina hace campaña contra Maduro e instala la necesidad de presionar una salida diplomática o política que sea definida con la participación de los actores políticos de la oposición, y sin intervención militar, como evaluó en su momento Washington. Además, presentó ante la Corte Penal Internacional una investigación sobre la presunta comisión de crímenes de lesa humanidad en ese país.

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