Lula asegura que las denuncias lo fortalecen y que será candidato en 2018

El expresidente  brasileño Luis Inacio Lula da Silva declaró que buscar  regresar  al poder en 2018, durante un encendido discurso, anoche, en el que desestimó las acusaciones de corrupción en su  contra afirmando que se trata de una persecución.

Muy popular cuando dejó su cargo a fines de 2010, el líder  histórico del Partido de los Trabajadores (PT) participó de un  acto de campaña en Rio de Janeiro en apoyo a Jandira Feghali, la  candidata comunista a las elecciones municipales de este domingo.

Pero la concentración de un millar de entusiastas activistas  parecía m s bien un acto de campaña del propio Lula para las  presidenciales de 2018.

"Ustedes serán mi apoyo electoral en 2018", declaró durante su  intervención, llamando a sus enfervorizados seguidores a "seguir  luchando por este país".

Lustrador de zapatos cuando niño, obrero metalúrgico más tarde  y posteriormente fundador del PT, Lula se convirtió en uno de los  presidentes más influyentes de Brasil. En su discurso de media  hora, se dedicó a destacar los logros sociales de sus dos gobiernos (2003-10), en especial la reducción de la pobreza y la expansión de la educación.

"Probé que es posible cambiar la historia de este país",  sostuvo. "En Brasil los pobres dejaron de ser un problema; pasaron  a ser parte de la solución", agregó.

El pequeño pero entusiasta grupo, reunido frente a una iglesia  de la zona oeste de Río, vitoreó al ex mandatario de 70 años al  son de tambores y encendieron bengalas. 

La semana pasada, el juez de primera instancia Sergio Moro  acogió una acusación de la fiscalía para juzgar al exmandatario  por corrupción y lavado de dinero en el marco de la Operación Lava  Jato que investiga una enorme red de desvío de dinero entre  empresarios y políticos a través de la petrolera estatal  Petrobras.

Según los fiscales, Lula comandaba ese esquema de corrupción.


 Un juicio podría acabar con sus ambiciones de volver al palacio  de Planalto, mientras varias altas figuras de su gobierno también  est n siendo investigadas, entre ellas sus exministros de Hacienda  Guido Mantega, detenido brevemente el jueves, y Antonio Palocci,  arrestado ayer.

Su ahijada política Dilma Rousseff, además, fue destituida de  la presidencia en un juicio político a fines de agosto.

Lula calificó a los jóvenes miembros de la operación  anticorrupción de "niños fiscales" y dijo que sus enemigos "persiguen al PT para que yo no pueda ser candidato en 2018".

"Dicen que Lula se compara a Jesucristo", ironizó durante el  acto, aludiendo a burlas de que tiene una muy alta imagen de sí  mismo. "No me comparo con Jesucristo, pero yo también soy un  perseguido", concluyó.

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