EN 2013 LO HAB A QUERIDO HACER ANTONIO BONFATTI Y NO CONTÓ CON APOYO INTERNO

Lifschitz estudia la posibilidad de una reforma constitucional en Santa Fe

La necesidad de reformas estructurales y la competitividad del gobernador empujan al oficialismo a pensar en una reelección que frene el crecimiento local de Cambiemos

La administración de la provincia de Santa Fe, a cargo del socialista Miguel Lifschitz, estudia la posibilidad de encarar un viejo anhelo: reformar la constitución provincial.

No es la primera vez que el Frente Progresista Cívico y Social -la coalición conformada por el socialismo, el CC ARI, Libres del Sur, el Partido Demócrata Progresista, un sector de la UCR y un sector del GEN- intenta llevar adelante una modificación de la carta Magna provincial, la cual no sufre cambio alguno desde la década del 60.

Fuentes de la gobernación santafesina explicaron a El Cronista que "indudablemente se tratará de impulsarla durante 2018. Hoy es cierto que sectores que estaban reticentes ahora por lo menos aceptan tratar el tema". Sin embargo, buscan bajar la expectativa señalando que es un camino "muy largo" que recién se empezó a transitar.

La última reforma de la Constitución de la provincia es de 1962. Desde esa época a la actualidad la "provincia sufrió una transformación social y económica impresionante, aparecieron derechos que antes no había y que no están", añadió un hombre del socialismo que sabe caminar por los pasillos del Congreso. No es la primera vez que el Frente busca realizar este cambio. Aunque los contextos son diferentes.

Corría 2013 y el entonces gobernador Antonio Bonfatti anunciaba que iban a impulsar el tema. Bonfatti venía de imponerse en las elecciones y el Frente llevaba seis años al frente de la provincias tras 24 años del peronismo. En esta ocasión, la situación es distinta. Las últimas elecciones dejaron al oficialismo lejos -en tercer lugar- y no sólo perdió representatividad nacional sino que también tuvo problemas en las intendencias. Sin renovación ni candidatos, los socialistas que se opusieron en 2013 dicen que Lifschitz es el único que puede frenar el avance de Cambiemos y quieren discutir la posibilidad de la reforma con su correspondiente reelección.

Frente a esto, en la Casa Gris señalan que "es cierto que algunos sectores que estaban reticentes ahora aceptan", pero explican que ello "no nos asegura que se apruebe". "Hay propuestas y falta mucho tiempo. Indudablemente, está más cerca que se trate la reelección y Lifschitz pueda ser candidato, pero aún estamos muy lejos", añaden.

Un claro ejemplo de este cambio de clima es el diputado provincial socialista Rubén Galassi, quien en 2016 se había mostrado reticente a impulsar una convocatoria similar y hoy señala que "si Lifschitz lo manda, la vamos a aprobar".

En el entorno del gobernador buscan bajarle el tono porque, dicen, la provincia tiene que resolver temas más urgentes como el cobro de la deuda con Nación y el plan de obras públicas y plantear anticipadamente en agenda la posibilidad de la reelección los pone en el radar de Casa Rodada y podría dinamitar los acuerdos logrados.

Según los números que manejan en el Frente, Lifschitz parecería ser el único con una imagen positiva lo suficientemente buena como para poder enfrentar al aparato nacional de Cambiemos que en las últimas elecciones demostró un nivel muy alto de objetivos obtenidos, encabezado por el radical Albor Cantard, electo diputado nacional. Además, la sombra del diputado santafesino por Cambiemos y presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara Alta Luciano Laspina, cada vez se extiende más sobre la provincia litoraleña.

"Hay que plantear reformas porque hay temas muy gravitantes para cambiar y, después, ver si se puede avanzar con la reeleción o no", sentenciaron desde Santa Fe, una de las dos provincias del país, junto con Mendoza, en las que no se habilitó la reelección para el cargo de gobernador.

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