"Las estadísticas demuestran que Argentina va en la dirección correcta"

A horas de disertar en la conferencia de FIEL, remarcó que los indicadores revelan que la economía local se está recuperando y destacó el éxito en bajar a la mitad la inflación

El economista jefe del Banco Mundial para América latina y el Caribe, Carlos Vegh, disertará mañana en la conferencia "Argentina, los mismos desafíos. ¿cuál es la agenda para resolverlos", que organiza la Fundación de Estudios Económicos Latinoamericanos (FIEL) en Puerto Madero.

En diálogo con El Cronista, el economista destacó, entre otros puntos, la política antiinflacionaria argentina, de la que dijo va teniendo un resultado "excepcional", pero alertó que además de la estrategia del BCRA se requiere de una "reducción explícita de los objetivos de déficit fiscal y la alineación de las expectativas de inflación" en las paritarias.

El Gobierno está enfocado en atacar la inflación exclusivamente a través de la política monetaria que aplica el Banco Central. ¿Cree que es una vía suficiente?

La inflación se ha reducido a la mitad en el último año y se sitúa en el 21,5%, siendo la más baja en siete años. Este es un resultado excepcional y una evidencia de la estrategia exitosa del BCRA y de su firme compromiso con una política antiinflacionaria fuerte. Si bien la política monetaria es el instrumento más visible, es parte de una estrategia más amplia para reducir la inflación. Otros instrumentos desempeñan un papel complementario pero crítico. Como, la reducción explícita de los objetivos de déficit fiscal y la alineación de las expectativas de inflación en los procesos de negociación salarial son también fundamentales para un proceso de desinflación exitoso y duradero.

¿Está de acuerdo con que las metas de inflación que aplica el BCRA marquen un sendero exigente?

El anuncio de metas explícitas de inflación es un elemento importante en la estrategia antiinflacionaria de un Banco Central, ya que las metas informan y coordinan a los agentes económicos sobre la trayectoria futura de la inflación, facilitando la política monetaria. En ese contexto, objetivos ambiciosos pero creíbles son importantes para mostrar el compromiso del BCRA, su comportamiento consistente y por lo tanto su credibilidad. En un régimen de metas de inflación, una meta inflacionaria creíble también actúa como el ancla nominal del sistema. A medida que la economía crezca y la inflación continúe disminuyendo, los hogares seguirán experimentando una recuperación de sus ingresos reales, lo que se espera que siga reduciendo las tasas de pobreza.

Ningún país de la región tiene la relación entre el tamaño del Estado y el PBI que ostenta la Argentina, que aún exhibe un alto nivel de pobreza y bienes públicos de baja calidad. ¿A qué objetivo cree que es más importante apuntar, a la baja del gasto o a su eficiencia?

El objetivo fundamental de las herramientas fiscales es lograr un crecimiento sostenible e inclusivo. En ese contexto, equilibrar la equidad, la eficiencia y las consideraciones de sostenibilidad es crucial. Las estadísticas recientes sugieren que la actividad económica está ganando terreno y el bienestar de los hogares está mejorando, al mismo tiempo que el Gobierno está en camino de alcanzar su objetivo de un déficit primario del 4,2% del PBI para este año. Estas estadísticas demuestran que el país va en la dirección correcta para equilibrar estas consideraciones.

¿Cree que el gradualismo fiscal al que recurre la Argentina, política en la que el endeudamiento sustituye el esfuerzo de los recortes, tiene límites?

Una transición exitosa hacia una economía más competitiva y abierta dependerá de la capacidad para crear crecimiento a largo plazo y empleos, mientras se protege a los pobres y vulnerables durante la transición. Un enfoque gradual tiene el valor de buscar el equilibrio entre estas consideraciones. Los resultados por el momento son prometedores. El PBI se expandió cuatro trimestres consecutivos desde el segundo trimestre de 2016. Las inversiones públicas y privadas están creciendo a un ritmo elevado y se espera que el aumento de los salarios reales continúe apoyando el consumo privado, para un crecimiento del PBI del 2,7% en 2017. La expansión económica es amplia y se espera que se sienta en todos los sectores, incluyendo el industrial. El total de empleos formales se está recuperando y los ingresos reales han mejorado. Los empleos registrados aumentaron 0,8% en junio de 2017 en relación con el año anterior, y los salarios nominales experimentaron un aumento anual de 30% contra una inflación de 22%.

¿Cómo se aborda en América Latina el debate sobre la necesidad de incrementar la productividad de las economías de la región?

América Latina parece estar dando un giro: después de seis años de desaceleración, incluyendo dos de recesión, está creciendo nuevamente. Se espera que LAC crezca un 1,2% en 2017, seguido por un 2,1% en 2018. Sin embargo, el crecimiento por sí solo no será suficiente. Los años de estancamiento económico han detenido el progreso social y la región necesita estimular la recuperación económica y encontrar nuevos motores de crecimiento para reducir la pobreza y aumentar la prosperidad. Para ello, necesita invertir en la gente, ya que la región continúa teniendo un bajo rendimiento en educación.

También las actuales deficiencias en logística e infraestructura son obstáculos importantes para el comercio: los costos logísticos promedio son de 3 a 4 veces más altos que en los países de la OCDE. Al mismo tiempo, América latina no puede perder de vista la necesidad de fortalecer la resistencia a las crisis y abordar los desequilibrios externos y fiscales.

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