Larreta: "Por la reducción de los impuestos, vamos a tener que ajustarnos"

Advierte que la ley de responsabilidad fiscal atará en los próximos años la inversión pública en la Ciudad, pero espera mantener el nivel de obras con capital privado

Promedia la mañana y Horacio Rodríguez Larreta lleva algunas horas de actividad antes de encontrar a El Cronista en un céntrico café porteño. Ni los 26 grados que ese día marcó el termómetro en la primera mañana impidieron al jefe de Gobierno salir a correr y, de paso, controlar las obras de extensión del Aeroparque, ni el asfalto caliente con 32 grados al mediodía, en una Ciudad por momentos intransitable, lo alejó del encuentro programado poco antes con vecinos. De lunes a viernes, hasta las 20.30, así continúa la jornada del jefe distrital, que se obliga a retornar a casa para cenar en familia.

Larreta repite como un mantra la palabra gestión, mientras expone los ejes de su plan de gobierno para el año, saluda a quienes lo reconocen y pispea con un asesor el despliegue del operativo para desalojar a los vendedores ambulantes que defienden su última trinchera en el barrio de Liniers.

Asegura que 2018 será un año de profundización del plan de integración de las villas a la vida urbana, de continuidad en las grandes obras, y de cambios para el sistema educativo. No obvia los desafíos: gremios y comunidad docente en alerta, inflación en aumento con disparada de las paritarias, y una recaudación que se ató al compromiso de bajar la carga tributaria.

¿Cuáles son los ejes de la gestión para 2018?

Claramente, todo el plan de integración de las villas, el Plan Integral de Seguridad, y la transformación que estamos proponiendo para la educación. También el plan de obras, que es el más ambicioso en muchos años, con el Paseo del Bajo, proyectado hace más de 50 años, o el levantamiento de las vías de los ferrocarriles... son todas obras que, además, hacemos con la Ciudad funcionando, adecuándonos a eso y a los problemas que genera.

¿Qué evaluación hace el presidente Macri de la situación en la Ciudad?

Él opina de todo. Cuando nos reunimos en el sur (el jueves pasado) hablamos mucho de las obras, y también de la baja de impuestos, y cómo va a impactar en el precio de los productos la reducción progresiva de Ingresos Brutos.

¿Cómo está financieramente el distrito?

La Ciudad tiene números sólidos, con récord absoluto de inversión. En 2014, con Mauricio, habíamos llegado casi al 20% del presupuesto en inversión, gracias a un ahorro en el gasto corriente. El año pasado llegamos al 28%. Eso fue posible gracias a las obras del Gobierno nacional, a la venta de terrenos que tienen afectación específica y cuya plata solo puede ir a inversión y, finalmente, porque la Ciudad ahora puede acceder al Banco Mundial y al BID, donde antes tenía la puerta cerrada. Gracias a estas tres cosas, vos ves el boom de inversión en la Ciudad.

¿Y los números del Gobierno?

Desde ese punto de vista venimos bien; ahora, tenemos el proyecto de ajustarnos, por la baja de impuestos. Nuestra reducción de Ingresos Brutos, en cinco años y de forma gradual, va a ser la más grande de todo el país. Hoy, este impuesto explica más del 60% de la recaudación, y si a eso le sumamos Sellos, que también bajan, llegamos al 70% de nuestra recaudación que se verá afectada. Para el resto de las provincias, eso tal vez significa el 20%.

¿Y por dónde se ajusta?

Y... se ajusta por el lado de la inversión. A partir de 2019, estamos viendo de ir transformando la inversión pública, sumando y reemplazando con inversión privada. La baja de impuestos es muy significativa. Y también estamos impulsando una baja muy fuerte del gasto político, con una reducción en los sueldos de los directores de las empresas públicas, a quienes les bajamos hasta 70% del salario. Seguimos buscando dónde podemos recortar, ya que la Ley de Responsabilidad Fiscal prevé bajar el gasto y bajar los impuestos. Nosotros, en la Legislatura, hicimos votar la baja de impuestos por cinco años, para dar señales de previsión a quienes invierten.

¿Prevén recortes en la planta de trabajadores municipales?

No, recortes no. Hay un recambio propio de gente que se jubila y otra que llega. Vamos a crecer en personal de Seguridad, incorporando más policías, y más agentes de tránsito. Ahora, con la reforma educativa, puede ser que se necesiten también más docentes.

La inflación porteña superó en 2017 el 26%, debajo de las paritarias... ¿van a convocar a los municipales para rediscutir los salarios?

Sí, totalmente. En octubre o noviembre pasado ya se gatilló la cláusula de algunos gremios.

¿Las nuevas paritarias tienen que contar con cláusula gatillo?

No lo sé... No digo ni que sí, ni que no. Cada negociación es particular. Nosotros tenemos buena relación con todos los gremios. Obviamente, hay que adecuarse a la realidad de lo que se puede, ya que la baja de impuestos requiere que seamos muy estrictos con el manejo de los números. Confío en que, gracias al diálogo, lleguemos a un final feliz.

¿Cuánto le preocupa la inflación? Macri tiene el norte de bajarla a un dígito para 2019...

Me tranquiliza, paradójicamente, que al Presidente le preocupe. Él lo ha puesto como uno de los objetivos, y me parece muy bien que así suceda. Y ya está bajando.

¿La reforma educativa es el principal desafío del año?

Es un gran desafío. Tenemos un sistema educativo cada vez más alejado de la realidad del mundo, que no ayuda a los chicos cuando salen de las escuelas. Estoy súper entusiasmado con el cambio, que arranca este año en 19 escuelas de la ciudad con la nueva modalidad de la Escuela del Futuro, donde se diluyen las materias específicas para crear áreas de estudio, incorporamos pasantías al final de la carrera, y los chicos van a una especialidad a lo largo de los años.

Hubo fuertes cuestionamientos al proyecto, sobre todo por la uniformidad de la formación que se podría dar en la Universidad docente... ¿hay posibilidad de dialogar esa parte?

Desde el momento en que se envía un proyecto a la Legislatura, hay voluntad de diálogo. El equipo de Educación, con la ministra Soledad Acuña, viene escuchando a todos, gente de adentro y de afuera del sistema. Yo estoy convencido de que debemos jerarquizar la carrera docente. Y una parte tiene que ver con elevar la carrera a rango universitario.

¿Se resolvieron las diferencias con la Nación respecto al control de los operativos tras las protestas de diciembre?

En general, el dispositivo de seguridad está a cargo de la Ciudad. La primera protesta ante el Congreso ocurrió justo cuando se realizaba la conferencia de la OMC, y por eso, el comando unificado lo tenía el Gobierno nacional. Pero eso, a la siguiente protesta estuvimos a cargo nosotros, con apoyo de la Federal.

¿La responsabilidad de cada operativo se define caso por caso?

La Policía de la Ciudad es la responsable de la seguridad en la Capital Federal. Salvo casos especiales, como ocurrió con la cumbre de la OMC, y alguno que otro para este año, con motivo del G20, como la Cumbre de Líderes, donde tiene la coordinación la ministra Patricia Bullrich, con quien tengo excelente relación. Pero, insisto, son casos excepcionales, y la regla es que la coordinación es de la Ciudad.

¿Qué estrategia tendrán para controlar los piquetes?

La estrategia es apelar al diálogo. El año pasado, salvo contadas veces, no hubo graves interrupciones en el Metrobús, y logramos reducir los cortes en Corrientes y Callao, que eran constantes. Somos muy estrictos en no permitir situaciones de violencia, caras tapadas, o palos. Cuando hubo situaciones de violencia, como al final de la marcha por (la desaparición de) Santiago Maldonado, que entró la Policía y disuadió. Eso va a seguir así. Y, obviamente, cada vez tenemos policías más entrenados, y más efectivos en la calle. Acabamos de egresar 1089 cadetes.

¿Cuánto ha mejorado el tránsito en la Ciudad?

Más que el tránsito, apuntamos a que mejore el transporte público. Eso ha mejorado muchísimo. Para la calidad de vida de la gente, que vos les hagas ganar una hora en los traslados de cada día, es un montón.

¿Van a seguir extendiendo la red de Metrobús?

Sí. Tenemos varias expropiaciones en el medio para continuar el Metrobús del Bajo. El sistema, por sí, necesitan avenidas anchas. Por eso estamos estudiando instalar posibles carriles exclusivos en una avenida, a la ida, y en otra, para la vuelta. Todavía no tenemos ningún caso cerrado.

¿Van a reforzar el subte?

El subte es una enorme prioridad, y estamos haciendo una inversión enorme en comprar más vagones. Ya metimos 250 vagones al subte, lo que mejora la frecuencia y suma pasajeros. Sucede que, con más vagones, viaja más gente, y por eso siempre se viaja apretado en hora pico. En hora pico se viaja apretado en cualquier ciudad del mundo.

¿Preocupa que se sobrecargue la red desde febrero, cuando el boleto de subte sea más barato que el colectivo?

Va a pasar... es imposible que no suceda.

¿Qué cambiará en el tablero la nueva licitación de los servicios de subte?

La calidad del servicio del subte viene mejorando constantemente. Hoy tenés 50% de los vagones con aire, cuando hace cuatro años, había 0%. Con competencia, podemos seguir mejorando la calidad del servicio, sobre todo si logramos que se sume un operador experimentado de afuera. Queremos que participen la mayor cantidad de jugadores posible.

¿Qué pasa con la inversión privada en la Ciudad?

Los permisos de construcción vienen en alza, y eso es muy importante para la generación de trabajo. Y además estamos promoviendo mucho la inversión en industrias creativas, con el Polo Tecnológico de Parque Patricios, donde subió mucho la cantidad de empresas radicadas. También estamos promoviendo la industria audiovisual en Colegiales, y el Distrito de las Artes, en La Boca. Las promovemos porque generan sueldos altos, y valor agregado. Tenemos que aprovechar la movida emprendedora.

¿Y con el déficit habitacional?

Tenemos un plan de integración para las personas más humildes, con la construcción de viviendas. Y después el crédito para la clase media, a través del Banco Ciudad, que en 2017 entregó 11.000 créditos de la mano del Instituto de la Vivienda y el Procrear. El crédito hipotecario va a seguir creciendo, apuntado a la clase media, en algunos casos subsidiado. Tenemos una política muy muy agresiva para llegar al crédito hipotecario.

¿Por qué este reciente desalojo de manteros en Liniers?

Nuestra política es similar a la de Once: separar a las mafias, que las hay, porque hay gente que cobra por tirar una manta o aprovechan el descontrol de la venta ambulante para vender droga, de aquellos que realmente lo hacen para ganarse la vida, para quienes buscaremos alternativas.

¿Una feria, tal vez, como la que hay en Once?

El tema es que en Liniers no hay un lugar físico para hacerlo, pero estamos ocupándonos de cada caso con aquellos que realmente lo hacen como necesidad de vida.

Hace mucho escribió junto con el ahora vicejefe de gabinete, Mario Quintana, Domar el Elefante blanco, un libro con propuestas para el Estado... ¿hay alguna reflexión de entonces vigente en su gestión?

El libro acumuló conclusiones de la experiencia que tuvimos entonces en la Anses. Yo creo mucho en el Estado, creo mucho en la necesidad de mejorar las capacidades del Estado, de poner objetivos, de lograr calidad en los servicios, y todo eso se reflejaba en el libro. Trato de llevarlo a la práctica en la Ciudad, empoderando al vecino, y que más gente participe de la toma de decisiones. Fortalecer el Estado con un foco en la gente.

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