SIN LA CA DA DE LA SOJA Y LOS ACEITES, LA PRODUCCIÓN SUBE 6,6%

La sequía arruinó la buena performance exportadora de la industria de alimentos

En lo que va del año la retracción del complejo oleaginoso explica el resultado modesto del sector alimentos y bebidas. Clara mejora de los precios internacionales

Estancamiento, es la palabra que mejor define la coyuntura que atraviesa la industria de alimentos y bebidas, con señales positivas a nivel de exportaciones, en especial por la mejora de los precios y no tanto por los volúmenes vendidos al exterior, y una recuperación de la producción en rubros como lácteos, porcinos y carne bovina.

Pero con el retroceso del complejo oleaginoso en abril y mayo, producto de la fuerte sequía, el balance de los números sectoriales al cabo del quinto mes, resulta más bien modesto. Ésta es la conclusión a la que llega el último informe de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), según el cual el volumen producido en abril registró un incremento marginal del 0,1%, pero aclara que, "si omitimos el complejo aceitero, la variación interanual logró nuevamente un importante crecimiento del 6,6%, siendo éste el más alto de los últimos 12 meses".

Es también la tendencia que se observa en lo que va del año. En el acumulado del período enero-abril de 2018, la industria de alimentos y bebidas tuvo una contracción del 0,5%, comparado con el mismo período de 2017. Pero el dato saliente es que si no se considera el complejo aceitero, el resto de los rubros "retomó el sendero de crecimiento, evidenciando un 3,7% de expansión de la producción".

Entre los sectores que tuvieron mayor dinamismo en el primer cuatrimestre se destacan lácteos, carne porcina y chacinados, carne vacuna, té y bebidas espirituosas, mientras que los sectores con mayor caída fueron arroz, aceites vegetales, café, carne aviar y yerba mate.

El frente externo

En cuanto a las exportaciones, el sector de alimentos y bebidas sigue siendo un generador neto de divisas, beneficiado, además, por la mejora de los términos de intercambio. En los primeros cinco meses de 2018, las exportaciones de alimentos y bebidas totalizaron u$s 9938 millones, una baja de 0,1% respecto del año anterior, pero hay que subrayar que en ese período se registró una caída de 14,5% en las toneladas exportadas, mientras que los precios dieron un salto de 16,9%.

Una vez más, el efecto sequía tuvo aquí incidencia en el desempeño exportador. Si se excluye del análisis los sectores "grasas y aceites" y "pellets y alimentos para animales" las exportaciones llegaron a u$s 4030 millones "significando una variación positiva del 10,3% respecto del año anterior".

Por su parte, en el período enero-mayo se importaron u$s 780 millones, 5,9% más que en 2017, pero las toneladas cayeron 5,1%. Con este resultado, los primeros cinco meses del año dejaron un superávit de u$s 9158 millones, una caída de 0,6% interanual.

En mayo, por su parte, las exportaciones llegaron a un valor de u$s 2188 millones, con un incremento de 1,8% respecto a igual mes de 2017. "Esto es explicado por una caída del 15,8% en las toneladas destinadas a los mercados externos, y un aumento del 20,9% en los precios promedio", señaló Copal.

En cuanto a las importaciones, mayo tuvo un descenso del 0,7% interanual, totalizando u$s 152 millones de dólares (valor CIF). Así, la balanza comercial de mayo registró un resultado positivo de u$s 2036 millones, un avance del 2,0% en términos interanuales.

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