La imagen de Alberto, entre la urgencia por la crisis y las expectativas

Según algunos estudios, el inicio de la Presidencia no despierta tanto optimismo como en anteriores mandatos. Para otros analistas puede ser parte de una estrategia, por el riesgo del actual contexto económico

La semana pasada se conoció el Índice de Confianza en el Gobierno, que mes a mes elabora la Universidad Torcuato Di Tella. Es uno de los relevamientos más consolidados entre aquellos que leen la opinión pública argentina y se publica desde 2002. Allí se evidenció un alto incremento mensual, del 18%, entre la confianza que despertó el último mes de la administración de Mauricio Macri y el primer mes de Alberto Fernández.

Sin embargo, el valor obtenido por Fernández, 2,32 puntos, se ubicó por debajo de los primeros valores que habían logrado tanto Macri como Néstor Kirchner y Cristina Kirchner al inicio de sus respectivos períodos de gobierno. ¿Cuáles son las implicancias? ¿Hay una menor confianza en este gobierno, o se busca no generar expectativas desmesuradas en una situación de fragilidad?

Para Juan Germano, director de Isonomía Consultores, resulta cada vez más difícil hablar del concepto de "100 días de luna de miel". Según su visión, por lo analizado en las provincias y en América Latina, "los nuevos gobiernos tienen mayores expectativas pero no cuenta el concepto de luna de miel. Es la complejidad de gobernar en el siglo 21".

En el actual contexto, Germano considera que Fernández buscó no generar tantas expectativas, lo que califica de "apropiado, ya que uno de los principales desafíos que tendrá es el económico". En este sentido lo diferencia de Macri, quien además de la cuestión económica había otros mandatos "más soft, como la lucha contra la corrupción o el Indec".

Hacia el futuro, el analista cree que el gobierno de Fernández "va a estar marcado por la negociación de la deuda, es el elefante en la sala. Eso puede responder si su mandato es exitoso o no". Igualmente, advierte que se trata de una condición necesaria pero no suficiente, ya que después tendrá que resolver las variables microeconómicas para que mejore el "metro cuadrado" de cada ciudadano.

Gustavo Córdoba, director de Zuban Córdoba y asociados, comparó la experiencia actual con la de Macri. Según recuerda, "Macri arrancó con el 75% de imagen positiva y sobregeneró expectativas. Después de ver que no cumplió con esas expectativas, la sociedad argentina tiene un comportamiento más racional y prudente con Fernández". En este sentido, consideró que la ciudadanía va a exigirle resultados al presidente, pero "van a esperar menos a corto plazo en comparación a Macri".

Para Juan Pablo Hedo, director de Research de Management & Fit, "es usual que durante los primeros tres meses los indicadores de humor social se mantengan en términos positivos".

A diferencia de otros relevamientos, encuentra varias similitudes entre la situación actual y la de hace cuatro años. En aprobación de gestión al inicio, Macri tenía 46 puntos y Fernández tiene 48. Y en los índices político y económico, Macri tenía 46 puntos en el primero y 38 en el segundo, mientras que Fernández tiene 46 puntos en el político y 41 en el económico.

En donde sí percibe diferencias es entre el diagnóstico y las expectativas. Durante buena parte del mandato de Macri, "la evaluación de cómo iba a estar la situación económica era significativamente más optimista que la evaluación de la situación actual. Una suerte de 'estamos mal pero vamos a estar mejor'", aunque esto no se pudo sostener sobre el final del mandato.

En el caso de Fernández esto es al revés. Para Hedo, "el índice de expectativas ya cayó dos puntos y fue acompañado por una recuperación del diagnóstico de más de 4 puntos".

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