La economía de Macri por Blejer, Pignanelli y Broda: optimistas y críticos

En el "Encuentro de Líderes", cruzaron diferencias y coincidencias sobre las perspectivas para el 2017, las causas que impiden el despegue del país y el efecto que tendrá sobre las principales variables locales el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.

El segundo semestre se encamina hacia su final y los pronósticos sobre el inicio de un nueva fase económica que recoja los frutos del reordenamiento que aplicó el presidente Mauricio Macri en algunos rubros muy decisivos, como el tipo de cambio y las tarifas, ya sacaron boleto para el 2017, sin precisiones, esta vez, acerca de en qué que parte del año se verificarán las mejoras. Entre los economistas que, con matices, consideran inevitables y necesarias las transformaciones al modelo heredado del kirchnerismo prima algún tipo de ansiedad por la falta de resultados y se debaten entre las críticas, algunas muy duras, a aspectos parciales de la política económica, mientras buscan preservar un espíritu positivo respecto del futuro cercano. Esa combinación de sensaciones fue el tono dominante del panel sobre "Visión económica" que, con la moderación del director periodístico de El Cronista, Hernán De Goñi, compartieron los ex presidentes del Banco Central, Mario Blejer (actual vice del Hipotecario) y Aldo Pignanelli, en el Frente Renovador y el consultor Miguel Angel Broda.  

En el "Encuentro de Líderes", los economistas cruzaron diferencias y coincidencias sobre las perspectivas para el 2017, las causas que impiden el despegue económico y el efecto que tendrá sobre las principales variables locales el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.

Para Pignanelli el problema del gobierno es que puso la vara muy alta en cuanto a los efectos que sobre la economía se desatarían tras las medidas que prometían tomar. Según el expresidente del Central bajo la gestión de Eduardo Duhalde la realidad contrastó fuertemente con las estimaciones más optimistas, a partir de un "error de diagnóstico" y hoy "tenemos una inflación del 40%, una pérdida de 7 puntos en el poder adquisitivo de los salarios, una pérdida de 120 mil puestos de trabajo privados y un aumento de 80 mil empleos en el sector público.  "La palabra secreta es la inversión; sin dólares genuinos, es decir por exportaciones o inversión, no va a haber despegue y ese rubro está bastante flojo", advirtió.

 

 

Sin embargo, aseguró que el 2017 va a ser mejor que el 2016. "Esperamos que la obra pública arranque y que el campo, donde ya se notan las inversiones, haga su aporte"

Pignanelli también prefirió hablar, en otro tramo de su intervención, de la  herencia que Macri se está dejando así mismo: "Ojo con el tema de la herencia, que reconozco que era pesada. Pero Macri puede llegar a quedar preso de su propia herencia; ellos (por Cambiemos) cambiaron el paradigma: ya no hablan tanto de achicar el déficit y la política monetaria se sostiene con endeudamiento".

Mario Blejer, pese a que sonaba como el probable ministro de una eventual gestión de Daniel Scioli, fue el menos duro de los tres con las políticas del Gobierno. Advirtió que, entre las causas de las dificultades actuales, se encuentra el dato de que se tomaron una serie de medidas necesarias, pero al haber sido implementadas todas juntas dilataron, aunque no bloquean, la llegada de los resultados esperados. El expresidente del Banco de Inglaterra también atribuyó parte de los males actuales a la situación internacional, donde "el factor Brasil fue el que más perjudicó".

Sin embargo, "debajo de la superficie pasan cosas", advirtió Blejer y basó su optimismo en que hoy muchos empresarios le dicen que, antes que iniciar cosas nuevas, están enfocados en reordenar su negocio en función del contexto, donde ya no existe el cepo y otras trabas para la inversión. "La inflación está claramente en proceso de retroceso, pero eso no es suficiente y no es el nivel de lo que se había prometido", aclaró.

Broda celebra, siempre que puede, el inicio de un ciclo que podría significar el abandono de "70 años de políticas populistas", pero sus adjetivos para calificar algunas de las políticas del Gobierno muestran a un hombre sin pelos en la lengua: "El viraje fiscal a partir de mayo es espectacular". 

Broda advirtió que el Gobierno decidió que las elecciones de 2017 son claves para Cambiemos y "se mandó una política fiscal expansiva tanto para 2016 como para 2017". Aseguró, además que "estamos en una aceleración del gasto  que no tiene antecedentes de la historia". 

Broda, a su vez, relativizó el efecto directo que pueda tener la economía sobre las elecciones de 2017, o viceversa, de ahí su extrañeza frente a los virajes del Gobierno para intervenir en esos comicios con éxito.                                            

Para Broda la política actual del Gobierno es un mix entre política fiscal expansiva y política monetaria contractiva, lo que le parece "complicado". Según graficó es "es como tener prendido al mismo tiempo el aire acondicionado y la calefacción". 

"Veo a la administración Macri desorientada", se preocupó.

Para Pignanelli, en cambio, "es indudable que la economía va a incidir en las elecciones de 2017". Señaló, en este sentido, que hoy hay "21 millones de personas que reciben algún un cheque del Estado", entre jubilados, programas sociales, AUH, según listó como para advertir que el impacto de las decisiones económicas en las legislativas se agiganta sólo por ese dato.   

"La situación se va complicando", señaló Pignanelli y, pese a que coincidió con Broda en el mix reinante de "gasto expansivo y política monetaria contractiva", advirtió que es "contractiva pero con deuda". 

El tema Trump mostró más diferencias entre los especialistas. Blejer advirtió que Estados Unidos, con su reacción contra la globalización por sus negativos defectos distributivos, "está más confundido que el gobierno de Macri". 

Sin embargo, advirtió que algunas medidas de Trump "nos pueden beneficiar, porque el inversor sigue buscando lugares donde se abandone el populismo y nosotros estamos volviendo de eso, por lo que habrá cierta preferencia hacia la Argentina".
 
Broda, en cambio, fue taxativo: "La estrategia argentina ha sido dañada por Trump". Explicó que si el nuevo presidente americano aplica una política fiscal expansiva eso significa tasas de interés mayores y "nosotros somos mangueros seriales". Otro dato negativo sería la "pérdida de independencia de la FED y la posibilidad de que encare un proceso de repatriación de capitales mediante estímulos impositivos y "eso no es una buena noticia para nosotros".

Con cierta desazón Broda concluyó su segunda intervención con la idea de que justo ahora que la Argentina busca “abandonar el populismo , se abre al mundo y se integra a la globalización se da este giro en el panorama mundial con tendencias al proteccionismo. "Cuando abrimos el teatro resulta que el show ya termino".

 

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