Sin piso, la actividad cayó 5,8% en el primer trimestre

El dato desacreditó la versión del Gobierno de que la economía había tocado piso en los últimos meses de 2018.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó esta tarde que la actividad económica cayó un 5,8% interanual en el primer trimestre de 2019.

Asimismo, se registró una baja de 0,2% desestacionalizada en relación al trimestre previo.

El dato desacreditó la versión del Gobierno de que la economía había tocado piso en los últimos meses de 2018.

La tendencia-ciclo, por su parte, mostró que el Producto Bruto Interno (PBI) creció un 0,1% en enero-marzo contra octubre-diciembre del año anterior.

El PBI se ubicó en los primeros tres meses de 2019 en $ 666.751 millones en valores medidos a precios de 2004.

Se trata del nivel más bajo en la medición desestacionalizada desde mediados de 2012, hace casi 7 años, cuando la economía entró en una etapa de estanflación.

La consultora Labour, Capital & Growth (LCG) indicó que la caída se desaceleró respecto a la registrada en el cuarto trimestre del año pasado (-1,3% versus el julio-septiembre 2018), "gracias a la estabilidad cambiaria de los primeros meses del año".

"El desempeño negativo obedece a las altas tasas de interés y la contracción del consumo de la mano de un mayor desempleo y baja de los salarios reales", agregó en un informe.

Guido Lorenzo, director ejecutivo de LCG, dijo a El Cronista que este retroceso es el "más grande" desde 2009 y aunque para el segundo trimestre estiman una mejora de 0,5%, "porque la base de comparación es menor", no esperan un "repunte fuerte" de la actividad.

Así las cosas, el tercer y cuarto trimestre se presentarán "sin variaciones significativas" y la economía llegará "planchada" al momento de las elecciones, "en un nivel bajo".

De acuerdo a la visión de Lorenzo, "los únicos componentes que podrían traccionar una mejora son las exportaciones y un consumo que empiece a desacelerar su caída por una recuperación marginal de los salarios, en comparación con la baja real de 11 puntos porcentuales que tuvieron en 2018".

El Indec observó una disminución de 10,3% interanual en la oferta global, debido a la contracción de 5,8% del PBI y de 24,6% en las importaciones de bienes y servicios reales.

Por el lado de la demanda global, hubo un descenso de 24,6% en la formación bruta de capital fijo, el consumo privado cayó 10,5%, el consumo público 0,2% y las exportaciones de bienes y servicios reales registraron un crecimiento de 1,7%.

La formación bruta de capital fijo o inversión, medida como porcentaje del PBI, quedó en 16,9%, lejos del 25% al que aspiraba el Gobierno para transformar la actividad productiva.

Esto se originó en la baja de 9,9% de la inversión en construcciones y de 4,1% en otras construcciones; a la disminución de 31,5% en maquinarias y equipos y a la caída de 56,1% en equipos de transporte.

Dentro de maquinarias y equipos, el componente nacional decreció un 37,5% y el componente importado, un 28,5%. En equipos de transporte el componente nacional se retrotrajo 54,6% y el importado, 57,8%.

En cuanto a las principales actividades económicas, el valor agregado del sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura creció 7,7% en el primer trimestre con respecto a igual lapso del año anterior, fundamentalmente por el rebote tras la sequía que afectó la actividad en 2018 y la última buena campaña.

La industria manufacturera, en cambio, tuvo un desplome de 10,8%; el comercio mayorista y minorista perdió un 12,6% y la construcción cayó 6,8%.

En la consultora ACM evaluaron: "Oficialmente el país se mantiene en recesión, tras encadenar cuatro trimestres de crecimiento negativo. Todo parece indicar que la caída de la actividad continuaría de no ser amortiguada lo suficiente por el sector agropecuario y el sector financiero, situación que se descuenta que sucederá".

Además, analizaron que las "altas tasas de interés, acompañadas por marchitadas recuperaciones del salario real que se mantienen a lo largo del segundo trimestre del corriente año, caídas no acolchonadas por inversión pública (en parte como consecuencia de la búsqueda de alcanzar equilibrio fiscal), nos permiten inferir que para el 2019 en promedio la actividad se contraiga en torno al 2% interanual".

En adelante, LCG pronosticó que "la economía caerá en 2019 por segundo año consecutivo". "Esencialmente importa el momento en que la actividad logre torcer la trayectoria descendente, por ahora pospuesta debido a la incertidumbre electoral. La desaceleración de la inflación podría consolidar un escenario de estabilidad y permitir que las tasas de interés bajen. Sin embargo, hay que estar atentos a la trayectoria del tipo de cambio real, ya que una apreciación excesiva podría alimentar expectativas de un nuevo episodio de inestabilidad", agregó la consultora.

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