Jubilados, el fallo del año: cómo y por qué la Corte puede poner en jaque al Gobierno

Las claves de una sentencia que, según como se firme, puede resultar decisiva para las finanzas y los intereses de la Casa Rosada. La deteriorada relación entre el Ejecutivo y el Poder Judicial.

A un año exacto de la aprobación en el Congreso de la ley previsional, el Gobierno aguarda expectante el fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el tema, que se conocerá mañana y que, se prevé, será adverso para los intereses ejecutivos. El impacto económico, que variará dependiendo de la letra chica de la sentencia pero se estima será de miles de millones de pesos, es el punto que más preocupa en Casa Rosada. Aunque también creen que la decisión que surja desde el máximo tribunal llevará adherida una carga de tensión política que viene de meses de tirantez en la relación entre ambos poderes.

El caso "Luis Blanco" tendrá derivaciones en otros 11.766 expedientes puntuales que llegaron a la Corte tras ser apelados por ANSeS. "Sabemos que será un sacudón importante, pero hay que ver el detalle de la sentencia, si es que hay sentencia", sostienen fuentes consultadas en el Gobierno. El "si hay" tiene que ver con una expectativa, casi ilusión, con la que juegan en Balcarce 50. Que la decisión de la Corte, aun negativa para el Gobierno, traiga aparejada una consulta al Congreso, para que sea en ese ámbito donde se resuelva qué tipo de fórmula se debe aplicar para el cálculo en el pago de jubilaciones.

En la antesala del fallo, está la interna que se vive desde hace tiempo entre el Ejecutivo y la Corte. La última reunión entre autoridades de ambos poderes se remonta a principios de noviembre, cuando el presidente Mauricio Macri recibió a los titulares del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton, en la Casa Rosada. Desde allí, si bien hubo encuentros en eventos específicos, el diálogo fue escueto. 

Ya desde hace varios meses no se producen los mano a mano entre los jueces con el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro de Justicia Germán Garavano, que se realizaban de manera periódica en el cuarto piso de los tribunales de Talcahuano. Con Rosenkrantz el diálogo sigue siendo fluido y sólido desde lo institucional, pero en el Gobierno reconocen que el presidente de al Corte se encuentra en minoría ante el tridente "peronista" que conforman Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda

Esa mayoría se advirtió en diciembre en el fallo contra el "2x1" a represores y en el rechazo a intervenir en la Ley de Lemas en Santa Cruz. También en la sentencia que obligó a pagar Ganancias a los jueces asumidos a partir de 2017, aunque ese postulado fue positivo para la Rosada, que pedía -y pide- ese gesto de parte de los magistrados, que creen, los igualaría con el resto de la sociedad. "Es una discusión que atrasa", sostienen en Gobierno. 

Lorenzetti, Maqueda y Rosatti vuelven a configurarse como los tres jueces que inclinarán su peso en el fallo de mañana, con una postura a favor de que se aplique el Isbic (Indice de Salario Básico de la Industria y Construcción) y no el Ripte (Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estatales) como método de cálculo para el pago de las jubilaciones. Rosenkrantz defendería el nuevo sistema, aprobado el año pasado por ambas cámaras del Congreso, mientras que  Highton evitaría pronunciarse. La clave pasará por ver el alcance de la sentencia y, esperan en el Gobierno, si se le pide una opinión al Poder Legislativo. 

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