Impuestos y controles: Uruguay evalúa medidas ante la devaluación argentina

Analiza retraer impuestos internos a los combustibles y reforzar controles sobre el tráfico de bienes de consumo. El Gobierno de Tabaré dijo estar "blindado" ante las "inestabilidades" argentinas, pero prepara medidas

Mientras la Argentina vive horas aciagas por sus vicisitudes económicas, del otro lado del Río de la Plata también prestan atención a la devaluación para minimizar el impacto que ésta pueda tener, sobre todo en las ciudades de frontera.

En julio, el gobierno de Tabaré Vázquez determinó reducir un 8% el valor de los combustibles en un radio de 20 kilómetros a la frontera, para devolverle competitividad a las estaciones que lindan con el lado argentino. Ahora, tras el salto del dólar un 35% en agosto, en Montevideo evalúan llevar la rebaja al 15%, tal como exigieron diversas cámaras empresariales en las últimas horas.

Ocurre que el Uruguay es el país con la nafta más cara de la región: importa todo lo que consume, y el Estado grava fuertemente la demanda a través del Impuesto Específico Interno (Imesi), que hoy se propone evaluar. El litro de premium vale hoy $ 57 (u$s 1,77), mientras en la Argentina la nafta de mayor octanaje está $ 39,88 (u$s 1,02). Por la diferencia, los estacioneros de la ciudad de Paysandú, fronteriza con Colón, venden 350.000 litros menos por mes

En este escenario, el titular del Centro Comercial e Industrial de Salto, Alfredo Berretta, dijo a medios locales que hay "incertidumbre en el sector comercial" y consideró que el descuento del 8% del Imesi para las naftas resultó una medida "totalmente insuficiente".

En paralelo, desde el fin de semana la Dirección Nacional de Aduanas de Uruguay impuso un tope de 5 kilos de alimentos por persona para aquellos residentes que crucen a la Argentina para adquirir comestibles. Para productos de higiene y limpieza, sumamente más baratos de este lado, no hubo especificaciones.

Desde el Gobierno argentino dijeron a este diario que trabajarán con sus pares uruguayos para evitar, ante todo, que se restablezca la política de "cero kilo", que rigió años atrás y afectó duramente la integración de ambos lados de la frontera.

Calma uruguaya

En este escenario, la ministra de Industria del Uruguay, Carolina Cosse, declaró este martes que su país está "blindado" ante lo que pueda pasar en países vecinos y aseguró que la economía oriental "no va hacia ninguna inestabilidad".

Cosse también reveló que el Uruguay "estudia los casos de los sectores que se pueden ver afectados por los problemas de inestabilidad de inflación y problemas económicos y productivos que tiene la Argentina", y precisó que las medidas "serán comunicadas en los próximos días".

Antes, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, habló en la misma sintonía al reafirmar que los orientales tienen "reservas internacionales que pueden contemplar cualquier situación" de volatilidad en los países limítrofes.

Como anticipó El Cronista, Vázquez convocó para el 18 del corriente a los presidentes de la Argentina, Brasil y Paraguay para discutir el futuro del Mercosur. Podría ser ocasión para que, en un marco bilateral, el equipo de Gobierno evalúe medidas para mitigar las variaciones económicas y cambiarias.

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