Hebe de Bonafini, el llanto de Garré y los helicópteros

Acompañada por el kirchnerismo y con una orden de detención en su contra, la titular de Madres fue a la tradicional ronda de los jueves, en una Plaza de Mayo completamente vallada y con mucha presencia policial.

La tradicional ronda de los jueves de las Madres en Plaza de Mayo hoy fue diferente. Con un pedido de detención por no haberse presentado a declarar en la causa que investiga un presunto desvío de fondos en la construcción de viviendas a través de Sueños Compartidos, Hebe de Bonafini llegó secundada por buena parte de los dirigentes del kirchnerismo, referentes sindicales, y militantes de movimientos de izquierda, y allí criticó duramente a la "justicia corrupta", a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la diputada Elisa Carrió y el Gobierno nacional.

La Plaza, como es habitual, estaba completamente vallada, aunque la presencia policial dispuesta antes de la Casa Rosada era fuerte y la circulación en las calles Hipólito Yrigoyen y Rivadavia estaba completamente interrumpida. El vallado se cerró en el mismo momento en el que la camioneta que llevaba a Hebe de Bonafini y el resto de las Madres estacionó en diagonal a la Catedral Metropolitana.

Allí, Bonafini leyó la carta pública en la que explicó por qué no se presentaría a declarar y acusó duramente a la Justicia. "No les tenemos miedo a estos hijos de puta", sentenció al cerrar su breve discurso.

Desde cerca seguían sus palabras el Cuervo Larroque, Mariano Recalde, Axel Kicillof, Oscar Parrilli, Carlos Zannini, Martín Sabbatella, Gabriela Cerutti, Luis Delía, Tristán Bauer, Teresa Parodi y los sindicalistas Roberto Baradel, Hugo Yasky y Roberto Pianelli, entre otros. 

Al terminar su discurso, la titular de Madres de Plaza de Mayo decidió regresar a la sede que la entidad tiene al frente de la Plaza del Congreso, a unas cuadras de la Casa Rosada. Un improvisado cordón humano cerró las calles, cortó el tránsito y organizó la marcha, esta vez sin ningún efectivo policial cerca. Lo único que se vio fueron dos helicópteros que siguieron la recorrida a lo largo de la Avenida de Mayo

Cerca de las 17.30, Hebe de Bonafini ingresó al edificio en el que funciona la Universidad. Se recluyó, junto a otras madres, en una de las oficinas. Media hora después volvió a salir, y saludó primero a la ex ministra de Seguridad Nilda Garré, que entre llantos le tomó la mano, y le dijo: "Siempre en la primera línea de batalla".

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