Juan José Gómez Centurión, precandidato presidencial

Gómez Centurión: "Hay que sentir la patria y que no sea todo un área de gerenciamiento"

Alejado del Gobierno, trabaja en un frente electoral que reste a Cambiemos votos por derecha. Dice que Macri comanda un "naufragio" y que CFK reordena el tablero

Juan José Gómez Centurión vuelve a sonar en los pasillos de la política. Ya no por sus polémicas expresiones sobre la dictadura, ni por su gestión en la Aduana, la AFIP o el Banco Nacion durante la presidencia de Mauricio Macri  sino por su alejamiento de Cambiemos y su voluntad de conformar una oferta electoral de centroderecha que compita en las próximas elecciones, con este militar retirado en carrera a la Rosada.

Lanzado con el sello Nos, Gómez Centurión procura conseguir tres partidos políticos nacionales y ocho frentes distritales que respalden sus aspiraciones, para contar con la representación territorial necesaria para su estrategia, que pasa de momento por seducir al electorado alejado de Cambiemos que se opone a la legalización del aborto y ha mostrado optar por opciones no tradicionales en algunas elecciones provinciales, y al "voto uniformado", es decir, a las fuerzas armadas y de seguridad y sus círculos.

¿Por qué dejó el Gobierno y decide hoy ser precandidato?

Hay una mezcla de situaciones personales y de fondo. Yo dejé el Banco Nación el 11 de marzo, tras un proceso que empezó en julio de 2018 al notar una imposibilidad de plantear diferencias en del Gobierno, advertir el peso de no haber hecho en 2016 y 2017 las reformas que hoy nos condujeron a una crisis fiscal-financiera, y el descontento con el debate del aborto, que no formaba parte de las promesas de campaña e iba a contrapelo de los valores de la Argentina.

Figuras de la UCR pretenden ampliar Cambiemos en una PASO... ¿retornaría al espacio?

Una cosa es discutir el rumbo del barco, y otra distinta es amontonar gente en el naufragio. En su momento no hubo espacio para plantear correcciones de sentido común, y ahora lo que hay es un amontonamiento de dirigentes tratando de armar una fórmula electoral, que no es lo mismo. Acá nadie está diciendo qué está dispuesto a hacer.

¿Y qué haría usted?

La política tiene que referenciarse en valores, y no en intereses electorales. Nuestro frente, "Nos", se inspira en la primera palabra del preámbulo de la Constitución, ese pacto entre dirigentes tras años de conflicto y desangramiento interno. Tenemos que regresar a los valores de la Constitución y que hicieron grande a la Argentina: el respeto de la vida, el patriotismo, el respeto de los ciudadanos, y en sentir esta tierra como la patria de los bisnietos, y no como si todo fuera un área de gerenciamiento.

¿Cómo impacta la fórmula Fernández - Fernández?

No puedo opinar objetivamente sobre el impacto. Esperaré las mediciones más serias. Subjetivamente, me da la impresión de que esto ya lo vi, y que terminó muy mal. Mientras se mantenga Cristina como candidata, se construye del otro lado un modelo del terror con posiciones amenazantes para la sociedad. Estos dirigentes miden hace un año 30% cada uno, en tanto un 40% de los argentinos espera una propuesta electoral para ellos, y nosotros estamos en esa vereda. Hay un sector que lo dice con toda claridad: es muy probable que Macri no sea candidato, con lo cual se va a abrir el espectro político.

Si apareciera una "tercera posición" competitiva, ¿formarían parte de esa Paso?

Nosotros recibiríamos con todo gusto a dirigentes que, en el marco de este frente, estén dispuestos a construir desde la política con valores. Los recibiríamos en Nos con todo gusto, siempre que no tengan prontuario judicial ni político.

¿Cómo se sale adelante en lo económico?

El gran agente de distorsión de la economía argentina son los gobiernos, que han generado un Estado desinvertido y una administración pública hiperinflada. Los costos de la administración pública argentina son insólitos, y están desencajados del salario de un ciudadano común. Y a la vez, si no se bajan impuestos al trabajo, al individuo y a las empresas, es imposible producir. Si no hay inversión, no hay trabajo, ni riqueza para sacar a la gente de la pobreza, porque no va a ser el Estado con planes quien saque a la gente de la pobreza. Cada mes hay 21 millones de personas soportadas por el aporte de 8 millones. Si ese tobogán, en cuatro años, no empieza a modificarse, es imposible pensar en desarrollo económico.

¿Por qué propone trasladar la capital?

Porque hay que salir de un modelo que, sistemáticamente, está amenazado por una variedad de factores en Buenos Aires, y ponerlo a 400 o 500 kilómetros de acá. Ya lo pensaron Sarmiento, cuando vislumbró el crecimiento desmedido del puerto, y luego Alfonsín, que mirando hacia el sur propuso Viedma. Cambiar el eje de circulación de la política, el poder y la economía va a permitir la transformación de la Argentina.

¿Cómo se entablan negociaciones con el FMI luego del 10 de diciembre?

El Fondo tiene varias líneas de crédito, y la Argentina ha tomado el crédito stand-by, que es un préstamo de muy corto plazo. Creo posible renegociar el traspaso a líneas de mediano plazo, si acaso hay un plan sustentable. Pero después de esto, los gobiernos tienen que entender que no se puede tomar más deuda. Uno de los modelos virtuosos fue el de la PPP con la obra pública, pero no logró avanzar porque la conducción política genera un riesgo estructural que hace imposible a las empresas invertir a largo plazo. Es el Estado el que genera el riesgo estructural.

¿Se habla con el presidente o el jefe de gabinete?

No.

¿Cómo es su relación con Elisa Carrió?

Es muy buena, pero hace tiempo que no hablamos.

¿Le seduce una figura como la de Jaír Bolsonaro?

No. Me parece un presidente que puede ser, en Brasil, una muy buena solución, pero depende de los brasileños. Los liderazgos políticos son trajes a medida, y cada nación elabora su traje de acuerdo a las necesidades. Creo que Cambiemos tendría que haber encarado con liderazgo un proceso de reformas que hoy está haciendo Bolsonaro en Brasil, y aquí no se hicieron.

Cambiemos enfatiza la política de combate al narcotráfico. ¿Logró el objetivo de seducir a un electorado compartido?

Al Gobierno le fue muy mal en materia de seguridad y defensa. El combate al narcotráfico es un gran fracaso, y la política de secuestro que vemos en los medios es la estrategia que no funcionó en los países que encararon una lucha seria. En cuatro años, sigue vacante el área de Inteligencia criminal. No tiene director. El narcotráfico no se combate con personas paradas en las rutas, sino averiguando dónde están las bandas y cómo es su logística. Y en Defensa, el Gobierno no hizo absolutamente nada para corregir la desinversión y, por el contrario, la acentuó en áreas que esperaban volver a funcionar.

¿El narcotráfico se combate con fuerzas de seguridad, o con militares?

El narcotráfico debe ser combatido por todo el Estado, con la UIF o con el Sedronar, que este Gobierno desarticuló. No hay estrategia tampoco en el accionar de la fuerzas federales ni enfrentar la inteligencia delictiva, que Carrió propuso con una reforma de la AFI que creaba un órgano dedicado a luchar contra el crimen organizado, que es el ordenador de todo delito en la Argentina. Hay que ir a combatir la producción de droga en la Argentina, y su rastro que llega a los barrios, que es el paco.

¿Hay un desmanejo de los organismos de Inteligencia?

El Gobierno no ha tenido una política clara en la materia. Los entuertos que vemos en las noticias desnudan que la AFI no hace inteligencia para el Estado, sino que hay personas orgánicas o inorgánicas que trabajan para la política. Si el Presidente hubiera tenido inteligencia estratégica en temas básicos, no habría jugado todas sus cartas en las elecciones de EE.UU. por Hillary Clinton, o hubiera previsto un triunfo de Bolsonaro en Brasil. Hay un desorden muy importante y muy peligroso.

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