Espert: "Si el dólar sube 20% en 2018 no hay que tener pánico"

José Luis Espert pronosticó que la situación económica durante 2018 atravesará un camino "muy parecido" al recorrido en 2017, al considerar que la inflación anual oscilará entre 20 y 25 por ciento, que la actividad volverá a crecer en torno al 3% y que el tipo de cambio evolucionará al son del alza general de los precios.

"En lo macroeconómico, 2018 va a ser parecido a 2017. Crecimiento del 3%, inflación entre 20 y 25%, alguna creación de empleo impulsada por la obra pública porque el sector privado está pinchado y como es el año previo a una elección presidencial vamos a tener una efervesencia importante: el 21 hay una marcha, el peronismo empieza a aglutinarse de nuevo y eso puede generar mayor tensión que en 2017", comentó, en diálogo con A24.

Y añadió: "Si bien el programa es completamente inconsistente, yo no veo que esa inconsistencia emerja por la suba de la tasa de interés norteamericana. Podemos tener un 2019 menos benigno que 2018 pero no veo un año crítico. Pero sí un año más pálido que 2018."

En ese sentido, Espert aseguró que la sociedad no debe asustarse si el dólar crece un 20% durante 2018, debido a que el tipo de cambio mostró una evolución similar a la inflación desde el fin de la convertibilidad.

"A la larga, si miramos los números, el dólar sigue a la inflación. Si nos paramos en diciembre de 2001 cuando terminó la convertibilidad, la inflación en dólares se multiplicaron por 19 y hoy lo tenemos en $ 20. No habría que descartar que con una inflación entre 20 y 25%, si el dólar sube 20% no hay que tener pánico", señaló.

Asimismo, el economista sostuvo que la inflación continuará en torno al 20% mientras el Gobierno continúe con la actualización de las tarifas de los servicios públicos.

"No tengo claro la inflación que puede llegar a haber este año, pero creo que el piso es 20% y el techo es 25%. Hay que pensar que la inflación esté entre 20 y 25% mientras se sigan ajustando tarifas. El Gobierno se había fijado metas muy poco realistas en relación con el conjunto de la política económica. Pero el 28 de diciembre abandonó la lucha contra la inflación en los términos en los cuales la había pensado", dijo.

Además, Espert realizó un balance de la gestión económica del Gobierno. "Hay espacio para ver un medio vaso lleno y medio vaso vacío. A fines de 2015 teníamos problemas muy serios, este equipo económico evitó una crisis a la que seguramente hubiéramos ido. Pero tampoco es el mejor equipo de los últimos 50 años. La perspectiva no es para descorchar champán, vamos a crecer 3% como el año pasado", argumentó.

En otro orden, el economista descartó que se aproxime una crisis de empleo y de hecho afirmó que el sector privado no está destruyendo puestos de trabajo. 

"No creo que se venga una etapa de desempleo 'feroz' en Argentina. Ni siquiera veo que el sector privado esté destruyendo empleo. El sector público tampoco. Sí sube la tasa de desempleo pero es porque hay más gente que busca trabajo y no lo encuentra", manifestó.

Por otro lado, Espert ironizó que el presidente, Mauricio Macri, es un "excelente comentarista" de los problemas económicos de Argentina al insistir en que no aplica las correcciones que proclama en sus discursos. 

"México, Perú, Chile y Brasil, en algunas cosas, muestran que otro camino es posible. Perú hace 20 años tenía 65% de pobreza y hoy tiene menos pobres que nosotros. Eso es porque fueron al comercio con el mundo y redujeron al Estado a un nivel pagable. Aunque Macri proclame esas cosas, pareciera ser el mejor comentarista de los últimos años, porque no aplica ninguna de ellas. Mi hipótesis, algo perversa, es que Macri lo hace para poder pasar la gorra y conseguir financiamiento en el mundo, porque si mostrás que querés hacer reformas estructurales es más fácil conseguir financiamiento, aunque nunca las haga, que si despotricara como Kicillof o Cristina", dijo.

Y concluyó: "Hay financiamiento, pero el mundo no se está volviendo loco para invertir en fierros acá. Tenemos uno de los porcentajes de inversión más bajos de América Latina de 16%. La deuda sirve para no hacer un ajuste más brutal como habría que hacer en el sector público, como quiere el argentino promedio. Eso es pan para hoy y hambre para mañana, porque hay que pagar después la deuda."