En las vísperas del paro, las pymes reclaman retomar la agenda productiva

Reactivación del mercado interno, fuerte baja de las tasas de interés y medidas de la AFIP para descomprimir el perfil de deuda de las pequeñas y medianas empresas en el corto plazo, son las prioridades de la agenda pyme. 

A menos de 24 horas de que comience un nuevo paro general, convocado por las principales organizaciones sindicales, desde las pequeñas y medianas empresas ratificaron la necesidad de atender con urgencia una agenda orientada a la reactivación de la economía y aliviar la presión tributaria sobre el sector pyme.

Pese a las diferencias entre las entidades representativas del sector, algunos temas atraviesan a todo el entramado pyme. Entre ellas, el nivel de las tasas de interés y la carga impositiva ocupan los primeros puestos. También la posición de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) respecto de las empresas con deudas ante el fisco.

Marcelo Fernández, presidente de la Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA), confirma el acompañamiento de la entidad a la medida de fuerza porque "si los trabajadores se manifiestan por la industria y la producción, nosotros no podemos no hacerlo". 

Para Fernández hoy la prioridad pasa por "la reactivación urgente del mercado interno, a través de la recuperación del salario y el comercio administrado, para que sepamos que no va a haber importación de todos los productos que hacemos acá". 

Además, indicó que es necesaria "la baja urgente de las tasas de interés, y que la AFIP nos saque el pie de encima". Al respecto, Fernández destacó que no prentenden desconocer los compromisos con el organismo recaudador pero sí que sea "en un plazo lógico y que nos permite trabajar porque si te embargan, desaparecés y no existís más como empresa".

Sobre el costo del financiamiento, el empresario pyme explicó que un nivel razonable sería "entre 18 y 20% anual para invertir en equipamiento y capital de trabajo", muy por debajo de lo que hoy se cobra en el mercado.

"No podemos tener una tasa del 60 o 70% y que nos pongamos contentos porque la bajan al 50%", enfatizó Fernández. y se pregunta: "¿Qué pyme tiene un retorno del 50% anual?"

En la misma línea, Pedro Cascales, secretario de Prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), valoró la medida tomada por la AFIP de poner un tope de 2,5% de tasa de interés mensual para planes por deudas con el organismo, pero las pymes que tienen un stock acumulado de deuda con bancos "pagan una tasa Mipyme de 61%, una tasa general efectiva anual de 87% y un adelanto con acuerdo en el 100%".

Además, para la tasa tope del 2,5% mensual hay que tener el certificado Pyme vigente, y a fin de mes, en apenas cuatro días, vence el plazo para hacerlo. En caso contrario, se perderían los beneficios otorgados por el Gobierno, entre ellos, esta tasa límite. 

CAME se manifestó contraria al paro, argumentando que "en un contexto delicado de la economía, un nuevo paro a 30 días del anterior, preocupa severamente al sector pyme". La entidad explicó que la última medida de fuerza del pasado 30 de abril generó "pérdidas en la industria y el comercio por unos $ 20.000 millones", aunque sólo cerró un 19% de los comercios.

Entre otros temas, CAME aboga por el rápido envío del proyecto de ley Pyme II al Congreso, y atender la situación de emergencia de muchas pymes, en especial las que están concursadas. Otro tema, que esperan pueda ser tratado recién en 2020 -no hay margen para hacerlo este año en medio de la campaña electoral- es la reforma laboral, que genera mucho rechazo en los sindicatos.

Para Cascales hoy "el tema central sigue siendo la actividad, con caída del PBI y la inversión". En ese sentido, señaló que "tiene que haber medidas para atender la emergencia", y aclaró que eso debiera ser así "a menos que haya un rebote de la actividad que hoy no vemos".

Al respecto, un informe de Proyecto Económico, que orienta la diputada Fernanda Vallejos (FPV), destaca que "tarifazos y devaluaciones con tarifas dolarizadas redundaron en una inflación muy superior a cualquier incremento salarial, reduciendo el poder de compra de los trabajadores". Según el documento, la caída acumula 20% desde 2016.

Y agregó que "la brecha entre la inflación alimentaria y la evolución salarial alcanza un 21,8% en los últimos 12 meses". Esto explica la suba en la tasa de incidencia de pobreza, que llegó al 35,9% en el último trimestre de 2018.

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