Empresarios buscan respaldo oficial a créditos para capital de trabajo luego de la cuarentena

Comenzaron sondeos con bancos públicos para analizar la forma de facilitar el crédito al sector productivo, a través de garantías del Estado. Muchas empresas quedarán muy golpeadas tras la pandemia

Con la vista en el día después de la cuarentena, en el sector privado saben que será muy difícil volver a poner las fábricas en marcha y para ello están intensificando contactos con el sector financiero para facilitar el acceso al crédito productivo.

La idea es lograr algún tipo de garantía del Estado para respaldar los créditos -estiman que numerosos y por un monto elevado- que requerirán las empresas para levantarse del fuerte golpe que les asestó el parate por la cuarentena de coronavirus.

El crédito para capital de trabajo es uno de los temas que más preocupa hoy al sector empresarial, al punto que ayer ocupó gran parte de la reunión -vía Zoom- de Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA), que reunió a unos 70 empresarios de todo el país. Allí se anticipó que empezaron contactos con bancos públicos, por ahora a nivel de equipos técnicos, para evaluar la viabilidad de la propuesta.

La idea es conversar también con la banca privada, porque entienden que se necesitará más acceso al crédito y velocidad en el otorgamiento de líneas productivas.

Si bien el proyecto se encuentra aún en estado incipiente, el objetivo de los industriales es comenzar a pensar el día después de la cuarentena. Temen que al hacer el conteo de daños, muchas empresas pequeñas, medianas e incluso algunas grandes tengan serios problemas para volver a operar.

"Cuando salgamos de esto (la cuarentena) la cuestión será saber la cantidad de empresas que se van a salvar y cuántas se van a caer y detrás de ellas los empleos que se pueden perder", admitió con inocultable preocupación un industrial con negocios en todo el país.

"Hasta ahora el DNU 376/20 (pago del 50% de haberes privados) colabora con los salarios pero no con capital de trabajo ni con descuento de cheques", apuntó otro industrial.

Para pago de salarios el Gobierno dispuso una línea de $ 30.000 millones a través del Fondo de Garantía Argentino (FoGAr) que administra el BICE. En el caso del fondo para capital de trabajo, el mayor obstáculo puede ser el monto que se requerirá, muy superior a la línea para salarios.

La magnitud de la caída es tal que será necesaria la mano del Estado y del sistema financiero para la recuperación económica, dicen. "Si hay que salvar a las empresas, habrá que ver cómo se pueden aplicar las normas de Basilea", sostuvo un empresario pyme, en línea con propuesta de garantía estatal.

En el marco de la reunión de Junta de la UIA también hubo "apoyo a la estrategia para la reestructuración de la deuda", indica un comunicado de la entidad. Para los empresarios el acuerdo con los acreedores es la llave para generar un escenario de previsibilidad macroeconómica, imprescindible para impulsar la inversión privada y la generación de empleo.

Por otra parte, un grupo de empresarios también expresó su "apoyo al proceso de negociación abierto por el Poder Ejecutivo Nacional", entendiendo que es fundamental que "concluya de manera exitosa, con el mejor acuerdo posible".

Firmaron el documento Alejandro Simon (ADIRA), José Urtubey (Celulosa Argentina), Marcelo Figueiras (Laboratorios Richmond), Martín Umaran (Globant), Martín Cabrales (Cabrales S.A.), Pablo Peralta (Grupo BST/Orígenes), Mara Bettiol (UART) y Fabián Castillo (FECOBA).

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