Elecciones: tres distritos que pueden traerle un dolor de cabeza a Vidal

La orden del prematuro comando electoral de Cambiemos, filial bonaerense, es una reedición de la impartida para las legislativas de 2017: evitar las internas en distritos que gobierna el oficialismo. Pero siempre hay una excepción a la regla. En esta ocasión, incluso podría haber dos: Mar del Plata y San Isidro. 

La ciudad balnearia, cabecera de General Pueyrredón, será un caso testigo. Gobernada desde 2015 por el vecinalista Carlos Arroyo, enrolado desde entonces en el macrismo a pesar del supuesto destrato; su gestión es cuestionada desde La Plata y hasta por la propia María Eugenia Vidal. Ambos protagonizaron un resonado cruce de temporada. 

Desde la gobernación imponen la figura del diputado Guillermo Montenegro, que llevó a su esposa y a su suegra al acto de inauguración oficial que despertó la ira de Arroyo por dejarlo al sol. Pero como la figura del ex embajador no estaría rindiendo en las encuestas, los socios de Cambiemos se multiplican para anotarse.

"Al marplatense no le gusta que le impongan a alguien de afuera y eso transmite Montenegro", analizó un eventual competidor del PRO. Por eso, el vidalismo ya pensó un Plan B: días atrás, se lanzó virtualmente en las redes Maximiliano Abad, presidente del bloque de Diputados de Cambiemos en la Legislatura. 

No es el único de origen radical con pretensiones: se suma a la concejal Vilma Baragiola. También suenan en la danza de nombre el senador Franco Bagnato y el diputado Guillermo Castello, de la Coalición Cívica. 

Al sembrar la duda sobre la continuidad de Daniel Salvador como vicegobernador, el radicalismo provincial a su cargo organizó un Operativo Clamor 2.0 ante las declaraciones del intendente Jorge Macri, quien dijo a que al segundo lo debe elegir Vidal. Ahora están organizando un foro de intendentes para el viernes 22 en Berisso, aprovechando el anticipado homenaje a Crisólogo Larralde, para replicarle al primo presidencial con una foto de unidad.

La sangre no llegaría al río: el PRO sabe que una eventual ruptura institucional con la UCR podría generar entre los socios de Cambiemos un sinfín de explosiones distritales, en especial en el interior provincial con fuerte presencia radical. 

La otra posible interna en terruño propio: al histórico Gustavo Posse, que este año será el último en el que podrá aspirar a una reelección por una modificación del vidalismo, le surgió un competidor para una primaria de Cambiemos en San Isidro. El titular de la AABE, Ramón Lanús, no disimula sus intenciones: está manteniendo cuatro veces por semana charlas con vecinos del distrito.

Lanús hasta armó una página web de precandidato. Igual faltan meses para dilucidar si irán a internas o llegarán a un acuerdo. 

A estos casos se sumaría, además, la pulseada local que generó el anuncio del ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, de querer disputarle el poder en La Matanza al tándem peronista Verónica Magario-Fernando Espinoza (actual y ex intendente se dividirán para una boleta local y otra provincial). 

La admisión de lo que era un secreto a voces generó más molestia en Cambiemos, filial local, que en el oficialismo matancero. "Estoy seguro de que recapacitará y seguirá concentrado en sus funciones o, por lo menos, renunciará para dejar el cargo a quienes le den a la educación el verdadero lugar que se merece , lo chicaneó el concejal Miguel Saredi, según el sitio web el1digital.com.ar. 

Ex massista, Saredi se lanzó como precandidato a intendente 2019, otra vez, ahora reivindicando a Cambiemos. Junto a delegados de Finocchiaro, se disputa la minoría del concejo deliberante local con el ministro, frente al PJ oficialista. Cabe recordar que el diputado lilito Héctor "Toti" Flores también es una figura de peso opositora en el bastión peronista.