Elecciones 2019: Macri tiene mejor base pero son más quienes votarían a un opositor
Es lo que muestra una encuesta de Udesa, que analizó el escenario electoral, la aprobación del Gobierno y cómo evalúa el electorado el manejo de las principales políticas públicas.
El 62% de los encuestados desaprueba la gestión del Gobierno y el 35% la aprueba. Si bien son números negativos para el oficialismo, se cortó la tendencia negativa, ya que desde julio ambos números se encuentran estabilizados. El mejor momento para el Gobierno fue en octubre de 2017, cuando la aprobación trepó al 66%. Desde ahí comenzó una caída que se detuvo en julio, y a partir de ese mes se observa una relativa estabilidad.
Entre quienes aprueban la gestión se nota un mayor apoyo en la clase alta (el 50% aprueba y el 49% desaprueba), a contramano de la baja (33% a favor y 64% en contra). De la misma forma, los mayores de 65 son quienes más apoyan la administración Macri: 47% positivo y 49% negativo. La contrapartida son los jóvenes de entre 18 y 24: mientras que el 23% apoya, el 73% se opone.
Sin embargo, se nota un leve pero constante incremento de la aprobación entre la clase baja: del 29% de julio subió al 33% en diciembre. Los otros estratos, en cambio, se movieron de forma más inconstante.
Esto se desprende de la última encuesta de satisfacción política y opinión pública, un relevamiento de la Universidad de San Andrés que se realizó entre el 23 de noviembre y el 6 de diciembre y contó con 1015 entrevistas.
Además, estos datos se condicen con los niveles de satisfacción política. Por ejemplo, el 76% de los consultados sostiene que está insatisfecho con la marcha general del país. El 21%, del otro lado, dice estar satisfecho. Al igual que en cuanto a los índices de aprobación de la gestión, se nota una mayor satisfacción entre las personas de más edad y de estrato socioeconómico superior.
De la misma forma también se puede observar cierta estabilización en los últimos meses. Tras llegar al 22% en julio y tocar el piso de 18% en agosto, diciembre muestra un 21% de aprobación. La clase baja, que había tocado un piso histórico de 14% de nivel de satisfacción en agosto, en diciembre remontó hasta el 20%.
Sin embargo, a la hora de analizar los poderes del Estado, el Ejecutivo es el que sale mejor parado. Con 23% de aprobación 69% de desaprobación, está mejor que el Congreso, que tiene un 17% a favor en Diputados y 15% en el Senado. La Corte Suprema de Justicia de la Nación es quien muestra los peores índices sobre su accionar: el 13% está satisfecho y el 81% lo desaprueba.
Políticas públicas, en deudaTambién se analizó la percepción sobre las políticas públicas implementadas. Hay dos que, si bien la diferencia es negativa, muestran los mejores números y se desprenden del resto. La primera son las obras públicas y de infraestructura, con un 40% a favor y 52% en contra. La otra es la política exterior: después de un G20 que tuvo más luces que sombras, el 40% aprueba y el 47% no.
Del otro lado, las políticas públicas con peor valoración son la económica (12% contra el 85%) y la política de seguridad (17% contra 79%). Tienen que ver, además, con temas que el gobierno había marcado como prioridades antes de asumir.
Al consultar sobre los principales problemas del país, lo vinculado a la seguridad y delincuencia se lleva todos los flashes: es una preocupación para el 71% de los encuestados, en una pregunta con respuestas múltiples. Le siguen la inflación (40%), el desempleo (34%) y la corrupción (33%).
En cuanto a la evolución de estos temas, la inseguridad estaba en primer lugar, pero incrementó la diferencia. La corrupción, a contramano, cayó del segundo al cuarto lugar de las preocupaciones. Y el desempleo, que estaba más relegado, volvió a tomar su lugar.
Las elecciones, en la miraAdemás de analizar las percepciones actuales, el relevamiento se involucra en las elecciones del año que viene. En primer lugar, a la hora de determinar los espacios, se ve que los opositores al Gobierno superan a quienes lo apoyan: el 28% sostiene que votaría un candidato de Cambiemos a presidente, mientras que el 33% elegiría a un opositor, aunque no se aclara cuál. El 39%, mientras tanto, aún no sabe o no responde la pregunta.
El relevamiento anterior, de octubre, tenía una leve ventaja para el Gobierno: 29% de personas con intenciones de votar al Gobierno contra 28% de hacerlo por un opositor.
También se analizan algunos de los posibles candidatos a presidentes. Quienes cuentan con bases más sólidas son quienes tienen experiencia en el cargo. A Mauricio Macri, el 18% dice que seguro lo vota y el 23% podría hacerlo. A Cristina Kirchner, mientras tanto, el 16% dice que lo hará y el 12% que podría hacerlo. Sin embargo, hay una diferencia mayor entre quienes jamás los votarían: mientras que el 49% nunca votaría a Macri, el 64% jamás votaría a Kirchner. Es decir, entre ambos, Macri cuenta con un piso y un techo más altos.
El resto de los candidatos tiene una base más chica de personas que seguro los votarán, y ninguno supera el 5%. Sin embargo, el caso de Roberto Lavagna se destaca, tiene un 33% de adhesiones y un 35% de personas que jamás lo votarían, el registro más bajo de la serie. Sergio Massa, mientras tanto, no puede perforar un techo que se planta en un 55% en contra, algo parecido a Felipe Solá, que tiene el 49%.