El plus de fin de año puso en crisis la relación entre la UIA y el Gobierno

Dicen que la Casa Rosada sólo negoció con la CGT. Se profundiza el quiebre en medio de una caída de la actividad donde responsabilizan a las políticas oficiales

El bono de fin de año abrió una grieta entre los industriales y el Gobierno. La sensación de los empresarios que conforman la Unión Industrial Argentina (UIA) que fueron invitados a firmar un acuerdo para otorgar un bono de fin de año que ya había sido cerrado con los sindicatos fue in crescendo ayer durante toda la jornada.

En las reuniones del martes de la central industrial no faltaron reproches de aquellos que aseguran no tener espaldas para afrontar el pago de los $ 5000; y aunque en un primer momento apuntaron contra el presidente de la entidad, Miguel Acevedo, finalmente las críticas terminaron encausándose en una sola dirección: la de la Casa Rosada, Balcarce 50.

Acusaciones entre sectores fabriles se redirigieron a Balcarce 50

 

La reunión del Comité Ejecutivo que la UIA tuvo el martes luego del encuentro tripartito fue tensa y varios sectores industriales le plantearon a los directivos que no están en condiciones de pagar.

"No solo fuimos convidados de piedra, porque ya estaba cerrado, sino que este pedido se hace en medio de una fuerte caída de la actividad que es consecuencia de las políticas económicas de Cambiemos", explicó una fuente de la gremial empresarial que desde hace tiempo viene reclamando por la falta de políticas proactivas para el sector.

Los empresarios culpan a las políticas del Gobierno nacional por la fuerte caída que sufre la actividad

Un punto fundamental respecto a la posición tomada por los empresarios era el cómo iba a figurar este pago.

Los industriales aseguran que entienden el contexto de caída de salario y aunque estuvieron duros en la negociación con el Gobierno y la CGT, sellaron el acuerdo con una sola condición.

Para la UIA era fundamental que el decreto señalara que los $ 5000 formaban parte de la renegociación de la paritaria o de futuros aumentos.

 

La cúpula de la UIA entiende que el Gobierno los llamó con el acuerdo ya cerrado con la CGT

 

Este fue el párrafo pedido por los industriales casi hizo tambalear el acuerdo ya que los sindicatos no aceptaron que se tome a cuenta de futuros aumentos.

Además, reclamaron que quedaran establecidas facilidades para aquellos que no puedan afrontar el costo en dos cuotas. 

El encargado de plantear esta posición y de velar por los intereses de los empresarios fue el vicepresidente de la UIA , el abogado Daniel Funes de Rioja, quien se encargó de aclarar públicamente que el "60% de las empresas no lo pueden pagar", y pidió "financiamiento" para poder afrontarlo.

Consultado por El Cronista en el marco de la 10° edición de Automechanika, que comenzó ayer el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, señaló que todas las empresas, aún las que están en una situación difícil, puedan afrontarlo.

El ministro confirmó que el bono será no remunerativo, como "excepción por única vez", y que "se está viendo de permitirle a las empresas pagarlo en más de dos veces, integrarlo al acuerdo paritario o tomarlo a cuenta de futuros aumentos", como informó ayer El Cronista.

Sobre el compromiso de evitar despidos, el ministro Sica sostuvo que se creará una instancia en el ámbito del Ministerio que conduce -que absorbió al ahora desaparecido Ministerio de Trabajo- para que las empresas puedan negociar con los sindicatos mecanismos que los impidan.

Este punto también generó fuertes discrepancia en el seno de la entidad empresaria ya que hay sectores que están reduciendo horas extras, turnos y también sus planteles de empleados consecuencia de la fuerte caída del mercado local y la crisis económica que el gobierno reconoce pidiendo un bono de fin de año.

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