El plan de Macri y Bolsonaro para "despolitizar" el Mercosur

En su visión "2.0" de la unión aduanera, propician la aprobación de un presupuesto único con recortes en los foros políticos y sociales, que consideran "ideologizados" por Lula y el kirchnerismo. El Parlasur, cada vez más desdibujado. 

El Mercado Común del Sur que integran la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay celebra esta semana una nueva cumbre de Jefes de Estado y se dispone a aprobar una serie de medidas tendientes a modernizar la unión aduanera fundada en 1991, y de paso cortar el poder de fuego de foros políticos y sociales que se consideran prescindibles.

El miércoles, en Santa Fe, Mauricio Macri traspasará la Presidencia Pro Témpore (PPT) del bloque a su par de Brasil, Jaír Bolsonaro, quien en vísperas de su segunda visita al país cargó contra la "tendencia ideológica" del Mercosur, ya que, en su parecer, el bloque abandonó sus objetivos originarios durante las presidencias de Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil y Cristina Fernández de Kirchner en la Argentina.

En plena sintonía de administraciones, y con el nuevo brío que da al Mercosur el reciente acuerdo de asociación estratégica con la Unión Europea (UE), Macri y Bolsonaro acordaron una agenda de modernización que empezó en los albores del año y continuará hacia adelante mediante el recorte de órganos de participación y una dinamización de las actividades del ente.

Este lunes, en la antesala de la cita presidencial, el Grupo de Mercado Común (GMC), órgano ejecutivo del Mercosur, debatió un marco normativo para fijar un presupuesto único, que implica acabar con las cajas diseminadas por organismo, y de ese modo, desactivar foros considerados "inconducentes"  y que, en la práctica, son hoy muy críticos de la visión política y económica de Macri y Bolsonaro.

En esa "línea de fuego" figuran el Parlamento del Mercosur (Parlasur), el Instituto Social del Mercosur (ISM), el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (Ippdh) y la Unidad de Participación Social (UPS), entre otros.

¡No es a Londres, es un tren a Santa Fe! #MercosurSantaFe

Los coordinadores del Grupo Mercado Común (GMC) se reúnen en la Estación Belgrano de @SantaFeCiudad pic.twitter.com/OWN6If2mkp

— MERCOSUR (@mercosur) 15 de julio de 2019

En abril, el canciller Jorge Faurie suscribió en nombre del gobierno argentino un acuerdo marco para suspender la elección directa y democrática de parlamentarios del Mercosur, que se realizó por única vez en la Argentina en simultáneo con los comicios presidenciales de 2015. El presidente Macri adujo entonces que el Estado gastaba "una fortuna" en las dietas. 

El divorcio entre el órgano ejecutivo y el parlamento con base en Montevideo es tal que el cuerpo legislativo todavía cuenta con representantes de Venezuela, pese a que la nación caribeña está suspendida del bloque luego de que se le aplicase la "cláusula democrática" del Pacto de Ushuaria, a raíz de las denuncias por violación de los derechos humanos, sociales y políticos. En concreto, los parlasurianos sesionan una vez al mes y apenas para tratar resoluciones declarativas, sin impacto en la política de los países.

El plan que esboza el Gobierno argentino incluye relocalizar y podar las funciones del Instituto Social, conducido por el diplomático brasileño José Felicio, y el Ippdh, en manos del paraguayo Juan Miguel González Bibolini, ubicados actualmente en en Asunción y Buenos Aires, respeectivamente. La Unidad de Participación Social (UPS), donde se dan cita organizaciones de la sociedad civil, fue vaciada de presupuesto y su conducción quedó vacante.

Mientras avance recorte de las funciones políticas de la unión aduanera, la región adolece de un mecanismo de integración regional, tras el vaciamiento de Unasur y la falta de avances del flamante Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), lanzado en Santiago de Chile meses atrás.

En línea con su plan de dinamización institucional, los miembros del Mercosur definirán esta semana habilitar la firma digital de documentos para despapelizar las gestiones ordinarias, en sintonía con la política impulsada en el Ministerio de Modernización argentino por Andrés Ibarra, y la homologación de un sistema de videoconferencias que ponga fin a un sinnúmero de reuniones presenciales de grupos y subgrupos de trabajo que, de paso, ahorrarían en viáticos y hospedajes.

Puertas afuera, la cumbre del Mercosur permitirá abordar la etapa final de un Acuerdo sobre Facilitación del Comercio, que contribuirá a agilizar y simplificar los procedimientos asociados a las operaciones de importación, exportación y tránsito de mercaderías.

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