El peronismo y el kirchnerismo porteño, con riesgo de atomizarse en dos nóminas

El peronismo y el kirchnerismo mantenían hasta anoche diferencias en la proporción de representantes con la que buscaban cerrar la lista de candidatos para competir en las primarias de agosto.
El sector encabezado por el presidente del PJ porteño, Víctor Santa María, mantuvo en la tarde de ayer conversaciones con los armadores del Frente para la Victoria (FPV) a fin de consensuar los nombres, pero sin obtener un acuerdo.
Mientras los primeros, denominados como la "Mesa UMET", exigían una conformación equitativa de las listas, los integrantes de la "Mesa Patria", con La Cámpora y Nuevo Encuentro como principales impulsores, exigían encabezar las boletas a diputados nacionales y legisladores porteños, y contar con más representantes que su contraparte.
De no prosperar el acuerdo, serían cuatro, y no tres, las listas del panperonismo y los sectores progresistas vinculados al kirchnerismo en las PASO. Sin embargo, los operadores políticos deslizaban la posibilidad de una intervención de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que medie en el conflicto y no se atomice el espacio, bautizado precisamente "Unidad Porteña".
Algunas voces que dirigen las discusiones confiaban en resolver el entredicho y cerrar la lista de diputados nacionales con Daniel Filmus, Gabriela Cerruti, Juan Cabandié y Carlos Heller en los primeros lugares. Sin embargo, y por pedido de Cristina, se especulaba con acercar una mujer para encabezar, tal como pidió la ex presidenta. Cristina lvarez Rodríguez, sobrina nieta de Eva Perón, diputada nacional por la Provincia (con mandato hasta 2019) y presidenta ad honorem del Museo Evita (que está en Capital), fue sugerida en la mesa de negociaciones.
Entre los legisladores, había una danza de nombres que, de llegar a la unidad, ofrecía dos puestos seguros al ex presidente de Aerolíneas Argentinas y ex candidato a Jefe de Gobierno por el FPV, Mariano Recalde, y a la legisladora porteña María Rosa Muiños, esposa del dirigente peronista Juan Manuel Olmos, reconciliado con Santa María.
La discusión, para los que se jugaban por la unidad de las listas, estaba más bien "en el poroteo", es decir, en los nombres que llenarán la papeleta. Para la Legislatura, el FPV exigía lugares para Matías Barroetaveña, quien se desempeñó como secretario de Empleo en el Ministerio de Trabajo, durante la gestión de Carlos Tomada; Vanesa Siley, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad (Sitraju); José Cruz Campagnoli, de Nuevo Encuentro, y la hija de desaparecidos Victoria Montenegro.

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