EL PRESIDENTE BAJÓ LA SUBA QUE DEFENDIÓ; LA UCR CELEBRÓ

El Presidente recula para preservar a Cambiemos de otra disputa interna

"No está en un momento ideal", planteó un funcionario sobre Iguacel. Pero el principal enojo de la Casa Rosada es con el radicalismo que avanzó contra la suba del gas

El Gobierno exhibió ayer nuevamente la falta de coordinación dentro de Cambiemos. La UCR, que denunció falta de participación en la toma de decisiones, logró que el presidente Mauricio Macri diera marcha atrás con la imposición del cargo extra por la devaluación en las tarifas del gas. La cúpula de la Casa Rosada prefirió sufrir esta derrota por temor a que la discusión trabe el tratamiento del Presupuesto, tal como comentaron fuentes oficiales.

El secretario de Energía, Javier Iguacel, sufrió críticas internas. "No está en el momento ideal, por no decir que está jodido", resumió un funcionario. Por ahora nadie consideraba que Macri pida su renuncia.

Más allá del problema en el gabinete, al Presidente lo aquejan conflictos con sus aliados. Como un opositor, el senador radical Ángel Rozas celebró la marcha atrás. "Lo logramos, el radicalismo consiguió frenar la suba retroactiva del gas. El Estado se hará cargo del monto extra", escribió. Más lejos fue su correligionario, el gobernador jujeño Gerardo Morales, quien denunció que "no fuimos consultados sobre el aumento del gas" y alertó a Macri respecto a que "los gobiernos no tienen que encerrarse y escuchar más a la gente". Incluso, tiró un dardo a la otra socia de Cambiemos, Elisa Carrió, cuando planteó que "los radicales no tiramos de la soga; no somos Lilita". Pero desde el PRO no piensan lo mismo. "El radicalismo no está entendiendo el cambio", bramó un dirigente del PRO.

Semejante pase de facturas en la coalición oficialista es todo un problema para Macri. El Presidente enfrenta las críticas de la oposición por el Presupuesto 2019, que plantea un ajuste fiscal severo tal como acordó con el FMI. Tanto el Fondo como los actores del mercado advierten que el programa económico tendrá buenos resultados si consigue el apoyo del resto de los actores sociales. Pero Macri encontró falta de apoyo en su propia casa.

La situación comenzó a preocupar a la Casa Rosada ya que la puja por los aumentos amenazaba con demorar el Presupuesto. El Presidente quiere tener la ley aprobada antes de la cumbre de Líderes del G20 (30 de noviembre), donde se encontrará con la directora del FMI, Christine Lagarde, y los principales mandatarios del mundo, como Donald Trump y Xi Jinping.

El Gobierno retrocedió con la polémica resolución y algunos insistieron con mostrar una faceta optimista. "Los radicales jugaron bien. Nos avisaron el martes que iban a reclamar la marcha atrás", decían en Balcarce 50. Así se referían a una reunión que ocurrió en el Senado, entre el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el presidente de Diputados, Emilio Monzó, con el titular de la UCR, Alfredo Cornejo. Allí el gobernador mendocino planteó que el Estado pague el retroactivo del gas. Al día siguiente Frigerio mantuvo un encuentro con senadores para adelantar que el costo lo asumirá el Estado, que se pagaría en 30 cuotas.

Pero esta medida fue a contramano de lo que el propio Macri defendió en las últimas 48 horas. "La energía hay que pagarla. Aquello que te regalan, a la larga te va a costar más", dijo el Presidente ayer. El jefe de Estado rezongó varias veces este año y llegó a dar entender que parte de la "tormenta" económica se debe a que "no fuimos capaces de mostrar unidad en nuestro compromiso de avanzar con las reformas estructurales". En su momento, Peña llegó a reclamar a la oposición por la ley que ingresaron para frenar la suba de tarifas en mayo. "La actitud demagógica e irresponsable de quienes quebraron el sistema económico y energético de nuestro país como la ex presidenta", lamentó.

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