BUSCÓ ACOTAR LA POSIBILIDAD DE CR TICAS DESDE SECTORES DE LA OPOSICIÓN

El Presidente privilegió la apuesta por el consenso para recomponer expectativas

Desde el Gobierno justificaron el discurso al indicar que los datos económicos "no llegan a la gente". insistieron en que el objetivo fue la agenda de discusión con el Congreso

En busca de evitar todo tipo de confrontación, el presidente Mauricio Macri abrió las sesiones ordinarias del Congreso con promesas de mantener el gradualismo y sin datos precisos sobre el rumbo económico. El mandatario aseguró que bajará la inflación este año, pero evitó aludir a proyecciones, tras la puja que tuvo con el Banco Central por las metas. Macri tampoco avanzó sobre otros ejes centrales como el nivel de pobreza o el sistema de jubilaciones. En cambio, priorizó enumerar datos positivos de algunos sectores para justificar el optimismo económico.

 

El discurso que enunció Macri ayer contrasta plenamente con la inauguración de las sesiones del 2017, cuando se basó en datos y proyecciones de la macroeconomía. "Elegimos poner pocos números. Estamos siempre hablando de economía y esos datos no suelen llegar a la gente. Así que preferimos venir con la agenda de trabajo para el Congreso", explicó un funcionario. Con esa estrategia, el oficialismo redujo la posibilidad de recibir cuestionamientos desde la oposición. Justamente, el peronismo le recriminó esta semana que se pronuncie sobre cómo resolverá la inflación y el desempleo.

Pero el mandatario eligió el estilo zen y en busca de evitar conflictos, casi ni aludió a la herencia recibida. El único dardo que lanzó fue a los gobiernos anteriores, sin enfocarse en el kirchnerismo, cuando dijo que "queremos que nunca más sea un instrumento de la política como lo ha sido durante más de 70 años". En ese momento, toda la bancada oficialista rompió en un aplauso sostenido.

Con el foco puesto más en el futuro que en el pasado, Macri defendió el "camino del cambio con gradualismo". El mandatario prometió que no habrá "shocks" y lanzó enunciados optimistas sobre el rumbo económico.

El objetivo último de Cambiemos es levantar la expectativa en la opinión pública, una variable que influye tanto en el consumo privado como en la atracción de inversiones. En esa línea, el jefe de Estado aseguró que "lo peor ya pasó y ahora vienen los años en que vamos a crecer". El dato que eligió para sostener esa afirmación es que la inversión el año pasado creció el 11%. Si bien es un nivel más bajo que el que gozó la ex presidenta Cristina Fernández en 2011, en el oficialismo esperan que este eje sea la base del crecimiento durante los próximos años.

Respecto a la inflación, señaló que será más baja que en 2017. El Presidente optó por un perfil distinto al del discurso del año pasado cuando resaltó que el Banco Central cumplió sus metas y destacó que el ente monetario era "independiente". Esta vez evitó se cuido especialmente de hacer alguna proyección concreta. Aún es reciente la foto de diciembre, en la que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, su par de Finanzas, Luis Caputo, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, cambiaran las metas de inflación en conferencia de prensa, desde Casa Rosada, con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Macri aseguró que "dejará" de endeudarse y que "se van a multiplicar las inversiones", luego de bajar la inflación y el déficit fiscal. Si bien no puso un plazo, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en diálogo con este diario estimó que en tres años la toma de deuda dejará de crecer.

Otra foto de diciembre que quedó en la retina del oficialismo fueron las protestas contra la reforma previsional. Ayer el mandatario no hizo ninguna mención a los jubilados. De hecho, no anticipó ninguna iniciativa que pudiera generar algún fuerte cortocircuito con la oposición. "No queremos apurar ninguna ley este año", plantearon un rato después desde la Casa Rosada, en busca de evitar el nivel de violencia que se vivió el año pasado alrededor del Congreso. De ahí que el jefe de Estado aludió "a los que piensan distinto, a que por un minuto abran su mente y su corazón y piensen que todo lo que les estamos proponiendo en absoluta buena fe puede funcionar".

Por último, Macri mostró la línea, que mantendrá a lo largo del año al ir resaltando el repunte en distintos sectores de la economía. Ayer hizo eje en el "boom de los créditos hipotecarios" o el récord de ventas de cemento, autos, turismo y de vuelos de pasajeros. A falta de indicadores que muestren una fuerte mejora de la macroeconomía, optó por datos sueltos de la micro.

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