El Gobierno pedirá que el superclásico se juegue tras las elecciones

Solicitará a Conmebol que la revancha por las semifinales de Copa Libertadores se juegue el 29 de octubre en lugar del 22.

En pos de evitar sumar problemas extra y agitar el clima social en la semana previa a las elecciones, el Gobierno pedirá ante Conmebol la postergación de la revancha de las semifinales de Copa Libertadores entre Boca y River, prevista para el 22 de octubre a las 21.30, en la Bombonera. Así se lo confirmaron a El Cronista fuentes oficiales que, no obstante, anticiparon que la solicitud se hará más cerca de la fecha, a través del Ministerio de Seguridad y con acuerdo común entre ambos clubes.

Los antecedentes de los últimos superclásicos coperos preocupan mucho en Casa Rosada. El 14 de mayo de 2015, por la revancha de los octavos de final de la Libertadores, en la Bombonera, el partido no pudo terminar, ya que cuando los jugadores de River regresaban al campo tras el entretiempo, un simpatizante de Boca tiró gas pimienta en la manga por la que ingresaban. El partido, que estaba 0-0, se suspendió, y días después Conmebol decidió darle la serie ganada a River, que se había impuesto 1-0 en la ida en el Monumental.

El siguiente cruce por Copa Libertadores se dio el año pasado, en una histórica final entre los dos clubes más grandes del país. El partido de ida se desarrolló con normalidad el 11 de noviembre, en la Bombonera, y terminó 2-2. La revancha, prevista para el sábado 24, nunca se pudo disputar. Cuando el plantel de Boca se dirigía al Monumental, un grupo de hinchas de River atacó el micro a piedrazos, uno de los cuales impactó en Pablo Pérez, capitán de Boca. El encuentro se suspendió ese día y el posterior, y tras varias jornadas deliberando, Conmebol lo reprogramó para el 9 de diciembre, en el estadio de Real Madrid. En la inédita sede del Santiago Bernabéu, River se impuso 3-1 en tiempo suplementario y obtuvo su cuarta Copa Libertadores.

Tras avanzar a ambos a semifinales de la actual Copa, Conmebol confirmó a los martes 1 y 22 de octubre como fecha de disputa. En Nación no temen que haya disturbios en la ida, en Núñez, ya que no será definitoria, pero sí en la Bombonera, tres semanas después, y a apenas cinco días de las elecciones presidenciales generales.

"No podemos exponernos a un episodio de violencia tan cerca de la elección, más allá de cómo le vaya al Gobierno", aseguran en Balcarce 50.

El intento original es cambiar la fecha de ambos partidos, al 8 y 29 de octubre, pero en la primera de esas fechas hay calendario FIFA previsto para las selecciones, por lo que no se podría realizar actividad de ninguna confederación. Así, la búsqueda apuntará a retrasar una semana el partido del 22. Otra opción es que los partidos se jueguen sin público, aunque va a contramano de la postura de Conmebol.

En noviembre del año pasado, tras las fallas en el operativo de seguridad en River, fue desplazado de su cargo Martín Ocampo, ministro de Seguridad del gobierno porteño. Si se repitieran los incidentes, aun siendo enteramente responsabilidad de los clubes, hay quienes creen que, en un contexto de Gobierno debilitado por la derrota en las PASO, podría ser la gestión de Horacio Rodríguez Larreta la que sufra un inconveniente evitable, a sólo cinco días de que se realicen los comicios en los que se perfila para revalidar su cargo como jefe de Gobierno de la Ciudad.

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