El Gobierno minimiza el desafío de Lousteau y no alinea a toda la UCR

Molestaron las declaraciones de Lousteau sobre las PASO presidenciales. Pero la UCR aumenta la presión y en abril será mayor: convención nacional en Corrientes

A los problemas económicos (revés de la Corte Suprema e inflación), ahora Cambiemos suma convulsión política interna. Esta vez, el problema explotó a metros del presidente, en Vietnam. En plena gira con Mauricio Macri, el diputado Martín Lousteau habló en dos oportunidades con medios nacionales para reclamar unas PASO presidenciales dentro de la coalición gobernante.

Ya días antes del triunfo en las internas de La Pampa, la UCR empezó agitar la posibilidad de competir con un candidato propio en agosto. Lousteau tiene muy buena relación con el titular del partido Alfredo Cornejo y el aval de un hombre de peso como Enrique Nosiglia. En las últimas 24 horas, el ex ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner, concretó el mensaje y pidió primarias. "Cambiemos es una coalición que usó las PASO y en donde coexisten distintas miradas de la realidad, y esas diferencias, como señala Carla Carrizo, tienen que dirimirse en la arena electoral, presentarse a la gente, para después coordinar políticas", dijo a Infobae. Todo a metros de Macri, que durante el viaje su mensaje se centró en la búsqueda de acuerdos comerciales con India y Vietnam. Al Presidente no le cayeron nada bien estos dardos políticos.

"Lousteau está jugando y busca hacer ruido para la UCR", razonaban en al Rosada. "Pero fijate que no se postuló como candidato, no se nombró", advertían en Balcarce 50. Los reclamos del oficialismo eran que Lousteau estaba opacando la gira de Macri y que "era desubicado" hablar de estas cuestiones electorales cuando fue invitado por un rol institucional.

"Todo el mundo sabe que Martín tiene un ego incontrolable", comentaban en Cambiemos. Macri fue quien decidió subir al avión a Lousteau, el mismo que casi le quita la Ciudad a Horacio Rodríguez Larreta en 2015, y que dos años después dejó la embajada de Estados Unidos para competir contra Cambiemos. Desde que el Presidente lo convocó a esta gira se sobreentendía que hablarían de cuestiones electorales. Si Macri quería centrar la gira en las cuestiones comerciales, ya tenía demasiada evidencia para prever que Lousteau podía armar su propia agenda.

Las declaraciones del diputado que se afilió a la UCR a fines de 2017 son sólo el primer paso. El próximo será más fuerte: en la convención nacional del radicalismo, a mediados de abril, en Corrientes. Allí el partido definiría que irá con un candidato que le compita a Macri en las PASO. Ese sería Lousteau. La convención nacional de 2015 fue decisiva ya que definió que la UCR integraría Cambiemos. Ahora también puede ser clave.

En medio de esta puja, salta a la vista que la centralidad de la arquitectura electoral no está en manos del PRO. Ayer lo corroboraron los ministros Marcos Peña y Rogelio Frigerio. El intendente de Córdoba, Ramón Mestre los acusó de presionarlo para que baje su candidatura a la interna provincial contra Mario Negri. Incluso, el cordobés apeló a la tensión entre las provincias y Buenos Aires, ya que los acusó de haber actuado como "porteños". Mestre también dijo que Cornejo llamó para que baje su candidatura, pero no pudo acusar de "porteño" al gobernador de Mendoza.

Más allá de estos entredichos, lo cierto es que Mestre no bajó su candidatura a pesar de las presiones de la Rosada. A diferencia de 2015, Peña está al frente de toda la campaña, mientras que cuatro años atrás, compartía el mando con Emilio Monzó, quien se encargaba del armado en el territorio. Ahora el presidente de la Cámara de Diputados está en la gira con Macri, a la espera de una charla mano a mano, a 6 meses de las PASO.

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