El Gobierno empieza a escribir el discurso macrista sobre la evolución de la economía

Enviaron un documento elaborado por la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Hacienda en el que justifican la deuda tomada, y que la incertidumbre electoral no ayudó en la recuperación del PBI.

Cuando falta poco más de un mes para que finalice la gestión de Mauricio Macri, desde el Gobierno comenzaron a escribir el relato de que lo dejan en el plano económico. Con poco para resaltar en ese aspecto -con un PBI que se encamina a tres años de caída, inflación en récord anual, pobreza en alza, entre otros-, que de hecho es uno de los aspectos que la mayoría de los analistas señalan que fue lo que expresó el rechazo en las urnas, enviaron un documento en el que resaltan "ocho puntos sobre la economía".

Entre esos ocho aspectos, en el primero aseguran que a fin de 2019 "el país está listo para crecer. Sin magia, sin mentira, sin ficción", y una vez más señalan a la herencia recibida en 2015.

Memorias de la herencia

En el trabajo hecho por la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Hacienda reconocen que en 2019 hay problemas, pero defienden que "el punto de partida para 2020 es mucho más sano". Entre otras razones, porque dicen que "hay equilibrio fiscal primario; cuando se suman los intereses, el déficit total es la mitad del de 2015".

Además mencionan que la presión tributaria sigue alta, "pero es mucho menor que en 2015". Otro aspecto es que dejan un tipo de cambio competitivo. "En términos reales, casi el doble del que heredamos en 2015, que nos permite un comercio balanceado con el resto del mundo, sin sorpresas para el futuro", sostienen.

En el plano energético mencionan que luego de haber importado energía en 2015 y ahora se exporta. "No fue magia. Había que recorrer un camino pedregoso, como el de las tarifas, para poder volver a tener energía. El esfuerzo de este último año y medio fue muy exigente para todos", reconocen.

Acusan que la incertidumbre electoral de haber frenado la recuperación de la actividad y la disminución de la inflación. "Al principio de nuestra gestión pudimos levantar los controles cambiarios porque la gente mira al futuro para decidir hoy. Ahora los tuvimos que reponer, contra nuestra voluntad, porque esa misma gente tiene miedo a qué pueda pasar en el futuro", defienden.

Sobre la inflación se lamentan que no se la pueda eliminar de un día para otro, pero mencionan que se hicieron pasos "para empezar a ver una reducción sostenida y sostenible de la inflación", como las tarifas y el tipo de cambio, y que equilibraron las públicas.

Acerca de la situación fiscal prometen que este año "prácticamente se va a alcanzar el equilibrio primario, tanto a nivel nacional como provincial". En ese sentido, marcan que "el desequilibrio de las cuentas públicas ha sido en las últimas décadas uno de los principales factores de la volatilidad de la economía argentina: en los últimos 60 años el Sector Público Argentino consolidado tuvo, en promedio, un déficit fiscal primario de 2% del PIB, con máximos de 12% y un déficit financiero promedio de 4% del PIB".

En el desarrollo que hacen sobre la deuda, justifican que en estos años se tuvo que pedir prestado porque se heredó "un déficit enorme y porque habían quedado muchas cuentas sin pagar del gobierno anterior, como la deuda con los holdouts". En ese aspecto, dijeron que se hizo "un gran esfuerzo para equilibrar nuestras cuentas. Si mantenemos el compromiso de tener un presupuesto equilibrado en los próximos años, la deuda pública dejará de ser un problema".

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