El Gobierno cree que el aumento del gas no llegará a 30%

El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, corrigió el cálculo de su antecesor, Javier Iguacel.

Después de las dos subastas de gas realizadas la semana pasada, en que las compitieron las petroleras para ofrecer su producto a las distribuidoras, el Gobierno estimó que la suba de la tarifa de gas en abril no superará el 30%.

En las dos rondas de negociaciones a través del Mercado Electrónico de Gas (MEGSA) se obtuvo un precio promedio ponderado para todo el país de u$s 4,56 por millón de BTU (/MMBTU).

Con ese precio mayorista, el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, aseguró que el aumento de tarifas no solo no llegará al 35%, como lo calculó su antecesor, Javier Iguacel, sino que no pasará el 30%.

Además, dejó entrever que el segundo incremento, que corresponde aplicar en octubre, se postergará hasta diciembre, al recordar que ya hubo una experiencia similar en 2017.

Esto será para no llenar de malas noticias la agenda política en la previa de las elecciones presidenciales (en agosto, las primarias; en octubre, las generales; y en noviembre, de ser necesaria, la segunda vuelta).

En la antesala de las últimas elecciones legislativas, el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren, dilató hasta diciembre de 2017 los aumentos de electricidad y gas, que correspondían aplicarse en agosto y octubre, respectivamente.

Al mismo tiempo, reconoció a las transportistas y distribuidoras de ambos servicios públicos la inflación ocurrida en esos meses, para mantener constantes los ingresos de las empresas.

Precios mayoristas

El precio obtenido de las subastas fue algo mayor a lo esperado en el mercado, que estaba en torno a los u$s 4 /MMBTU o incluso por debajo.

No obstante, desde el Gobierno sostuvieron que el precio esperado variaba entre cada petrolera y que hubo ofertas de hasta u$s 7 /MMBTU (que, al final, no fueron aceptadas).

Dentro de las facturas de gas a los hogares, el precio mayorista del gas representa alrededor de un 50%.

Mauricio Roitman, presidente del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), comentó en declaraciones radiales al programa Cosechas y Negocios que estaban "ansiosos por conocer el precio de equilibrio entre la oferta y la demanda".

Los precios aceptados, para los cuales ya hay compromisos firmes o ininterrumpibles de suministro, estuvieron entre los u$s 3,90 y los u$s 5,50 /MMBTU.

En cambio, lo que elevó el promedio general de precios fue el seguro de cambio que asumieron las productoras, tal cual lo adelantó la semana pasada El Cronista.

El riesgo de una devaluación, como ya sucedió en 2018 y generó una deuda cercana a los $ 21.000 millones por parte de las distribuidoras, fue incorporado por el término de un año a los precios mayoristas.

Esto porque según el artículo 8 del Decreto 1053/2018, las Diferencias Diarias Acumuladas (DDA) originadas por las variaciones del tipo de cambio en un período estacional no pueden ser trasladadas a las tarifas en el siguiente semestre, como anteriormente estaba previsto en la normativo.

"Yo esperaba un u$s 4,50 /MMBTU, porque el invierno pasado estaba en u$s 4,68 y por la devaluación, los contratos en dólares que fueron pesificados entre abril y septiembre tuvieron un desfasaje", dijo Roitman.

"Cualquier diferencia en el tipo de cambio las está asumiendo como riesgo el productor", agregó el funcionario en Radio Con Vos 89.9.

La próxima semana, el martes 26 y jueves 28, se realizarán dos audiencias públicas para definir las tarifas de gas. El tipo de cambio será clave, ya que los contratos se firmarán con el valor promedio del dólar entre el 1 y el 15 de marzo.

Así las cosas, para que el aumento de las tarifas de gas no supere el 30% será necesario que el dólar se mantenga en el orden de los $ 39,50 actuales y no haya un salto en estos días.

También sumará que los datos de inflación mayorista que dé a conocer el Indec vayan en baja.

Respuesta a los críticos

Los precios mayoristas para el abastecimiento de los usuarios residenciales resultaron más altos que los obtenidos para la provisión de las industrias, las centrales eléctricas y el Gas Natural Comprimido (GNC). Incluso, son más caros que los de algunos contratos de exportación con Chile.

Jorge Lapeña, ex secretario de Energía durante la presidencia del radical Raúl Alfonsín, había anticipado que esa situación no podría suceder, para dotar de transparencia al proceso.

Desde la secretaría de Energía respondieron que "es falso" comparar los precios, ya que las industrias, usinas eléctricas y GNC tienen un consumo parejo en todo el año, mientras que las subastas para la demanda prioritaria tuvieron una cláusula de que por cada metro cúbico (m3) entregado en verano se abastecerían 2,5 m3 en invierno, lo que hace aumentar el promedio.

Respecto a las exportaciones de gas a Chile, que generaron críticas de la oposición por su bajo precio (algunos contratos se cerraron en u$s 3,50 /MMBTU), en el Gobierno dijeron que esos acuerdos son interrumpibles (no firmes, sin compromiso de abastecimiento frente a un salto en la demanda local, que tiene prioridad) y eso ayuda a bajar los valores finales.

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