El Gobierno apuesta a que la tercera vía electoral se diluya tras las PASO

Para calmar a su propia tropa, en la Rosada apuestan, con la irrupción de Lavagna en lugar de un Massa más propenso a hablarle al electorado K, a mantener un escenario electoral de tres tercios en las PASO para que se diluya en las generales al agitar como fantasma el regreso de Cristina Kirchner.

Entre los 69 intendentes de Cambiemos que almorzaron hace más de dos semanas con Mauricio Macri, no fueron pocos, en especial los procedentes del Conurbano, quienes estaban preocupados por las últimas encuestas en sus distritos. No por la intensión de votos de ellos, precisamente. Así lo deslizaron en la quinta de Olivos.

Al igual que sus pares peronistas, los alcaldes suelen sobrepasar en imagen a la de cualquier dirigente que su espacio ponga en la boleta presidencial. Incluso los que no pueden publicitar la mejor gestión: los problemas, que crecen al ritmo de la inflación, les pasan por encima de la intendencia. Necesitan entonces, una cabeza de papeleta que les reste menos electorado. Por eso, como en 2017, los del PJ volvieron a buscar a Cristina Fernández de Kirchner; y ahora, los del PRO ven que María Eugenia Vidal sería una mejor representante.

Con una chicana a la gobernadora bonaerense por sus propios dichos (que no usaría la provincia de "trampolín"), el jefe de Gabinete, Marcos Peña, niega siquiera la mera posibilidad de "Plan V" al repetir qué el único que existe es el "Plan M". Busca convencer a su tropa con otra opción, inimaginable fuera de Balcarce 50.

Ante los jefes comunales, el nuevo Macri, "caliente" para fidelizar a su núcleo duro, por no decir un término no tan de antaño (crispado), intentó entusiasmarlos para ir por los "desencantados" (no les gusta este término): mientras ellos preguntaban por un eventual ballottage, la cúpula se muestra confiada en ganar en primera vuelta.

¿Cómo es posible, cuando todo trabajo de opinión actual explora la eventualidad de una segunda vuelta? Para evitarla, se necesitan el 45% de los votos o llegar a los 40 puntos superando al segundo por 10.

El Gobierno apuesta a repetir los tres tercios de las legislativas 2017 en provincia pero con esteroides. Después de perder por 21 mil votos en las PASO, Esteban Bullrich le ganó a la ex Presidenta en las generales por 4 puntos. Fueron clave los casi 383 mil votos que migraron, entre elecciones, del massista 1País y el randazzista Cumplir.

"Si Cristina saca 33 en las PASO, Mauricio 29 y (Roberto) Lavagna 20, para las generales la tercera vía se va a diluir por temor al regreso del kirchnerismo", es el análisis que un dirigente bonaerense puso en boca de Peña. El PRO, se sabe, no le gusta jugar de favorito.

Lavagna se juntó con sectores de la UCR, como en 2007

Los desencantados (económicos) de 2015, aspiran, pondrían de límite a CFK por sobre su bolsillo. Simbólicamente, Cambiemos apostará a debatir el pasado/expectativa de futuro ante una oposición que insistirá en hablar del presente. El talón de Aquiles del plan M: necesita a la ex Presidenta de candidata. Un "delfín", tal vez, no generaría el espanto suficiente.

Celebran como antecedente la última semana antes de los comicios de Neuquén, con una nueva victoria como desde 1962 del MPN, que las encuestas ponían en duda ante el supuesto avance K. Una visión compartida en el Instituto Patria, donde le reprochan a Oscar Parrilli haber expuesto a la senadora en el tramo final de la campaña local. ¿Hubo un voto "miedo" por el futuro de Vaca Muerta, fantasma repetido por los medios?

Con el apoyo de @CFKArgentina y de todas las vecinas y vecinos de Neuquén, junto a @RamonRiosecoOk vamos a dar el puntapié inicial de una transformación que pronto se extenderá por todo el país!#SeVieneOtroNeuquen#UnidadCiudadanaFrenteNeuquino pic.twitter.com/i7g76N668s

— Dario Martinez (@dariomartinezpj) February 28, 2019

No todos los alcaldes que escucharon el "plan" comparten la confianza de la Rosada. Los más optimistas postergan ese escenario de polarización para el ballottage.

Pero la irrupción veraniega del ex ministro de Economía de Duhalde/Kirchner los entusiasma. No es casual que Macri ya lo haya identificado como contrincante. Y señalando su rol en el "pasado".

Varios consultores, como Carlos Fara, creen que es un error del Presidente porque termina potenciándolo. Pero en Cambiemos cuentan con ello. A diferencia de Sergio Massa, el otro emergente que a esta altura del año debería haber dejado la interna de Alternativa Federal, según el cronograma de diciembre de su asesor catalán Antoni Gutiérrez Rubí que hoy lo ubicaba en 15 puntos, los mismos que terminó cosechando un Lavagna que se muestra menos propenso a un acuerdo con el kirchnerismo.

Ayer, luego de comentar el extraño robo de sus oficinas, Massa volvió a hablar con la ex Presidenta. Al menos a través de Twitter. 

Después de dos comicios en los que no le funcionó transitar por la "ancha avenida del medio", para este 2019 el renovador optó por "construir una nueva mayoría", hablándole a parte del electorado K. En cambio, el economista, como les prometió días atrás a gremialistas, reitera erigirse como una tercer opción, superadora de la polarización.

¿Podrá tener éxito allí donde Massa fracasó? Peña debe creer que no.

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