EL DEBATE POR EL PRESUPUESTO PARA VIDAL Y EL 2017 COHESIONAN AL PJ DE BUENOS AIRES

Efecto Día de la Lealtad: intendentes peronistas se juntan para buscar unidad

Los 55 alcaldes del PJ bonaerense se reunirán en Lobos, cuna de Perón. Liman asperezas y planean estrategia en común para debatir el Presupuesto de Vidal y las legislativas 2017

Al cumplirse justo un año de los últimos comicios presidenciales, de la primera vuelta que ya anticipó una antes impensada derrota en el ballottage, los heterogéneos clanes del peronismo bonaerense regresarán a sus raíces. No es una metáfora: el medio centenar de alcaldes del PJ provincial, los que aman y odian al kirchnerismo por igual, se congregarán la semana que viene a metros de la casa natal de Juan Domingo Perón en Lobos (el domicilio oficial avalado por el Congreso ya que Roque Pérez también se adjudica el lugar de nacimiento del líder justicialista).


De esta forma, después de festejar por separado el Día de la Lealtad, la mayoría de los 55 jefes comunales se volverán a ver las caras el próximo martes dentro de las mismas cuatro paredes. Y cantarán la marcha peronista, en especial el fragmento de "Todos unidos triunfaremos". Es algo que no ocurría desde abril, cuando fueron invitados al Instituto Patria por Cristina Fernández de Kirchner en su primer regreso porteño por agenda judicial, post-autoexilio en el sur. Salvo un par de excepciones (Alejandro Granados de Ezeiza, entre ellas) fue un mitín al que que no faltaron ni siquiera varios de los que ya no ocultaban sus críticas a la ex Presidenta.


Desde entonces, mucha agua (el siempre presente Sergio Massa; un Florencio Randazzo en las sombras; las medidas de Mauricio Macri; el nacimiento del Grupo Esmeralda y su contracara, el Fénix) pasó bajo el puente. Con el Presupuesto 2017 impreso, los alcaldes se reunirán para dejar de lado las diferencias en pos de un objetivo en común: delinear una estrategia para, desde la Legislatura provincial, en la que unificados ostentarían un tercio de ambas cámaras, sentarse en la mesa de negociación con la gobernadora María Eugenia Vidal.


En el Moreno del camporista Walter Festa, ayer se reunió el Grupo Fénix comandado por la matancera Verónica Magario, flamante presidenta de la FAM ligth (sin intendentes de Cambiemos), primera batalla ganada del peronismo a la Casa Rosada que pretendía ese sillón. Discutieron, además, el endeudamiento récord pretendido por la administración vidalista, al igual que las obras públicas que se están realizando en los distritos.


Pero más allá de lo inmediato, el cónclave de los caciques servirá para pensar el futuro, uno cada vez más cercano: las legislativas de 2017. "Los diputados y senadores deben representar a los territorios", sostienen desde el Grupo Esmeralda, los peronistas "moderados" que buscan cohabitar con el gobierno provincial. La crítica, que trata de excluir a Cristina Kirchner por respeto, sin embargo, apunta a su "lapicera". "No vamos a aceptar que nos pongan a ningún paracaidista", agregan desde el clan que comandan Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín) y Juan Zabaleta (Hurlingham), entre otros.


A falta de conductor designado (Cristina Kirchner apuesta por su Frente Ciudadano, Daniel Scioli perdió, Randazzo duda y Massa está lejos), las tribus peronistas buscan hacerse fuertes desde sus bases. Un liderazgo colegiado, una salida al laberinto del despoder a la que ya apeló, por ejemplo, la CGT.
Si en Lobos hay humo blanco, tal vez de los distintos clanes resurja un nuevo grupo: el Esme ralcristinix.

Temas relacionados
Más noticias de lealtad

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés