LA INCERTIDUMBRE EN EL PRINCIPAL SOCIO MARCA EL RUMBO DEL BLOQUE

Efecto Bolsonaro: Mercosur debate flexibilizar la negociación de TLC

El ultraliberal habló en campaña a favor del bilateralismo y contra los acuerdos en bloque. Argentina y Uruguay tienen interés en acelerar discusiones con Europa y China

Todavía digiriendo la victoria del líder del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, en la primera vuelta presidencial en Brasil, el Mercosur se debate entre continuar el esquema actual de negociaciones económicas en bloque o bien relajar las normas que hoy impiden a los socios, salvo excepciones, negociar rebajas de aranceles por fuera de la unión aduanera.

La reunión pactada esta semana en Buenos Aires para continuar las conversaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) se convirtió informalmente en un cónclave de funcionarios diplomáticos discutiendo el resultado de la contienda electoral en el vecino país y el escenario convulso que sus declaraciones ciernen sobre el futuro del bloque. "Precisamos librarnos de las amarras del Mercosur y partir hacia el bilateralismo. ¡El Brasil tiene autonomía para comerciar con todo el mundo!", supo tuitear Bolsonaro, tiempo antes de entrar en la recta final de la campaña.

La semana pasada, el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa, al mando del Mercosur este semestre, reveló en que la petición de su país por relajar la operatividad de la cláusula 32/00, que impide a los estados parte firmar preferencias comerciales que no se hayan negociado en conjunto, sumó inesperadamente a su bando al gobierno de Mauricio Macri.

"En nuestra postura estábamos medianamente solos; ahora Argentina ha planteado mayor flexibilidad a nivel de negociadores", declaró el oriental en Radio Uruguay, aclarando que todavía no hay una propuesta formal elevada a nivel de cancilleres o presidentes, que se encontraron días atrás en Nueva York, al margen de la asamblea de Naciones Unidas.

Tal propuesta podría llegar en poco más de dos meses, cuando los jefes de Estado se vuelvan a ver en Montevideo para traspasar el mando del bloque a la Argentina. Para entonces, el Gobierno debe plantear una agenda que encauce al bloque y le dé continuidad a las negociaciones económicas abiertas con la Unión Europea, EFTA, Canadá, Singapur y Corea del Sur, con la urgencia de quitar trabas a las exportaciones.

Según pudo saber este diario, las usinas del macrismo trabajan en una propuesta de modificación, justificándose en la reciente renegociación que ha tenido el tratado de libre comercio entre Canadá, los Estados Unidos y México (ex Nafta) y con el fin de "hacer exitosa la agenda de inserción internacional". Sin profundizar en una "renegociación" de los términos y condiciones del Mercosur que Bolsonaro pueda plantear en caso de llegar al Palacio del Planalto, en el Gobierno conceden en que propondrán un debate sobre el arancel común, que hoy tiene varias perforaciones.

Aunque la Casa Rosada lo niegan, los socios del bloque ven a la Argentina tomando ventaja de la situación coyuntural para avanzar a cualquier costo con el acuerdo con la Unión Europea, que la semana que viene motivará una cita de cancilleres en Montevideo para evaluar el estado de la negociación. Los vecinos ven al macrismo "desesperado" por cerrar el TLC "a cualquier costo", así sea por su cuenta y bajo este esquema de "flexibilización".

La situación no les ajena al Uruguay, que impulsa una discusión con China en formato de bloque o por su cuenta. Existen antecedentes, como el que les permitió negociar un TLC con Chile, o el que permite a Argentina rediscutir lazos comerciales con México. La relación con el gigante asiático, prioridad de Tabaré, se discutirá el próximo miércoles en la capital uruguaya.

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