Día D: el Gobierno muestra sus cartas y presenta una agresiva oferta de canje

En Olivos habrá una reunión por la tarde. Estarán Alberto Fernández, Martín Guzmán, y los gobernadores. Definen también nuevas medidas para enfrentar los efectos del coronavirus.

El Gobierno intentará este jueves encaminar el dilatado proceso de aterrizaje en el poder, que cuando asumió el 10 de diciembre, se propuso hacer coincidir en un arreglo final del endeudamiento externo con un plan económico para salir de la recesión.

Modificado el escenario por la pandemia, que acrecentó los desequilibrios macroeconómicos que formaban parte de su idea original, el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentará los lineamientos de la oferta que hará a los acreedores privados en un encuentro que habrá en la quinta presidencial de Olivos. La reunión será encabezada por Alberto Fernández y están invitados los gobernadores, tanto para hablar de la extensión de la cuarentena como de cuestiones de la deuda pública.

Esos mismos desequilibrios macro, sumados a la incertidumbre desencadenada de la propia propagación del coronavirus y su impacto en los mercados y en la economía global, llevó a que varios grupos de bonistas desconfíen de que este sea el mejor momento para anunciar la oferta de canje de deuda.

La presentación será un primer paso, no obstante, en el juego de dar una solución que termine de encauzar la deuda a un sendero sostenible. La resistencia desde el sector privado a convalidar una quita agresiva, tal como será la propuesta que hará el Gobierno del Frente de Todos con la idea de hacer una reestructuración de una vez (que lleve a no tener que hacer otra en unos pocos años), implicará que no será fácil acercar las posiciones.

Tras idas y vueltas entre Guzmán y los bonistas en las últimas semanas, con la intención de acercar las partes sobre un esquema sobre el período de gracia, quitas de intereses (y/o capital) y acerca del "exit yield" (tasa de descuento de salida de los bonos en el canje), en el Gobierno se guardan una carta: mostrar que se actúa de buena fe en toda la negociación, según los principios que propone el propio G20 en las renegociaciones de deuda.

"Argentina ha estado siguiendo un proceso ordenando, sobre la base de buena fe, para reestructurar la deuda y restaurar la sostenibilidad", afirmó el miércoles Guzmán frente a sus pares del G20, en la reunión de ministros del grupo del que la Argentina forma parte.

Y adelantó que "en los próximos días se presentará la propuesta a los acreedores, que es consistente con nuestro marco macroeconómico y con el análisis de sostenibilidad de la deuda pública de la Argentina realizado por el equipo técnico del FMI".

Precisamente, el paraguas del FMI juega un rol clave: en caso de no llegar a un acuerdo con los acreedores privados, aún así el Fondo podría avanzar en otorgar a la Argentina un financiamiento de tipo excepcional, de acuerdo a la propia política del organismo, modificada a fines de 2015.

El riesgo de default sobrevuela la negociación, con un riesgo país que ayer volvió a trepar hasta los 4040 puntos básicos y títulos elegibles de canje de deuda que cotizan en torno a 30 centavos de dólar.

"La Argentina constituirá un gran antecedente para el funcionamiento de la arquitectura internacional de resolución de crisis de deuda soberana", agregó Guzmán ayer.

La deuda elegible de reestructuración suma u$s 68.842 millones entre los bonos en moneda extranjera que están bajo legislación internacional. Para los vencimientos en dólares con ley argentina el Gobierno definió, a través de un DNU, que se reperfilaba hasta fin de año o hasta que se llegara a una solución de canje antes.

Para avanzar con los pasos formales de la presentación de la oferta, el Gobierno concretó ayer una presentación en la Comisión de Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés) y registró títulos a emitir por u$s 50.500 millones.

Por los trascendidos, la propuesta consistiría en un período de gracia hasta 2024 en el pago de intereses y, a partir de ese año, abonarlo en un ritmo creciente hasta llegar a 4,5% en 2031. El capital no se pagaría hasta 2025.

El Gobierno se aseguró para momentos antes de la presentación una declaración del FMI, por parte del director para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, en el contexto de la Asamblea (virtual) conjunta con el Banco Mundial. Esta reforzaría la postura del organismo de respaldo a la posición argentina en la negociación, tras la definición de la deuda como no sostenible y de sugerir que haría falta un alivio en el servicio de deuda de hasta u$s 85.000 millones en los próximos años, en un esquema en el que abogó por una quita agresiva con los acreedores privados.

El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, adelantó el miércoles que este jueves Guzmán "define el árbol macroeconómico". El ministro en ese sentido, "expondrá la agenda macro, los objetivos macro y la relación de la Argentina con los bonistas, la propuesta de trabajo conjunto de la Argentina con los bonistas", explicó a un centenar de empresarios en un seminario.

El plan del Gobierno sería así que, a partir del lunes, bajo el paraguas del combate a la pandemia, "las distintas áreas del Gobierno anunciarán nuevas medidas que se vienen trabajando, para sostener la cadena de pagos, mejorar cadena de créditos, en mejorar la performance impositiva de las empresas, y darles mecanismos de certeza desde el punto de vista económico y fiscal a aquellos que generan empleo en la Argentina", explicó Massa.

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