Deuda: la demora en el cronograma de la reestructuración preocupa al mercado

Los analistas creen que el Gobierno no llegará con los plazos que se autoimpuso. Y varios creen que eso aumenta las chances de un nuevo reperfilamiento sobre la deuda en dólares bajo ley local. 

Con el cronograma para la reestructuración de la deuda sobre la mesa, el mercado comienza a testear la estrategia. Los analistas, por ahora, remarcan la falta de avances mientras el Gobierno busca acelerar las conversaciones: esta semana citó a conversaciones a los grandes bancos. En el mercado ven difícil que se cumpla el cronograma y advierten que eso hace crecer los riesgos de nuevos reperfilamiento unilaterales, principalmente sobre los bonos ley local.

Hacia finales de enero, el Gobierno presentó el cronograma para la deuda, un tema que pretende tener cerrado a finales de marzo. Sin embargo, lo cierto es hasta ahora se conocieron pocos avances, mientras que hubo 'eventos crediticios' como el del bono dual y el de la provincia de Buenos Aires. Los analistas advierten que es necesario que la reestructuración se resuelva bien y rápido ya que los próximos compromisos comenzarán a presionar al Gobierno y a la economía en general.

Se necesita un acuerdo bueno y rápido 

Nicolas Chiesa, director de Portfolio Personal Inversiones, señala que para abril o mayo los avances de la negociación de la deuda ya deberían ser importantes dado que la Argentina enfrentará compromisos elevados.

“Es cierto que se necesita alcanzar un acuerdo sobre la deuda bien y rápido ya que sino el Gobierno estará todo el tiempo en el dilema de pagar o complicar aún más la situación. Para alcanzar un acuerdo rápido y razonable se necesita entablar buenas relaciones con el FMI y los acreedores internacionales. A los inversores del exterior les va a dar más tranquilidad que el Gobierno haya acordado con el FMI y que el Fondo dé ciertos lineamientos. Una cosa es que la Argentina prometa un plan económico unilateralmente y otra cosa es que lo diga la Argentina junto con el FMI y bajo un plan de acción. Creo que son muchos los factores y a la vez es cierto que hay muchos inversores muy involucrados en Argentina, por lo que van a empujar bastante a que esto se resuelva , sostuvo Chiesa.

El Gobierno está demorado respecto del cronograma planteado y por ello busca acelerar las conversaciones con algunos jugadores clave. Se supo que recién esta semana, el Ministerio de Economía citó a algunos bancos de primera línea para encaminar los avances sobre la deuda.

En el mercado ven difícil que se cumpla el cronograma y advierten que eso hace crecer los riesgos de nuevos reperfilamiento unilaterales, principalmente sobre los bonos ley local.

Un director de un importante banco local confirmaba que fueron citados esta semana desde Economía a la vez que advertía que se había perdido mucho tiempo durante el proceso en los últimos meses.

Creo que desde el sector privado hemos hecho mas intentos por juntarnos que desde el Gobierno hacia nosotros. Ello no implica que no tengan voluntad para reunirse, simplemente es que hasta ahora los contactos han sido pocos. Desde octubre que estamos buscando entablar conversaciones, pero sin éxito. Se perdió mucho tiempo. El cronograma viene atrasado y esperamos que pisen el acelerador , apuntó. 

Yendo en otra dirección

Para poder avanzar en las negociaciones, los inversores locales e internacionales esperaban mayores aclaraciones sobre aspectos clave relacionados con la deuda. Hay un consenso generalizado entre los analistas sobre la necesidad de conocer por lo menos el plan económico que tiene el ministro de Economía, Martín Guzmán, y sobre el que buscará convencer a los acreedores para reestructurar la deuda.

Julio Calcagnino, analista de Mercados de TSA Bursátil del Grupo Transatlántica, entiende que para poder resolver bien y rápido la reestructuración, el Gobierno debe lograr la sustentabilidad a través de la propuesta más amigable posible. Y cree que no se están dando las señales adecuadas.

Hasta el momento, las señales no terminan de ser adecuadas en aras de cumplir con el deadline planteado. Es muy difícil lograr cooperación rápida por parte de los acreedores sin conocer un plan económico y una trayectoria futura de las cuentas fiscales. Los bonistas con poder de negociación operan bajo información asimétrica frente al Estado. Estos carecen de un punto de referencia y eso puede complicar que las partes comprendan las respectivas necesidades de cada una , señaló Calcagnino.

Un director de un fondo de inversión local sostiene que, si bien el Gobierno tiene la voluntad de pagar para reencaminar a la economía hacia el crecimiento, “los pasos que se están dando no van en la dirección de resolver el tema rápidamente". "De hecho -agrega- hay una demora en el cronograma planteado por el ministro ya que, por ejemplo, no se ha definido todavía quien es el agente para llevar adelante este proceso, es decir, quienes son los bancos encargados. A su vez, no está claro con qué fondos de inversión están hablando y las conversaciones hasta ahora han sido más bien informales y sin encargados idóneos sobre el tema , afirmó.

El especialista también considera que el tema se está llevando hacia un foco más político que económico. “Los encargados de reunirse con los acreedores que se juntaron hasta ahora no fueron personas idóneas sino más bien que buscaron una recolección de información para luego tomar una decisión política. Creo que la reestructuración pasa hoy más por una cuestión política y buscar demostrar que el tema de la deuda es una herencia del macrismo. De esta manera, creemos que es probable que no haya una resolución de la deuda en 2020 ya que puede haber una propuesta muy agresiva, lo que llevaría a un escenario de mucho rechazo como lo que pasó con el PB21 y el bono dual , anticipó.  

¿Qué pasa si no se llega con el cronograma?

Dada la falta de avances con la deuda, existe cierto temor por parte de los inversores de que el Gobierno finalmente no llegue a cumplir el cronograma. En ese caso, las alternativas son muy variadas, aunque mayormente negativas. Los bonos ley local podrían ser las primeras victimas de un reperfilamiento unilateral, tal como se observó con el dual y las Letes en dólares.

Para Julio Calcagnino, muy probablemente, el Gobierno no llegue a cumplir con el deadline.

“En base a experiencias anteriores en los mercados internacionales, una renegociación de deuda soberana performing lleva en promedio un año. Por otro lado, Ucrania en 2015 tardó aproximadamente 4 meses. Si la propuesta es más agresiva que lo esperado por los bonistas con poder de negociación, necesariamente se verán demoras , advirtió.

Si se da el escenario en el que el Gobierno no llega con el cronograma, los analistas creen que es posible que se decida reperfilar los bonos en dólares emitidos bajo ley local por decreto.

Es posible que si no se llega con el cronograma se pase a reperfilar los bonos en dólares ley local con una resolución administrativa como Bonar 24 o Bonar 20. Dado que los mismos no activan un cross default, que carecen de CAC (Cláusula de Acción Colectiva) y que la jurisprudencia local avala tratamientos unilaterales que podrían considerarse agresivos, es difícil pensar en un escenario en donde el ministro renuncie a ese poder de maniobra para evitar una cesación de pagos. Esto los grandes tenedores internacionales lo saben y juegan con el hecho de que las reservas alcanzan para cubrir todos los vencimientos bajo ley extranjera de 2020 si se deja de servir la ley local , advirtió.

Agustín Arreguy, operador de Dracma, también considera que el cronograma no va a cumplirse y que incluso con buena recepción de la propuesta que haga el gobierno, los plazos están muy justos. No ve inconvenientes con la demora en el cronograma, aunque, dice, dependerá de la forma en que vayan avanzando las conversaciones entre las partes.

“No veo que si no se llega con el cronograma vaya a ser un problema. Si las conversaciones avanzan, creo que el mercado ya lo tendrá incorporado. Ahora bien, si el cronograma no se cumple porque una de las partes adopta una actitud no negociable, esto si tuviera consecuencias sobre los ya castigados precios de la deuda local. Ni hablar si ello implica un default de algún pago en dólares en los próximos meses, lo que automáticamente disiparía un cross-default en el resto de los bonos , advirtió.

Temas relacionados
Más noticias de Deuda

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés