Deuda bonaerense: en línea con Nación, Kicillof busca tres años de gracia, baja de intereses y extensión de plazos

El gobierno de la provincia de Buenos Aires ya tiene lista la oferta para reestructurar su pasivo bajo legislación extranjera por casi u$s 7150 millones. No pagar hasta 2023, disminución de tasas y prolongar los tiempos totales, las claves.

El gobierno bonaerense encabezado por Axel Kicillof definió la oferta para reestructurar la deuda bajo legislación extranjera, que una vez que cuente con el aval de los organismos reguladores para ser presentada de manera pública en los próximos días.

La oferta seguirá la línea trazada por la administración de Alberto Fernández para el canje nacional, lanzado el viernes y que entró en tiempo de definiciones con la suerte del pago de intereses de un bono que opera este miércoles

Buenos Aires buscará, así, garantizar la sostenibilidad de la deuda provincial mediante 3 años de gracia, disminución fuerte de intereses y, en menor medida, amortización de capital, así como una extensión "sustancial" de los plazos promedio de los compromisos.

Así se los adelantó el propio Kicillof a los intendentes, con los que se reunió este martes para avanzar en definiciones sobre la próxima etapa de la cuarentena por coronavirus en territorio provincial.

Si bien los detalles se conocerán cuando se haga pública la oferta, que según los tiempos que manejan en La Plata sucederá esta misma semana, para la administración Kicillof resulta fundamental lograr la quita sustancial en los intereses como mover la estructura de vencimientos hacia adelante. 

La propuesta buscará una quita promedio de 7% para capital y apunta a un ahorro de la deuda  de u$s 5000 millones para los próximos años, comentaron a El Cronista fuentes oficiales.  

A diferencia de Nación, Buenos Aires concentra vencimentos de capital en los próximos años, lo que complica el corto y largo plazo en ese camino de sostenibilidad buscado, comentaron a El Cronista fuentes del Ministerio de Hacienda y Finanzas provincial.

 

La deuda que se incluye en la reestructuración asciende a u$s 7148 millones, todos bonos bajo legislación extranjera, de acuerdo con el recorte de bonos elegibles que hizo Provincia el pasado 6 de abril, cuando lanzó sus lineamientos generales para la operación.

Además se planteó buscar una reducción permanente en el costo de la deuda que implique cupones consistentes con niveles de intereses (medidos en términos de Recursos Corrientes Netos de Coparticipación) alineados con los niveles promedio de la historia reciente.

"Es fundamental lograr mover la estructura de plazos y a la vez un alivio sustancial de la carga de intereses y, en menor medida de capital, teniendo en cuenta la capacidad de pago compatible con el desarrollo y el crecimiento previsto", comentaron las fuentes oficiales consultadas por este diario.

Se procurará además "alinear vencimientos con la verdadera capacidad de pago de la PBA y minimizar el riesgo de refinanciación, para lo cual las necesidades de financiamiento en moneda extranjera deben reducirse a través de extensión, reperfilamiento y/o recortes de principal desde los valores actuales hasta lograr un perfil de vencimientos sostenible. Y también que los servicios de deuda totales sean consistentes con las obligaciones legales de la provincia, en particular con los límites impuestos por la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Si bien los lineamientos generales para la reestructuración se hicieron sobre supuestos macroeconómicos y fiscales previos a la pandemia del Covid-19, desde la cartera de Hacienda provincial que comanda Pablo López, recalcaron que la situación es más complicada que la de ese momento.

"La situación de la provincia ya era muy complicada al inicio de la gestión, y si bien en los lineamientos se trató de despejar el efecto del coronavirus, es evidente que dos semanas después que el impacto que va a tener en términos económicos será grande", señalaron.

La oferta bonaerense para la deuda llega luego de que los funcionarios de Kicillof mantuvieron contactos con los acreedores desde el inicio de la gestión, en diciembre último, y luego de intentar postergar en febrero el pago del BP21, que finalmente se canceló en efectivo para evitar el default.

Según los voceros oficiales, a los bonistas les cuesta ver lo que la provincia de Buenos Aires está en condiciones reales de pagar, aunque confiaron en que la propuesta oficial tenga buena aceptación.

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