DIALOGARON SOBRE UNA AGENDA DE REFORMAS A COORDINAR ENTRE AMBOS PODERES

Cumbre Gobierno-Corte: sin menciones a temas ríspidos, y de carácter institucional

En el encuentro, los funcionarios y jueces evitaron referirse a fallos, o a denuncias como las de Carrió contra Lorenzetti. Se acordó repetir las reuniones cada mes

Una hora y media de reunión bastó para que el Gobierno y la Corte establecieran una línea común de trabajo en torno al paquete de reformas en el sector que apuntalan el presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el titular del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti. La charla, en el cuarto piso de los tribunales de Talcahuano, fue de carácter institucional, por lo cual se evitaron referencias a temas espinosos en la relación entre ambos poderes. Del encuentro, salió un acuerdo común: todos los meses la reunión se repetirá.

Con el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro de Justicia Germán Garavano por el Ejecutivo, y Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti por la Corte, la única ausente al convite fue Elena Highton de Nolasco. Aunque con aviso. La jueza está en Ecuador, participando de una actividad internacional. Previo al encuentro, Macri había reunido a su propia mesa judicial: Peña, Garavano, el secretario de Legal y Técnica Pablo Clusellas y el jefe de asesores José Torello.

Hubo consenso en trabajar de manera coordinada desde el programa oficial Justicia 2020, alineado al plan propio que lleva adelante la Corte, y que fue presentado en la apertura del año judicial. Mejorar el funcionamiento de los juzgados, acelerar los procesos e ir en camino a la digitalización de todos los expedientes.

La cumbre, no obstante, sirvió para moderar las tensiones del último mes. La primera cuestión que activó cortocircuitos fue la decisión de la Corte de invalidar el tribunal que debía llevar adelante dos de los juicios que deberá encarar en Comodoro Py la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Al Gobierno le molestó la decisión, por entender que demoraba los procesos, y en la Corte generó fastidio que el Ejecutivo, una vez más, opine de sus fallos.

Luego, trascendió la intención del Gobierno -desmentida por fuentes ejecutivas-, de que la dirección de escuchas judiciales dejara la órbita cortesana y retornara a la Procuración General, de la que dependía durante el kirchnerismo. Con Alejandra Gils Carbó como jefa de fiscales, el macrismo se la quitó. Con la posible llegada de la jueza porteña Inés Weinberg de Roca a ese puesto se habló de que el Gobierno podría asignarle el control de esa oficina.

Otro tema bien ríspido del que no se hizo mención fue del pedido de juicio político que Elisa Carrió volvió a realizar en contra de Lorenzetti. En la Rosada nadie se hace cargo de la catarata de acusaciones que la diputada aliada en Cambiemos le hace al juez santafesino. Garavano, ayer, a la salida de Tribunales, volvió a despegarse. "Es una decisión de la diputada y lo hace en el ámbito de su competencia, y será el Congreso el que deberá analizar esas cuestiones", dijo. El ministro también es apuntado por Carrió por su participación en el primer expediente que investiga el atentado a la AMIA de 1994.

En lo relativo al encuentro, además de confirmar que se van a realizar reuniones mensuales, Garavano afirmó que "la Corte va a liderar este proceso de reformas hacia el interior de la Justicia". Y sostuvo: "Se habló de fortalecer la institucionalidad, que se ha ido perdiendo en los gobiernos anteriores".

En el Gobierno, por otra parte, hay especial interés en el fallo que deberá emitir la Corte sobre la aplicación del impuesto a las Ganancias en aquellos jueces designados el año pasado. En instancia de Cámara, en el fuero en lo contencioso administrativo, el siguiente paso será el máximo tribunal, que podría tener que expedirse este año.

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