Cronograma de deuda: cómo evalúan los analistas el calendario de la renegociación

En el Gobierno reconocen que el plazo puede extenderse un poco más allá de fines de marzo, y aún así ese no sería un indicador de éxito o fracaso. La mirada de los especialistas.

El cronograma anunciado por el Ministerio de Economía sorprendió, para bien, a más de un analista. No obstante, un punto que coinciden es la duda acerca del plazo establecido para finalizar con el proceso de renegociación de la deuda: llegar al 31 de marzo con la aceptación de los acreedores.

No obstante, en el Gobierno reconocen que el plazo puede extenderse un poco más allá de fines de marzo, y aún así ese no sería un indicador de éxito o fracaso de la renegociación en sí. De hecho, de acuerdo al aspecto legal de los bonos, estos pueden estar abiertos (en situación de canje) por hasta 30 días como máximo, y en un plazo no menor a 10 días, especificó una fuente oficial.

A Miguel Kiguel, director de Econviews, le parece un cronograma ambicioso, "muy voluntarista". Es que si bien identificó que las fechas están bien fijadas, estas funcionan sólo "si todo anda perfecto, si los bonistas cuando viene la oferta, la aceptan, si en las asambleas se consiguen las mayorías que se requieren".

Sólo en ese caso se podría terminar el 31 de marzo, "pero lo más probable es que lleve bastante más tiempo. Va a haber un proceso de negociación, una oferta donde algunos van a aceptar, otros no".

En ese sentido, agregó que "para que termine muy rápido, la oferta debería ser extremadamente generosa y ahí sí todos agarran. Pero si no es así es difícil que todos los bonistas acepten, que se consigan las mayorías en las asambleas, que se vean todos los detalles".

Y mencionó un aspecto que se reclama desde varios sectores: la falta de un plan macroeconómico. "Cómo se hace para aceptar una oferta si no se sabe cuáles son los números fiscales y el programa económico a mediano plazo", se preguntó.

Para su colega de Econviews, Miguel Zielonka, también los plazos son apretados. "Llegan a hacer la propuesta pero no creo que puedan cerrar al 31 de marzo. Van a tener que dar más tiempo a los acreedores para evaluar. Dos semanas no parece suficiente", definió.

El economista Fernando Marull, de FM y Asociados, definió varios aspectos que considera positivos, que enumeró: la hoja de ruta que implica el cronograma, que hasta ahora no se conocía; que haya una relación con el FMI en sí; y que va a haber una presentación de Martín Guzmán en el Congreso sobre sostenibilidad de la deuda. "Ahí va a quedar en claro cuál es la postura, cuáles son los supuestos de quita y de resultado fiscal que se espera", mencionó.

Sobre los plazos en sí definió que "si la oferta es amigable, seguramente alcancen los plazos; si no lo es, se necesitan más días".

Para Juan Ignacio Paolicchi, de EcoGo, si bien los tiempos son ajustados, se puede llegar tranquilamente. "Es positivo porque da certidumbre sobre cuándo. No se esperaba un cronograma concreto", sostuvo.

Un aspecto que identificó es que "no se sabe qué va a pasar con los bonos de legislación extranjera y la local, de si tendrán un tratamiento igualitario".

En ese sentido, esbozó que "si no se trata de manera equitativa, la prima que los bonos de legislación local empezarían a tener, una vez resuelto lo de ley extranjera, sería sensiblemente más alta. Ya hay una prima de por sí".

Además, marcó que "el mayor grado de aceptación va a depender de cuánto le crean al ministro de la capacidad argentina de crecer y ahorrar fiscalmente. Cuanto mayor éxito tenga el programa económico, menor el exit yield, entonces la ganancia es mayor".

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