CERCA DE BOUDOU AGUARDAN UN GESTO PRESIDENCIAL

Cristina reaparece en dos actos en medio del escándalo Ciccone

Una máxima pejotista reza que se acompaña hasta la puerta del cementerio pero sólo entra el muerto. La casualidad hizo que después del procesamiento del vicepresidente Amado Boudou, Cristina Fernández de Kirchner encabece mañana un acto armado a último minuto para recordar a Juan Domingo Perón, a 40 años de la muerte del líder del movimiento. El pasado viernes el Gobierno canceló los homenajes que estaban previstos en la histórica Quinta de San Vicente para cursar las nuevas invitaciones. Horas después llegó el sorpresivo fallo del juez Ariel Lijo, al filo del fin de semana, que ayudó a la Casa Rosada a mantener su tradición de 48 horas de silencio frente a un revés inesperado, con la mandataria en Santa Cruz y el acusado aún más lejos: en Cuba. Recién hoy el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, enfrentará la polémica en su matutina conferencia de prensa.
Luego la jefa de Estado se mostraría en público, al inaugurar al mediodía los nuevos carriles de la General Paz junto al gobernador bonaerense Daniel Scioli y con el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, en teoría ausente, al suspender su agenda por la muerte de su hermana Sandra (Ver pág. 6).
El Gobierno vive hoy un deja vú de aquella tarde de febrero cuando Boudou fue citado a indagatoria. Con el Vice fuera del país hoy viaja de Cuba a Panamá para volver el jueves en su despacho del Senado aguardan otra vez las palabras de Capitanich para confirmar un respaldo prometido. Aunque ahora hay mayor tranquilidad, si se permite el término considerando su situación jurídica (y política). La orden es sostenerlo a menos que Cristina cambie de opinión, confían cerca del ex ministro de Economía porque el procesamiento lo veían venir. Al Gobierno sólo lo sorprendió el momento elegido: lo esperaban para más adelante. Igual en despachos oficiales, donde prefieren el vaso medio lleno, analizaban que la Mundialmanía podría beneficiarlos a licuar más rápido el escándalo.
En las usinas de campaña K ya evalúan el efecto-Boudou como una piedra en el zapato para el 2015. La oposición lo usará como bandera. Más si llegan a absolver a Macri en la causa de las escuchas por lo que no podremos contrarrestar que él también está procesado, se desencantan. Por ahora, sin encuestas para sostener el argumento, no le reclamarán a la Presidenta el paso al costado de su Vice. El fragor electoral podría cambiarlo todo.

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