Cristina íntima: por qué cree que puede ganarle un ballottage a Macri

La ex presidenta regresará a Buenos Aires desde el Sur esta semana para continuar evaluando el armado con el PJ en las provincias. Cuáles son los argumentos por los que siente que es competitiva.

El 2019 depende de 678.774 personas que votaron a Mauricio Macri en el ballottage. Al menos, ese es el razonamiento político-matemático alrededor de Cristina Kirchner para convencer(se) de que ella podría evitar la reelección del Presidente en segunda vuelta. La mayoría de las encuestas hoy pronostican lo contrario. 

El en mano a mano del 22 de noviembre de 2015, post “campaña del miedo (como la bautizó Cambiemos), el candidato del FPV, Daniel Scioli, obtuvo el 48,66% frente al 51,34% de Macri. Una diferencia de 2,68 puntos. Esos poco más de 678.000 (una cifra que persigue al kirchnerismo) electores que en el Instituto Patria están convencidos de que no volverían a elegir igual. “Con la economía de estos tres años y pico no pueden estar mejor , es la reflexión.

Los que votaron a Scioli, continuando con esta lógica que no admite la existencia de un voto propio del ex gobernador, lo hicieron a pesar de la misteriosa muerte Alberto Nisman, de las denuncias de corrupción, del “vamos camino a Venezuela . Como en 2015, este año serán clave los 930.829 cordobeses extra que optaron a Macri. 

La pregunta del millón: ¿Significa ésto que la actual senadora será candidata? No. Pero sale al cruce de la visión que se está tratando de instalar, con especial énfasis el alternativo Sergio Massa, para seducir no a la dirigencia pero sí al votante K para construir lo que su consultor catalán Antoni Gutierrez-Rubí (que asesoró a CFK en 2017) bautizó “una nueva mayoría , sobre la base de que 7 de cada 10 no votarán a Cambiemos. El kirchnerismo apela a la teoría de la Espiral de Silencio para justificiar los resultados de las encuestas. 

A pesar de las presiones de las terminales peronistas para que lo defina cuanto antes, cerca de la ex Presidenta insisten que, fiel a su estilo, estirará el misterio. Pero no hasta último minuto. En su nueva versión “magnánima , con una lapicera con menos tinta, Cristina Kirchner mandó mensajes de paz a las provincias.

Como contó el diario La Nación, su orden a la militancia del interior fue la de acordar con la franquicia local del PJ. El recado calmó a La Pampa y desactivó (por ahora) la bomba tucumana de la interna Juan Manzur y José Alperovich. Dos que supieron renegar de la anterior administración, a pesar de su cercanía, y hoy se pelean por a quién quiere más la ex mandataria

Eso están siguiendo en el Patria, oficina a la que esta semana retornará Cristina Kirchner de El Calafate: olvidando viejos odios, celebran cada declaración de amor de un ajeno. Ni siquiera quieren polemizar con Miguel Ángel Pichetto, el único al que ubican con los dos pies en la otra vereda: "Son diferencias ideológicas". 

Esta postura altruista se traduce en que los precandidatos 100% camporistas hoy son apenas un puñado. Axel Kicillof está recorriendo la provincia de Buenos Aires pero escuchan a los intendentes que quieren a uno propio. La senadora Anabel Fernández Sagasti iría por la gobernación de Mendoza. La diputada Mayra Mendoza es su número puesto para competir en Quilmes. Su colega Fernanda Raverta aprovechará la feroz interna de Cambiemos en Mar del Plata. Marcos Cleri participará de la primaria santafesina contra Omar Perotti y Maria Eugenia Bielsa. También quieren pelear la PASO por la intendencia de Santa Rosa. Y no mucho más.

Para #Quilmes un saludo de @CFKArgentina (Es x cada un@ q le mandan besos a ella y nos dicen Fuerza! para volver) pic.twitter.com/XwLlBSLCPc

— Mayra Mendoza (@mayrasmendoza) April 15, 2016

La pulseada por las listas legislativas será harina de otro costal. Los caciques del Conurbano le ofrecen la boleta de Diputados a Máximo Kirchner para vetar a Kicillof.

La mirada está puesta en el próximo Congreso del PJ Nacional. Se pospuso para el 7 de marzo (no el viernes 8 por ser el Día de la Mujer, símbolo de que el cambio de época llegó al oxidado partido). Los delegados de cada provincia que asista, probablemente los de Alternativa Federal no vayan, votarán la política de alianzas. Cristina Kirchner espera un aval, al menos tácito, a su Unidad Ciudadana.

“Lo querían los gobernadores, los intendentes, el PJ, la CGT, todos decían que era el que más medía , supo justificar, en privado, la ex Presidenta hace dos años la final entronización de Scioli y consecuente caída en desgracia de Florencio Randazzo en 2015. A pesar Todos esos planetas deberían volver a alinearse, ahora detrás de ella para este 2019, que la encontrará varias veces en Comodoro Py.
 

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