Coronavirus en la Argentina: con más de 100.000 casos confirmados, por qué se viene una cuarentena flexible

El próximo viernes concluirá el aislamiento actual dispuesto por el gobierno nacional y se perfila una posible relajación. Qué muestran los indicadores que toman en cuenta los epidemiólogos. ¿Es posible un relajamiento en el AMBA?

El 19 de marzo el gobierno nacional dispuso el aislamiento social preventivo y obligatorio en todo el territorio nacional. A partir de allí la situación epidemiológica fue muy variante según las regiones del país, lo que condujo a que muchas provincias avancen hacia el distanciamiento social, con el retorno de diversas actividades productivas y sociales. Hasta hoy, fecha en la que se superaron los 100.000 casos desde el primero, el 3 de marzo.

Sin embargo, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el Gran Buenos Aires los casos nunca disminuyeron y continúa la circulación comunitaria. Ante la aceleración del ritmo de contagios se había tomado la decisión de volver atrás en flexibilizaciones producidas. Esas medidas tienen vigencia hasta el próximo viernes, cuando faltarán solo dos días para cumplir los cuatro meses de cuarentena.

Esas medidas más restrictivas comenzaron el 1 de julio. Como el período de incubación del coronavirus puede llegar a las dos semanas, recién en los últimos días comienzan a tener impacto los mayores esfuerzos realizados desde el principio de este mes en el área metropolitana de Buenos Aires. De esta forma, los números de contagios, fallecidos y de ocupación de camas de terapia intensiva que se obtengan durante esta semana serán clave para determinar qué restricciones continuarán y qué se podrá flexibilizar.

Sin embargo, los indicadores que surgen de los informes diarios del ministerio de Salud muestran varias pistas sobre lo que puede suceder. Por ejemplo, el ritmo de contagios. Si bien la cantidad de casos confirmados ha subido de forma constante y se han superado poco a poco los récords, se puede ver una estabilización de este indicador.

En la ciudad de Buenos Aires se duplican la cantidad de casos confirmados cada 20 días. Hace un mes se duplicaba cada 11 días y a principios de julio, cada 18. Es decir, se puede ver una mejor evolución. La tendencia en la provincia de Buenos Aires también tiende a mejorar, pero de forma no tan marcada. Actualmente duplica los casos cada 15 días, cuando a principio de julio lo hacía cada 13.

 

Estos dos distritos concentran el 92% de los casos desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, en las últimas semanas se registraron nuevos casos en provincias que parecían tener la situación controlada, como los casos de Jujuy o Catamarca. De hecho, si tomamos solo los últimos dos días, en 17 de los 24 distritos hubo nuevos casos.

 

Otro de los indicadores que ha tomado relevancia en las últimas semanas es la ocupación de camas de terapia intensiva. Es que las mayores restricciones de la actual etapa tenían como objetivo reducir los contagios para alivianar la carga del sistema de salud.

El 1 de julio, cuando comenzó esta etapa, había 576 internados en unidades de terapia intensiva. A nivel nacional, el 50,6% de las camas estaban ocupadas. En el AMBA, el porcentaje llegaba al 55,9%. Actualmente, son 701 los internados. A nivel nacional, la ocupación es del 51,2% y en el AMBA es del 58,2%. En ambos casos la situación se estabilizó tras tocar un pico: en el AMBA había llegado al 60,3% y luego retrocedió el porcentaje, que muestra una mayor estabilidad.

Para evaluar la situación del país resulta útil la comparación con lo que sucede en otras latitudes. Según datos de Worldometer, que recoge lo que informan los países, Argentina conserva buenos números en relación a sus vecinos. Por ejemplo, tiene 40 muertes por Covid-19 cada 1 millón de habitantes. En este indicador solo Uruguay, Paraguay y Venezuela muestran mejores valores. A contramano, Chile tiene nueve veces más fallecimientos en relación a la población. Colombia, un país que había controlado la pandemia en el inicio y luego aflojó la cuarentena, tiene 101 muertos por millón de habitantes, más del doble que Argentina.

 

 

En este sentido, la comparación también puede hacerse con el resto del mundo. Según Worldometer, Argentina se encuentra en el puesto 66 en casos registrados por habitantes entre los 213 países y territorios. Se excluye la decena de países a los que aún no llegó el virus. En cuanto a los fallecimientos por cantidad de habitantes la situación es similar, ya que Argentina está en el puesto 65.

Por otro lado, con 10.088 testeos por millón de habitantes, Argentina está en el puesto 127. Es decir, 126 países y territorios realizan más testeos, ajustado por población, y otros 86 testean menos.

Si nos detenemos sobre los fallecimientos en la Argentina, es cierto que el número continúa en ascenso. La curva, sin embargo, se mantiene relativamente controlada y no muestra un ascenso pronunciado, como sucedió en muchos países de todo el mundo.

 

Más allá de lo que muestren las curvas actuales y de que se pueda tender a una estabilización de los casos y fallecimientos, no es posible aventurar que Argentina esté cerca del pico de contagios. Es que esa situación solo podrá ser evaluada una vez que suceda. Es decir, el pico se podrá ver una vez que haya sido superado, y por el momento no es posible determinarlo ni predecirlo.

Teniendo en cuenta toda esta situación y a la espera de los números de esta semana, es posible justificar una eventual flexibilización en el AMBA. Sobre todo si se tiene en cuenta que son casi cuatro meses de cuarentena y que es cada vez más difícil para mucha gente cumplir con las restricciones. Si bien se esperaba que la ciudad de Buenos Aires fuera la que promoviera mayores aperturas, se puede pensar que haya más habilitaciones también del otro lado de la General Paz.

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