Coronavirus: el Papa anima a los movimientos sociales a reclamar más subsidios del Estado

Francisco les reconoció el trabajo que realizan por los sectores más vulnerables frente a la crisis que desató la pandemia y dijo que "tal vez sea tiempo de pensar"  en un sueldo para cuentapropistas.

El domingo de Pascua varios dirigentes de organizaciones sociales y territoriales recibieron una carta firmada de puño y letra por el papa Francisco para agradecerles y felicitarles por el trabajo de contención en villas de emergencia y barrios humildes en momentos de mayor necesidad, por la escasez de recursos que la cuarentena obligatoria impone en estos lugares.

En una misiva de tres páginas, el Papa les reconoció que "los males que aquejan a todos, (en los barrios populares) los golpean doblemente", y tras advertir que los trabajadores informales no cuentan con "ningún tipo de garantías legales que los protejan", propuso discutir seriamente "un salario universal" para resistir este momento de crisis por la propagación del coronavirus.

"Muchos de ustedes viven el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los proteja. Ustedes, trabajadores informales o de la economía popular, no tienen un salario estable para resistir este momento... y las cuarentenas se les hacen insoportables. Tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal (...) capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos", les escribió el Papa.

El obispo de Roma hizo particular referencia a "los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros y los que realizan distintas tareas de cuidado" en el escrito que llegó a manos de dirigentes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y Barrios de Pie, como Juan Grabois y Daniel Menéndez, entre otros, que se hicieron eco del mensaje en las redes sociales. Incluso Grabois reconoció a este diario "estar de acuerdo" con un sostén básico para los informales.

Mientras en varios países se discute transferir ingresos a aquellos fuera del mercado laboral (Brasil lo aprobó hace días, y España se encamina en este sentido) a partir de gravar los mayores patrimonios, Bergoglio fue contundente al sostener que en momentos como los que afronta la humanidad "se acaban todas las excusas para sostener privilegios".

Gracias @Pontifex_es por tus palabras de reconocimiento a todo el trabajo que hacemos los movimientos populares. La militancia y el compromiso social son esenciales para salir adelante. pic.twitter.com/zrGI6GSAQA

— Daniel Menendez (@danimenendezok) April 12, 2020
La estrategia de los movimientos

El mensaje del pontífice no fue ingenuo, ya que algunas organizaciones territoriales vienen reclamando al Gobierno un debate serio y profundo acerca de un "ingreso ciudadano universal", tal como anticipó El Cronista. Un petitorio que ganó fuerza a partir de la decisión del Gobierno de pagar un subsidio de $ 10.000 a través de la ANSeS a todos los desocupados, informales, monotributistas de las categorías más bajas y beneficiarios de planes para sobrellevar el aislamiento social, preventivo y obligatorio, extendido de momento hasta el 26 de abril inclusive.

Los movimientos sociales nucleados en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), una suerte de "sindicato" de informales, reclaman una ampliación del Salario Social Complementario (SSC) a una mayor población, y la incorporación de derechos no contemplados al momento.

"Se acaban todas las excusas para sostener privilegios", avisó el Papa

Este "salario social" hoy ronda los $ 8500 ya que equivale a la mitad del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) y lo recibe medio millón de personas vinculadas a comedores, cooperativas y otras unidades productivas homologadas por el Ministerio de Desarrollo Social, a partir de la Ley de Emergencia Económica dictada por el Congreso en 2017. Las "orgas" ahora piden que ese ingreso llegue a unas 6 millones de personas que, en sus cálculos, procuran su autosustento en la informalidad y necesitan un "piso" de recursos para garantizar la cobertura de la canasta básica de alimentos.

La discusión conduce inexorablemente a su mecanismo de financiamiento. Nicolás Caropresi, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos, sostuvo que "en algún momento la sociedad va tener que decidir si normaliza que unos tengan un plato para comer todo los días y otros no, y en en caso de no hacerlo, pedir un sacrificio a los que más tienen". También sugirió que un impuesto expcecional y por única vez a las mayores riquezas, como discute la bancada del Frente de Todos en el Congreso, "es poco esfuerzo" en comparación a las privaciones de los desposeídos.

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