EL RECORTE SE SUMA A LA CA DA REGISTRADA EN LOS ÚLTIMOS 2 AÑOS

Con el foco en las empresas, la presión tributaria bajará medio punto del PBI

Tras la merma que se dio por las retenciones a exportaciones, este año se suma imputar el impuesto el cheque a Ganancias y menores contribuciones patronales

En una baja quirúrgica, el gobierno de Mauricio Macri redujo la presión tributaria en los poco más de dos años que va de mandato en un 1,6 punto porcentual (pp) y, de acuerdo a lo previsto tras la aprobación de la reforma impositiva de fines de 2017, en 2018 se sumará un recorte adicional de 0,5 pp. Sin embargo, la disminución concretada y la que se llevaría a cabo este año mejora la situación de las empresas y no de las personas.

Cuando se evalúa la performance desde diciembre de 2015 se observa que la presión tributaria, entendida como el porcentaje entre el total de la recaudación impositiva y el PBI nominal, bajó desde el 25,6% de diciembre de 2015 al 24% actual. Así surge de evaluar los ingresos ordinarios a la AFIP, sin contabilizar los recursos del blanqueo.

"Es una baja acotada, cuando se mide como porcentaje del producto", calificó Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina. Y agregó que "fue mucho más marginal para personas que para empresas".

Los sectores que se beneficiaron hasta ahora fueron básicamente dos, tal como identificó Federico Muñoz. Por un lado, las retenciones a las exportaciones, aunque "el principal factor explicativo de la caída en la presión tributaria es la pérdida de recaudación del impuesto a las ganancias, un resultado que ya no nos parece tan saludable", advirtió.

Muñoz explicó que, "en un contexto en el que hay que hacer esfuerzos para recuperar competitividad, la elevada alícuota del Impuesto a las Ganancias corporativas conspira contra ese objetivo". Y reconoce que de ahí entonces la pertinencia de la decisión en la reforma tributaria de bajar progresivamente el impuesto a las ganancias no distribuidas. "Sin embargo, en contrapartida, seguimos creyendo que el impuesto a las Ganancias de personas físicas tiene un peso mucho menor en la estructura tributaria nacional al que nos gustaría", sostuvo.

Otro aspecto que advirtió es que, si bien el porcentaje de lo recaudado a través de Ganancias cayó de 6,4%, ratio de diciembre de 2015, a 5,2% en marzo de 2018, "una de las dinámicas recaudatorias más llamativas y auspiciosas en los últimos trimestres fue el notable desempeño del IVA: en el primer trimestre del año su recaudación llegó a representar 7,5% del PBI; máximo histórico absoluto".

Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) y que estuvo en el Ministerio de Hacienda hasta abril de 2017, coincidió que "hasta ahora la baja de presión tributaria efectiva se concentró en Impuesto a las Ganancias y derecho de exportaciones".

Sigaut Gravina recordó que, además, hubo modificaciones para las Pymes y que también se subió el mínimo de Bienes Personales, que pudo haber ayudado "en el margen a las personas físicas".

Con la reforma tributaria aprobada en diciembre de 2017, lo más relevante es la reducción del impuesto al cheque, identificó Argañaraz. "Se va a implementar y es retroactivo a enero, que lo que hace es tomar a cuenta pago de Ganancias", describió.

En concreto, se espera que se publique la reglamentación que lleva del 17% que rige hoy a 33% la posibilidad de imputar el impuesto al cheque a cuenta de Ganancias. De acuerdo con lo que se aprobó en la ley, para 2022 ese porcentaje se incrementará al 100%.

Esta ampliación para este año implica una baja en la presión tributaria 0,3% del PBI, calculó Argañaraz.

Y agregó que la baja es significativa al cabo del quinto: en 2022, el recorte en el peso impositivo será de 1,4% del producto. "Es una muy buena salida para incentivar la formalización de la economía", añadió Argañaraz.

En el caso de la reducción en las contribuciones patronales, implica una disminución en cinco años de la presión impositiva de 0,8% de la recaudación en términos del PBI; este año arranca en un 0,2%.

"La reforma tiene un claro incentivo a la actividad económica más que a las personas físicas", calificó Argañaraz.

A estas modificaciones se suman además el impuesto a la renta financiera y el revalúo fiscal en marcha, ambos que terminan subiendo la presión tributaria que recae sobre personas físicas.

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