Cómo negociar con el FMI: mayores impuestos o mejorar la economía

Cómo son los seis puntos claves que explican el plan del FMI y cómo pueden afectar a la economía argentina en los próximos años.

Ya son muy conocidas las recomendaciones que hizo el FMI, en momentos en que venían las misiones revisoras de las cuentas durante el gobierno anterior. Siempre se hablaba de apuntar al déficit cero, aumentándose fundamentalmente los recursos fiscales con el objetivo de no disminuir la ayuda social a los sectores vulnerables. Entonces, por qué motivo no se repetirán las mismas recomendaciones, en un futuro próximo en que haya que sentarse de nuevo en la mesa de negociaciones con el organismo internacional.

Sin embargo aceptar esas recomendaciones, que en realidad a la hora de negociar más que sugerencias podrían transformarse en imposiciones, puede significar retrasar el empujón que se le podría dar a la economía descomprimiendo la exigencia fiscal hacia las empresas y los contribuyentes individuales. Por otro lado, la capacidad de contribuir está casi agotada luego de venir en caída de actividad antes de la pandemia , agravándose luego por efectos de la cuarentena  indefinida en la que está metida la economía. Y entonces, ahora habría que innovar, tratar de aplicar las mismas recetas que fueron sugeridas en el 2019 quizás ya no sea conveniente, es como dar el mismo remedio ante otro problema de salud.

El tiempo lo dirá, ya pronto se publicarán los informes de prensa del Fondo, vendrán sus visitas y saldrán los documentos con las “recomendaciones , que veremos si seguirán en la misma sintonía que antes.

Qué decían los últimos consejos del Fondo

Con el objetivo de mejorar la recaudación tributaria para aumentar los recursos fiscales y que se logre el déficit cero, sin afectar a los sectores vulnerables (algo parecido a estar haciendo equilibrio sobre una soga con platos en la cabeza y con las manos atadas), el año pasado el Fondo sugería las siguientes medidas tributarias:

  • Reducir los subsidios

Una recomendación que parece difícil de cumplir luego de que la pandemia dejó tierra arrasada desde el punto de vista económico y social. Sería posible pensar en la eliminación de los subsidios al transporte, a las tarifas (ajustándolas por inflación) y los planes sociales que suman en la actualidad más de veinticinco.

  • Eliminar exenciones tributarias

Luego de las reformas de los últimos años no están quedando muchas exenciones en el Impuesto a las Ganancias. Una que todavía permanece es la del Poder Judicial que sigue sin pagar a pesar que la propia ley del impuesto los grava pero que por una acordada de la década de los 90 se autoexcluyeron del tributo. A pesar de que se logró comenzar a gravar a partir de los nombramientos de los nuevos jueces ocurridos a partir del año 2017. Otras exenciones corresponden al Impuesto al Valor Agregado, como por ejemplo la venta de libros; de medicamentos a los consumidores finales;

La educación incorporada a los planes de enseñanza oficiales; la medicina de las obras sociales de afiliación obligatoria, los alquileres de vivienda y los intereses por compra de vivienda. Por ejemplo, la exención de la leche era un punto observado, pero naufragó recientemente al fracasar incluirla en el proyecto que trata el incremento del presupuesto de este año que se envió al Congreso. El pan que estaba exento quedó alcanzado por una reforma realizada en el año 2006, pasando a pagar la alícuota del 10,50%.

  • Aumentar las alícuotas diferenciales del IVA

Para algunos bienes y servicios a los que se les aplica 10,5% en lugar de la tasa general del 21%. La tasa reducida se aplica al acceso de la medicina voluntario (prepagas) y a determinados productos frescos que integran la canasta básicos de alimentos, como por ejemplo: las carnes bovina, ovina, porcina y aviar; y las frutas, verduras y legumbres frescas, la miel, el pan y otros pocos alimentos más.

  • El Fondo pedía iniciar una investigación para identificar a los contribuyentes registrados incorrectamente como Monotributistas

Este régimen que a pesar del ajuste que se hace todos los años de los parámetros de sus escalas, de acuerdo al índice de variación por el que se ajustan las jubilaciones, expulsa por la inflación cada año a más contribuyentes, estuvo hace un año en la mira del organismo internacional.

Pero el cambio del régimen simplificado al régimen general significa un verdadero “salto al vacío , porque se pasa de pagar una cuota fija sin necesidad de contar con administración, a tener que pagar el Impuesto a las Ganancias, el Impuesto al Valor Agregado y la cuota mensual de Autónomos. Una forma de poder hacerlo sería volviendo a la figura del contribuyente “no inscripto en el IVA que no factura débito fiscal y que el crédito del impuesto es un costo más; y equiparando la deducción especial que se descuenta en el Impuesto a las Ganancias con el mismo importe que consideran los empleados en relación de dependencia.

  • Por la suspensión de la ley de movilidad jubilatoria

Que cada tanto se retoca, el Gobierno otorgó el aumento de 2,3% más una suma de fija de $ 1500 para jubilados y pensionados a partir de marzo de este año. Significó un incremento del 13% para quienes cobran el haber mínimo, que pasó de $ 14.068 a $ 15.892. Con el índice anterior, las jubilaciones que se ajustan trimestralmente según el índice de movilidad previsional iban a subir un 11,6%, perdiendo de esta manera los que más haber previsional tienen. La fórmula de ajuste anterior surgía de una combinación de índices, un 70 % de la inflación (índice de precios al consumidor) y un 30 % por la evolución salarial RIPTE (remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables). En junio salió un nuevo decreto de aumento del 6,12% y ahora se espera otros dos decretos hasta fin de año. Este punto seguramente entrará en la lupa del Fondo.

  • Un tema que está de moda en todo el mundo

Luego de los efectos devastadores en la economía de todos los países, es el financiamiento de la crisis con la creación de un impuesto a la riqueza. Es una nueva imposición nueva sobre el patrimonio, tornándolo al borde de la inconstitucionalidad, es probable, pero por otro lado no quedan muchos tarros más por rascar. El proyecto nacional, que ya está dando vueltas por el Congreso, tiene los siguientes puntos:

Tiene el carácter de “emergencia y sería por única vez, tal como empezaron a aplicarse la mayoría de los impuestos en Argentina, se aplicará en todo el país a las personas humanas y las sucesiones indivisas; convivirá con el Impuesto sobre los Bienes Personales. Para determinarlo se tomará de base los bienes resultantes al 31 de marzo de 2020, de las personas humanas que son sujetos del Impuesto sobre los Bienes Personales. La condición es que los activos sean iguales o mayores a doscientos millones de pesos, valuados de acuerdo a lo que establece la ley, al 31 de diciembre de 2019.

Sobre el valor de los bienes se aplicarían las siguientes alícuotas:

Valor total de los bienes en el país y en el exterior

Desde $                                               Hasta $                                 Alícuota

0                                               400.000.000, inclusive                   2.00%

400.000.000                           3.000.000.000, inclusive                2,50%

3.000.000.000                                 En adelante                             3,50%

 

Argentina ya jugó al ajedrez con el mismo jugador (FMI) muchas veces. Ambos se conocen muy bien, en general movieron siempre las mismas piezas. Habrá que ver si en esta próxima oportunidad, pandemia de por medio, alguno intentará modificar el estilo de juego.

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