LA POTENCIA INSTALADA CRECIÓ 11,2% RESPECTO A 2015

Cayó el consumo y mejoró la oferta eléctrica en 2017

Al compás de los fuertes aumentos de las tarifas, el consumo de electricidad se retrajo el año pasado un 0,5% con respecto a 2016, aunque se encuentra apenas por encima de 2015. La variación se explica por la caída de un 2,1% interanual en la demanda del sector residencial (42,1% del total) y de 0,6% en el comercio (28,9%), mientras se registró un aumento de 2% en la industria (otro 28,9%).

 

Los datos fueron proporcionados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y permiten observar el vaso medio lleno o vacío, según como se lo quiera analizar.

Por un lado, uno de los objetivos del Gobierno era atenuar el consumo y evitar el derroche subiendo los precios, lo que parcialmente se logró. Por otro lado, si bien subió la demanda eléctrica industrial un indicador bastante certero de la evolución de la actividad en su conjunto todavía se mantiene en niveles por debajo de 2015.

En diciembre, el consumo de la industria fue un 2,4% mayor que en el mismo mes del año anterior, con lo que se espera que el próximo miércoles 31 el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informe una evolución similar en el Estimador Mensual Industrial (EMI).

El economista Rafael Skiadaressis evaluó: "La oferta es igual a la demanda, que en el sector residencial cae por el tarifazo, mientras que en la industria sube por la recuperación de la actividad".

En el último año del kirchnerismo, con bajas tarifas, se consumieron 132.109.619 MWh, mientras en 2017 hubo una demanda por 132.424.928 MWh. En el medio, en 2016, hubo un incremento hasta los 133.110.795 MWh y una baja de 4,7% en la demanda industrial por la recesión.

Medida en GWh, el balance energético de Cammesa arrojó una demanda de 137.170 GWh, un 0,7% menos que en 2016. La generación se cubrió con 88.462 GWh de energía térmica (64,5%), 39.584 GWh de hidráulica (28,9%), 5716 GWh de nuclear (4,1%) y 2674 entre energía eólica y solar (1,9%).

La contracara de esta política, donde sí hubo buenos resultados, fue en el aumento de la potencia instalada. Según Cammesa, se llegó a 36.505 MW y creció un 11,2% respecto a finales de 2015.

La nueva potencia instalada es de 3689 MW y representa un 40,2% de lo que se hizo entre 2003 y 2015, con la anterior administración. Buena parte se explica por los ciclos combinados de gas natural, que aportaron el año pasado 10.436 MW, 1209 MW más que cuando asumió este Gobierno. Esta tecnología es la segunda más importante en la matriz eléctrica argentina, por detrás de la hidráulica (11.101 MW).

Además, la importación de electricidad para cubrir los faltantes se redujo el año pasado a la mitad: 733,8 GWh, contra 1469,9 en 2016. Fue el tercer año con menores compras al exterior de electricidad, por detrás de 2012 y 2013.

Dentro de diez días se concretará el segundo aumento de luz en tres meses, con la idea de bajar los subsidios, recomponer ingresos de las distribuidoras -que luego se traduzcan en inversiones y mejor calidad del servicio- y atenuar la demanda. El alza llegaría a 12% promedio a nivel nacional respecto a diciembre, cuando subió 20%.

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