Cabrera: "En los últimos diez años se destruyó en el país la cultura exportadora"

Acceso al financiamiento, burocracia y costos logísticos, figuran entre los principales obstáculos a la hora de incrementar las exportaciones

Según datos oficiales, el déficit comercial en enero arañó los u$s 1000 millones, con proyecciones para todo el año en torno a u$s 12.000 millones. Pese a eso, el primer mes del año registró un salto de 10,7% en las exportaciones, en términos interanuales. Para el Gobierno, el problema radica en el bajo nivel de exportaciones y no tanto en los bienes importados.

En una entrevista exclusiva con El Cronista, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, aseguró que durante la anterior administración "se destruyó la cultura exportadora" y admitió que el país tiene serios problemas de competitividad. Estuvo acompañado por los secretarios de Comercio, Miguel Braun, y de Transformación Productiva, Lucio Castro, quienes aportaron precisiones sobre las acciones impulsadas por la cartera.

¿Le preocupa el nivel al que llegó el déficit comercial?

No es preocupante desde el punto de vista sistémico, en un país que empieza a tener mayor actividad económica, crecen rápidamente las importaciones y las exportaciones tardan en reaccionar. Lo relevante es ir bajándo el déficit pero el problema no lo vemos en las importaciones sino en las exportaciones. Cuando ponemos la lupa en las importaciones, vemos que el 80% se relacionan con el proceso productivo, es energía, bienes de capital o insumos y sólo el 13% son bienes finales. El porcentaje de exportaciones respecto del PBI es muy bajo, esto muestra que, en términos generales, deberíamos estar creciendo en exportaciones.

En 2017, hubo algún nivel de retención de granos del agro, esperando mejores condiciones, fueron unos u$s 3500 millones que podrían haber mejorado el número de exportaciones. Pero el gran problema es la destrucción de la cultura exportadora por medidas que se tomaron en los últimos diez años, básicamente las retenciones al agro, retenciones a toda la industria, liquidación de divisas en el corto plazo, y por lo tanto las compañías no podían exportar. Entre 2006 y 2015 de 15.000 empresas que exportaban, pasamos a 9000.

¿El nivel actual de exportaciones es consecuencia de problemas de competitividad?

Cuando decimos que hay que mejorar la productividad de la economía argentina nos referimos a eso. Los precios de los bienes que se producen en el país son altos, por lo tanto es difícil salir a competir, esa realidad existe y tiene que ver con temas logísticos, de costos del capital, el financiamiento, el tema laboral, hay dificultades de acceso a la tecnología, tiene que ver con el costo de las importaciones del equipamiento, todo eso hace que tengamos una economía poco competitiva.

Las cuestiones de infraestructura llevan tiempo. ¿Cuándo empezará a verse un cambio de tendencia en el comercio exterior?

Va a llevar bastante tiempo, Chile tardó 20 años en revertir su déficit comercial. En ese sentido, la reforma tributaria va a llevar tiempo hasta que efectivamente baje la presión impositiva, la infraestructura en trenes y rutas, mejorar la tecnología, la competitividad laboral va a llevar varios años. Pero en los últimos años las exportaciones dejaron de caer y crecieron un poco. Ayuda la modificación del tipo de cambio, las medidas que estamos tomando de reducir la burocracia, programas como el Exporta Simple, los acuerdos comerciales, todas son señales.

¿Están pensando en nuevos acuerdos comerciales, la apertura de nuevos mercados?

Los acuerdos comerciales son una herramienta importante de mejora de la competitividad, porque sin acuerdo comercial, tenés una diferencia de varios puntos de protección (aranceles) con los países que tienen acuerdo comercial. Hoy estamos en medio de la negociación Mercosur-Unión Europea, pero en el futuro la agenda arranca con negociaciones con Canadá, con Corea, con Australia, con EFTA. Hay que destacar que siempre estamos negociando como Mercosur, salvo algún acuerdo como en el caso automotriz con Colombia. Por ejemplo, soy muy optimista sobre el acuerdo con la Unión Europea para la industria autopartista. Seguramente, va a haber autopartistas argentinos y del Mercosur que podrán ser proveedores de las terminales locales y ganar mercados en Europa.

Brasil está reaccionando pero hay que ver si crece por exportaciones o por su mercado interno. ¿Cómo observa la demanda de ese país?

Están aumentando las exportaciones argentinas y es muy importante en nuestro sector automotriz, que ha estado muy golpeado casi cuatro años. Con una capacidad instalada de casi 4 millones de vehículos y una fabricación de 2 millones, Brasil ahora está empezando a crecer.

¿Las terminales argentinas están preparadas para aprovechar la mayor demanda brasileña?

El sector automotriz en Argentina siguió haciendo inversiones, para mí en el mejor momento, que fue el de menor demanda potencial brasileña. Hubo bajas producciones pero las encuentra ahora bien preparadas en el momento en que van a empezar a demandar. Hay que destacar que la pobreza de la demanda brasileña impulsó a muchas terminales locales a buscar nuevos mercados. Volkswagen va a fabricar probablemente 20% o 30% más que lo que tenía proyectado de la Amarok por aumento de las exportaciones. A Brasil se van a exportar unas 20.000 unidades, acá se van a vender unas 25.000 y el resto, de más de 70.000 unidades, irán a Oceanía.

Las pick-ups son un nicho que se desarrolló durante años. ¿Hay algún otro sector que pueda posicionarse?

Un sector que ha estado creciendo y tendrá un desarrollo importante es lo que tiene que ver con los servicios basados en el conocimiento. Allí con Brasil tenemos una oportunidad enorme, porque Brasil es gran importador de este tipo de servicios y porque no hemos tenido en estos años -en realidad, por desidia- un acuerdo sobre la doble tributación. Argentina casi no le exporta, le vendemos más de estos servicios a EE.UU. que a Brasil. Por ejemplo, Brasil importa u$s 12.000 millones de servicios y nosotros le exportamos menos de u$s 150 millones.

¿Cuál es hoy el cuello de botella del sector exportador argentino?

Es difícil pensar en algo general para todos, pero si tengo que hacerlo, para mí es la falta de financiamiento, la burocracia para el proceso exportador y también los costos logísticos. Cuando se hace el análisis de la productividad en las empresas, en general da muy bien pero cuando arrancan para ir al puerto, ahí empiezan las ineficiencias.

¿Está cómodo el Gobierno con este dólar de $20?

Yo sí estoy más cómodo. Pero para ser honesto, hay que ver qué pasa con los precios, porque Argentina es el país de Latinoamérica que más transfiere a precios cuando hay algún movimiento en el tipo de cambio.

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