Blejer: "No creo que este sea un modelo muy real"

En momentos en que comienza a hablarse de soluciones radicales, Blejer asegura que seguimos entrampados en un dilema dolarizador de 70 años

El ex titular del Banco Central Mario Blejer aseguró que la economía está padeciendo "el gran problema" de los últimos setenta años. "La Argentina nunca logró hacer una reforma estructural suficiente para ganar competitividad que no sea con la tasa de cambio", dijo el economista. En cuanto a las políticas anunciadas por el Ministerio de Hacienda en las últimas semanas, Blejer afirmó que son "acciones políticas" de corto plazo que buscan aumentar la recaudación de los sectores más rentables y que "no hay mucho modelo" detrás de estas medidas. Así y todo, dudó sobre la meta de déficit cero planteada por el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne: "No sé si van a poder lograrla".

-¿Por qué la Argentina es el país de la región que tiene el mayor traslado a precios, después de Venezuela?

-El tema es que la economía está muy dolarizada. La gente piensa en dólares y esto automáticamente aumenta el pass through (traslado a precios) porque quiere mantener el valor real de sus activos. Por el otro lado, no hay demasiado overshooting (una sobrereacción) ni variabilidad cuando hay una devaluación. No es que el precio del dólar se va arriba y después baja y se acomoda. En general, el pass through está muy afectado por el overshooting. En otras economías, el tipo de cambio sube y después baja entonces no cambiás el precio inmediatemente, esperás. Pero, en la Argentina la gente los cambia inmediatamente.

-Se logró cortar el pass through en los noventa, con la convertibilidad. Por eso, volvió la idea de dolarizar la economía. ¿Existe otra opción para cambiar esta costumbre del argentino?

-En la Argentina en este momento no se puede. La condición fundamental para esto es tener equilibrio fiscal. Las consecuencia de dolarizar es que te quedás sin el único instrumento que tenés para ajustar la cuenta corriente. Los precios se estabilizarían pero el Estado tiene que tener equilibrio fiscal, porque sino no tendría forma de conseguir financiamiento local porque el sector privado debería prestarle en dólares. Lo veo muy difícil.

-Para el año que viene el Ministerio de Hacienda se propone alcanzar el equilibrio primario. Esto significa aplicar una política fiscal contractiva, y se espera que el BCRA afloje las tasas, pero mantenga una política contractiva. ¿Qué se puede esperar?

-No sé si van a poder lograr el déficit cero. No me puse tampoco a analizar el modelo, porque no creo que este sea un modelo económico muy real. Es una acción política en todo caso que busca capturar parte de la renta de la devaluación que iba al campo, y sacarla con las retenciones. Me parece bien, pero no hay mucho modelo ahí. Es un proceso de ajuste donde sube el dólar, aumentan las rentas de algunos sectores y, como Estado, les aumento los impuestos para que suba mi recaudación.

-Más allá de los números rojos que vienen arrojando los indicadores económicos, ¿en los últimos años la gestión logró establecer alguna base de crecimiento para el futuro?

-No, seguro que no. Pero es algo que viene sucediendo en los últimos setenta años. La Argentina nunca logró hacer una reforma estructural suficiente para ganar competitividad que no sea con la tasa de cambio. No se logró mejorar la tecnología, los mecanismos de comercialización y, en general, impulsar la productividad de los factores. Entonces, la única forma de tener competitividad es darle a la devaluación. Por eso, cuando tenés una cuestión así es donde el pass through tiende a ser alto porque la gente sabe que la única estrategia que el Gobierno utiliza para competir es devaluar el tipo de cambio, y sabe que no van a haber cosas nuevas, entonces trata de no perder tanto con la devaluación y sube los precios. Yo creo que este es el gran problema. Por esta falta de competitividad estructural, dolarizar la economía no permitiría a varios sectores competirle al mundo.

-Ahora, el tipo de cambio beneficia principalmente a algunos sectores fuertes del agro, industrias de servicio y manufacturas, que no consumen mucho, no emplean mucho...

-Si es verdad pero no es el único. Porque el campo arrastró otros sectores importantes como la agroindustria, la bioindustria y demás complejos ligados al agro que empezaron a tener unas ventajas comparativas increíbles.

-¿Es coherente subir el tipo de cambio para que sectores competitivos generen divisas y al mismo tiempo aplicarles retenciones?

-Es por una cuestión sectorial y distributiva. Pero para el campo el último tiempo fue pura renta. Ya estaba lista la cosecha y ya estaba vendida cuando subió el dólar. La oferta no es elástica. Si vas a seguir invirtiendo o no, ahí si afectan las retenciones ya que dan un incentivo negativo. Pero estos tipos saben, aunque no lo digan, que en algún momento con una economía tranquila van a sacar estos impuestos. No vas a dejar de invertir por eso. Pero igualmente ya tenés todo vendido en dólares y te lo pagan en seis meses, por lo cual no les afecta pagar un 5% más. No estoy a favor de los impuestos a las exportaciones pero en este momento es importante para mantener la paz social porque sino no se va a poder gobernar.

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