Banco Mundial: economía argentina caerá 1,7% en 2019 y afectaría a la región

De acuerdo con su informe sobre "Perspectivas Mundiales", el año pasado el PBI se habría contraído 2,8% por la crisis cambiaria, el ajuste y la sequía. Hacia adelante, el organismo advierte por efecto contagio en la región, si la recesión local es mayor a la esperada.

Tras las auspiciosas estimaciones económicas realizadas en junio del año pasado, el Banco Mundial redujo fuerte sus proyecciones de crecimiento para la Argentina y la región para el 2019 producto del debilitamiento del comercio mundial y el endurecimiento de las condiciones de financiamiento externas.

Para el país, la estimación es que en 2018 el PBI cayó 2,8% y que este año mostrará una baja de 1,7%, "a medida que la profunda consolidación fiscal genere pérdida de empleo y un menor nivel de consumo e inversión", dice el informe "Perspectivas Económicas Mundiales", del organismo internacional. 

Esta proyección se asemeja a la reflejada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el último informe Perspectiva Económica Mundial (World Economic Outlook) dado a conocer en octubre pasado, en la reunión anual en Bali, Indonesia. En ese documento, estimó que la economía argentina caería 2,6% en 2018 y 1,6% en 2019. Ambos números distan de la cifra estimada por el Gobierno, que estimó en el Presupuesto 2019 una merma de 0,5% del producto. 

Entre los riesgos que menciona el informe del BM, se destaca el que hace mención a la Argentina y a la posibilidad de que una contracción económica mayor a la prevista en el país "podría afectar al resto de la región a través de los flujos comerciales y financieros". "Las condiciones fiscales deficientes podrían tener consecuencias negativas en lo que concierne a la sostenibilidad de la deuda y la confianza de los mercados", agrega el documento. 

Es un riesgo para la Argentina y para otros países con grandes déficit de cuenta corriente o que dependen en gran medida de los flujos de capitales, el endurecimiento de las condiciones mundiales de financiamiento. 

Proyección regional

En cuanto a la previsión para América Latina  y el Caribe, la estimación del Banco Mundial es que crecerá 1,7% -la previsión de junio de 2018 era que la región treparía 2,3% este año- y que en 2018 se estancó en un nivel bajo, de 0,6%. Distintos acontecimientos registrados en Brasil, la Argentina y Venezuela limitaron el crecimiento regional, que a mediados del año pasado se proyectaba en 1,7%. 

En la Argentina -afirma el organismo-, la crisis cambiaria, la consiguiente aplicación de políticas más restrictivas en materia monetaria y fiscal, y una grave sequía ocasionaron una contracción de alrededor de 2,8%.

Sobre Brasil, las previsiones indican que, tras la ligera aceleración del crecimiento registrado el año pasado, en 2019 el PBI se expandirá 2,2%, bajo el supuesto de que las reformas fiscales se apliquen rápidamente y que la recuperación del consumo y la inversión compense los recortes del gasto público. Ello sería una buena noticia para la Argentina, que espera con ansias que su mayor socio comercial comience a crecer de forma sostenida. 

Economía mundial
Según las proyecciones, el crecimiento económico mundial se reducirá del 3% -cifra revisada a la baja- en 2018 al 2,9% en 2019, en medio de crecientes riesgos adversos del panorama económico, precisó el BM. El comercio internacional y la actividad manufacturera se han atenuado, las tensiones comerciales continúan siendo altas y los mercados financieros de algunos de los grandes mercados emergentes experimentaron considerables presiones, indicó el organismo. 

"Frente a un panorama de la economía mundial menos auspicioso, y para poder enfrentar las actuales incertidumbres y revitalizar el crecimiento, será fundamental fortalecer la planificación para contingencias, facilitar el comercio y mejorar el acceso al financiamiento", señaló la vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial, Ceyla Pazarbasioglu.

El informe también aborda temas como la informalidad, la vulnerabilidad de la deuda y la inflación. Sobre el primer eje, el banco afirma que el sector informal representa alrededor del 70% del empleo y el 30% del PBI en las economías de mercados emergentes y en desarrollo y ello "se asocia con una menor productividad y menores ingresos tributarios, así como también mayor pobreza y desigualdad".

Por eso, el organismo plantea que "reducir la carga impositiva y regulatoria, mejorar el acceso a financiamiento, ofrecer una mejor educación y mejores servicios públicos, y fortalecer los marcos de ingresos públicos podría contribuir a igualar las condiciones entre el sector formal e informal". 

Sobre la deuda, el BM manifiesta que la vulnerabilidad de la deuda en los países de bajo ingreso va en aumento. Y que "si bien el endeudamiento le permitió a muchos países atender importantes necesidades de desarrollo, la mediana relación deuda/PBI de los países de bajo ingreso se incrementó y la composición de la deuda se ha orientado hacia fuentes de financiamiento de mayor costo basadas en el mercado". "Estas economías deberían enfocarse en movilizar recursos internos, fortalecer las prácticas de gestión de la deuda y de las inversiones, y establecer marcos macro-fiscales más resilientes", afirmó el organismo. 

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